El estadounidense Robert Prevost, elegido este jueves como el nuevo Sumo Pontífice para suceder al Papa Francisco, ya ha dejado sus huellas en Argentina, donde compartió misas con Jorge Bergoglio y recorrió distintos puntos del país. Fueron dos visitas, en 2004 y en 2013. Recorrió Buenos Aires, parte del noroeste, Mendoza y Rosario, en el marco de sus actividades como Prior General de la Orden de San Agustín.
Su fiel compañero de ruta en Argentina, el padre Pablo Hernando Moreno, párroco de la Iglesia San Agustín, contó a Clarín algunas anécdotas de aquellas visitas. “En 2004 estuvo varios días aquí, en San Agustín. Después visitó Salta. Yo lo recogí en el aeropuerto y lo llevé. Me convertí en su chofer hasta Cafayate. Entonces, lo acompañé cada una de las visitas y comunidades que teníamos«, recordó.
El padre Moreno indicó que, luego de Cafayate, visitaron San Carlos, Angastaco y Molinos; y también fueron a dos pueblos de Tucumán, Colalao del Valle y Amacha del Valle.
Entre risas, señaló que Prevost quedó impresionado con las quebradas de Cafayate y encantado de probar las empanadas tucumanas, el vino y el dulce de leche.
Roberto Prevost visitando a los agustinos de Cafayate. Foto: Z Profético.
«Cuando recorríamos las comunidades, él siempre miraba nuestros paisajes, sorprendido. Yo digo que le gustaron dos cosas, la quebrada de Cafayate y el vino. Yo, cuando he vuelto a Roma, lo he visto varias veces. Estuve en julio pasado y siempre se acuerda de Cafayate, por supuesto de mí, y también de ese vino de Cafayate», relató.
El padre Moreno nunca le llevó a Roma algún detalle alusivo a esos viajes, pero, ahora, que es Sumo Pontífice, buscará la manera de hacerle llegar un regalo que le recuerde sus días en Argentina. Además de una invitación para que vuelva a Buenos Aires, ya como León XIV.
Durante sus recorridas, Prevost también llegó a Catamarca, donde disfrutó de la gastronomía local y exhibió una forma de ser comparable con la de Bergoglio.
«En Salta y en Catamarca disfrutó de las capias, que es una pasta hecha a base de harina de maíz. Él era muy amigo, muy cercano a nosotros; todo lo que le invitabas, todo lo que le podías convidar, él lo tomaba con mucho cariño«, dijo y continuó: «En eso se parece mucho a Francisco. Es muy amable. No era alguien con poses. Siendo Prior General, que es como el superior de todos los agustinos del mundo, iba preguntándonos todo y después interesándose en las causas nobles para luego dejar algún mensaje que nos alentara a la evangelización y la ayuda hacia el prójimo.»
Robert Prevost, a la derecha de monseñor Bochatey, en la iglesia San Agustín, en 2013. Foto: Z Profético.
Al padre Moreno le sorprendió que, en 2004, Prevost, a diferencia del resto, llevaba consigo una pequeña y moderna computadora portátil, «pero nunca dejando su sencillez de lado».
Un hombre abierto al diálogo
El padre Juan Antonio Gil, perteneciente al cuerpo pastoral de la Parroquia San Agustín, también conoció a Prevost, a quien describe como un hombre abierto al diálogo, pragmático y presto a escuchar a los demás.
«Lo conocí en España en 2001. él era nuestro superior mayor, vivía en Roma y teníamos un congreso, lo que nosotros llamamos ‘capítulo´ en España. La verdad que es un hombre como muy pragmático, muy efectivo, un hombre dialogante y al que le gusta consensuar, buscar entre todos lo más importante. Después, he vuelto a coincidir con él en 2009, para una misión en Mozambique. Y aquí, en Argentina, en la zona de Santa María, Catamarca», relató.
Luego, rescató algunas las palabras de Prevost como León XIV, que son parte del mensaje central de la Orden de San Agustín: «Como nos decía en su discurso inicial, tender puentes en un mundo tan convulsionado, tan complejo y de tanta belicosidad.»
Jorge Bergoglio y Robert Prevost en la iglesia San Agustín. Foto: Z Profético.
El 28 de agosto del 2004, Prevost inauguró y bendijo el edificio de la Biblioteca Agustiniana ubicada en avenida Nazca al 3909, de la Ciudad de Buenos Aires. En ese momento, él no tenía el rango de obispo y estuvo acompañado de los padres José Demetrio Jiménez y Nicanor Juárez.
Mientras que el 9 de marzo de 2013 volvió para la ordenación episcopal del padre Alberto Bochatey en La Plata, asistiendo al obispo titular Héctor Aguer.
En la visita de ese año, el padre Juan Antonio se cruzó nuevamente con Prevost. «Vino como superior mayor y cada vez que me he encontrado con él me parece el hombre capaz de hacer dialogar ambas partes«, afirmó.
Por su parte, el padre Moreno confía en que los fieles no se apresuren con la expectativa de que el nuevo Papa sea igual que Francisco y sostiene que primero debe ponerse al tanto de lo que su antecesor dejó pendiente y después sí, ponerse manos a la obra al servicio de Dios, el Vaticano y el mundo entero.
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Karina Varas SaresBio completa
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