El empate en la Bombonera generó en los hinchas la necesidad de sacar afuera el descontento que se acumula en cuotas desde la eliminación de la Copa Libertadores antes de la etapa regular y la derrota del Superclásico, entre otras urgencias. En una noche llena de tensión, la hinchada insultó por primera vez a la comisión directiva que encabeza Juan Román Riquelme.
«La comisión… se va a la pu.. que lo parió», tronó en la cancha de Boca cuando el árbitro Leandro Rey Hilfer marcó el centro de la cancha para anunciar el final del partido y los penales.
El primer partido de los octavos de final fue una olla presión: al término de la primera parte, los jugadores se fueron al vestuario bajo una silbatina. El 0-0 no caía bien en el ánimo Xeneize.
Con el correr de los minutos y cuando los penales parecían inevitables, la paciencia se acabó al mismo tiempo que Lanús mostraba que se acercaba con peligro al arco de Agustín Marchesin.
«Jugadores, la concha de su madre; a ver si ponen huevos, que no juegan con nadie», fueron las estrofas más sentidas de un cantito que no necesita demasiada explicación.