En medio de la guerra de versiones entre el chavismo y la oposición sobre cómo salieron los asilados de Javier Milei de la residencia argentina en Caracas, Clarín pudo confirmar con el equipo de María Corina Machado que no fueron cinco, sino cuatro, o incluso menos, los que salieron en la operación de rescate que anunció el gobierno de Donald Trump el último martes.
Ocurre que Claudia Macero, la coordinadora de comunicación del partido Vente Venezuela de Machado, ya se había ido de la sede argentina meses atrás.
Durante su tradicional programa televisivo, una de los hombres mediáticos de la línea dura del régimen de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, afirmó que Macero se fue de la residencia argentina “voluntariamente” el 20 de agosto de 2024. Los otros cuatro son Pedro Urruchurtu, Magallí Meda, Humberto Villalobos y Omar González Moreno y ahora empiezan a surgir dudas si salieron todos juntos o habían salido en “tandas”.
Magallí Meda denunció días atrás que su casa en Caracas fuerzas chavistas entraron a su casa. Este viernes, escribió en X que agentes del régimen se encontraban violentando la entrada a casa de su mamá en la Urbanización Miranda en Caracas.
Este diario confirmó que efectivamente la joven periodista Macero se había ido hace meses. Pero no queda claro cuándo, por las fotos que se sacaba el grupo. Quien fuera el sexto asilado, Fernando Martínez Mottola, es un caso extraño en el grupo. Los primeros cinco, incluyendo a Macero, entraron a la residencia argentina como “huéspedes” del gobierno del gobierno de Milei, el 20 de marzo de 2024. Argentina les dio un grado de protección mayor al considerarlos asilados, pero la dictadura les negó siempre el salvoconducto.
Mottola, que no era de Machado, se fue voluntariamente en diciembre y falleció en febrero, sin que se dieran muchas explicaciones.
Desde agosto pasado, la residencia estaba en estado de casi abandono, en el sentido de que no quedaba ningún diplomático argentino en Venezuela porque Maduro los echó, al no reconocer Milei su victoria en los comicios del 28 de julio pasado, en los que reconoció como ganador a Edmundo González Urrutia. Por lo tanto no hay testigos locales de lo que ocurría, sino la versión del chavismo, y de los asilados, alimentados y cuidados por el partido Vente Venezuela.
Los intereses argentinos en Caracas, tras la partida de los diplomáticos de este país, los cuidaba Brasil, de ahí que la bandera verde y amarilla estuviera izada en la embajad y en la residencia argentina sonde se alojaban los asilados.
Una imagen del grupo de asilados que dejó la residencia argentina rumbo a los Estados Unidos
Reuter
A esta hora, luego de que las palabras del secretario de Estado Marco Rubio hablara de una “precisa operación”, agradeciera a los “socios que ayudaron a asegurar la liberación segura de estos héroes venezolanos” y afirmara que están en los Estados Unidos, empiezan a surgir dudas sobre el rescate y sobre la situación del grupo que denunciaba estar asediado por las fuerzas de Maduro. Más aún, las fotos mostraban claramente las imágenes automóviles policiales y hasta fracontiradores en actitud de intimidación.
Las preguntas continuaban este viernes y es claro que, en el medio de la nimia participación del gobierno de Milei y del de Lula da Silva en la salida de los cinco de Venezuela -haya sido de manera escalonada o en grupo- se van a quedar en los Estados Unidos.
Ninguno de los cinco habló del operativo, pero de acuerdo a los dichos de quienes los siguen asistiendo, no tendrían por ahora intención de usar su condición de asilados de la Argentina y venir a este país sino de quedarse en los Estados Unidos, donde “son más útiles” dijeron fuentes en la oposición.
La situación del gendarme Nahuel Gallo
Argentina ahora solo queda enredada en la desventura del gendarme Nahuel Gallo, detenido por el régimen el 8 de diciembre cuando pasó por tierra a dicho territorio, donde viven su hijo argentino y su pareja venezolana. La cancillería argentina muestra enormes límites de equipo local y de acceso a negociaciones de algún tipo. Depende de los Estados Unidos. Y de lo que negocien Trump y el salvadoreño Nayib Bukele -que pidió por él- con el regimen. Gallo está un limbo.
A esta altura, mientras el régimen dice que la salida de los rehenes fue negociación y la oposición rescate, se especula con que una futura desclasificación de este tipo de operativos será lo que revele cómo fueron realmente los hechos. A los dichos de fuentes a Clarín sobre la participación de la CIA en el rescate, Corina Machado no lo descartó, pero la funcionaria del Departamento de Estado, Tammy Bruce, exclamó ante la pregunta de la prensa sobre esas versiones.
“Bueno, para empezar tengo que refutar toda esa formulación. No voy a hacer comentarios sobre ninguna de esas afirmaciones, que no son más que eso. Si en algún momento se dan detalles de lo que pasó, los escucharán de boca nuestra. Y tal vez parezca algo de película, no lo sé. Pero lo que sí sé es que esas personas ya no están en peligro, mientras nosotros seguimos trabajando para poner fuera de peligro a muchas personas más».
Mientras que el adjunto para América Latina, Mauricio Claver Carone, sostuvo que la salida de los asilados mostraba las “vulnerabilidades” del régimen, Cabello insistió en la tesis que no los muestra débil sino “conciliadores”. Dijo que la salida del grupo no fue producto de “una operación de rescate”, sino un acuerdo con su gobierno. “El que dice que no hubo negociación es porque lo dejaron fuera de la negociación”, señaló sin detallar cómo y qué se negoció y en qué términos.
Desde la llegada de Trump al poder, Maduro bajó el perfil y la virulencia de sus palabras. Este viernes se encontraba en Rusia con otros líderes internacionales, acompañando a Vladimir Putin en la conmemoración de la victoria de las fuerzas soviéticas sobre las de Adolfo Hitler, lo que representó el fin de la Alemania nazi.