Pese a que es tiempo de cosecha, en una mañana a pleno sol, con el lema “Cortá con el relato” y sin pancartas partidarias, a las 10 en punto más de 300 productores y vecinos, con el apoyo de la Sociedad Rural local, se convocaron en la plaza principal de la ciudad bonaerense de Carlos Casares para visibilizar su reclamo ante el estado deplorable de los caminos rurales del partido.
Apuntaron a exponer lo que consideran una inacción del municipio a cargo de Daniel Stadnik (Unión por la Patria) frente al deterioro de la red vial, esencial no solo para la actividad agropecuaria, sino también para la vida en el ámbito rural. El partido de Carlos Casares tiene 250.000 hectáreas y una red de caminos rurales de 1500 kilómetros.
De acuerdo con las estimaciones de la Sociedad Rural, apenas entre el 40% y el 50% de los recursos que el municipio obtiene por distintas vías (tasa vial, marcas y señales, aportes provinciales y recupero de deuda) se destinan realmente al mantenimiento de los caminos.
En un escenario improvisado, el acto comenzó con tres exposiciones, la de dos productores y una docente que contaron en primera persona sus dificultades para transitar por los caminos rurales desde y hacia sus establecimientos y a la escuela. El primero en hablar fue Matías Santamaría, un tambero que contó su situación, donde no puede salir con su producción desde su campo.
“Somos unas 20 personas las que trabajamos en el tambo, de los cuales 10 viven en el campo y 10 en Ordoqui que tienen que ir y venir todos los días en tractor, sobre todos los que tienen que ordeñar. Hace 60 días que no tenemos caminos y tanto la producción de leche como el alimento balanceado para las vacas se traslada también en tractor, son ocho kilómetros. Estamos produciendo un 40% menos de lo que deberíamos estar produciendo. El problema es que los políticos no reconocen el problema que viene desde hace tiempo. Nos vamos a fundir”, enfatizó ante un gran público que lo escuchaba atentamente.
Después habló Alicia Sánchez, una docente rural que vive en Ordoqui, que manifestó que está absolutamente aislada, que están “en el olvido” y que obviamente no tienen las condiciones ni siquiera de salud más necesarias. “Hace 40 años me fui a vivir a Ordoqui para trabajar de docente. Hubiera deseado no estar acá, pero necesitamos gestión del intendente ante el gobernador y el Presidente”, dijo la maestra de Ordoqui en un sentido discurso.
“Necesitamos caminos porque no podemos vivir desconectados, porque cada vez son más las personas mayores que deben ser enviadas a los geriátricos, porque al otro día no sabemos si vamos a poder salir. No quiero que pase eso, que tengan que estar separados de sus familias. Pongámonos en su lugar, es horrible. Esto no es político, no es contra nadie. Lo sentimos en el alma, en el corazón y solo contamos lo que estamos padeciendo”, agregó.
Por último habló la productora Andrea Passerini, quien remarcó que el gobierno local hace oídos sordos a todos los reclamos. Luego los manifestantes realizaron una vuelta a la plaza San Martín y, mientras marchaban, acompañaban con aplausos interminables, hasta quedar frente al municipio.
Allí, un grupo productores, muy enojados, se cruzó al Palacio Municipal, pidiendo para que el intendente o algún funcionario los reciba. Ya dentro de la intendencia, con esos aplausos que no acababan comenzaron a cantar el Himno Nacional. Frente a ese fuerte despliegue, finalmente el secretario de Hacienda Cristian Mazzone, accedió y mantuvo una reunión con Mario Reymundo, presidente de la Sociedad Rural de Carlos Casares, y otros dirigentes rurales.
Tras la reunión, Reymundo contó que su crítica para con “el municipio es que desconocen el problema”.
“Fue una reunión de buenas intenciones. Pero es esencial para poder continuar con alguna charla un poco más constructiva que se reconozca la problemática, sino es un diálogo de sordos. Quedamos en volver a juntarnos ahora con el intendente, que a su vez es el director de caminos en los próximos días para tratar de atajar la coyuntura que es muy complicada en muchos sectores del partido. Y después hablar del largo plazo, un plan de trabajo más ordenado en tiempo y forma, que es lo que no hemos tenido hasta ahora”, dijo a LA NACION el dirigente ruralista.
“Por ahora, en concreto, nada. Nos prometió armar esa reunión para trabajar sobre esta coyuntura. Se le propuso de parte de los productores colaborar económicamente con el municipio, a cuenta de la tasa vial, para hacer las obras más importantes. Esa posibilidad aparentemente estaría acordada. De parte nuestra, vamos a organizarnos para ir con algún planteo más claro y concreto. Esta movida no es política ni partidaria. Es más, es un mensaje para todos los partidos políticos locales, no para el que ocasionalmente nos gobiernan. Arreglar un camino no es ideológico, ni de izquierda ni de derecha, como decimos siempre», añadió.
La realidad de Pedro Zabala, productor de la zona y exdirigente, es la de todos los del distrito y por eso quiso acompañar la movida. “Hace tres años que venimos manifestando este escenario. Si bien es cierto lo que te van a decir del lado del municipio, que desde enero hasta acá llovió la media anual de lo que llueve en esta zona, que son 800 o 900 mm, lo real es que por falta de obras el agua queda estancada en los accesos de algunos pueblos como Ordoqui y esos pobladores quedaron aislados y no tienen la posibilidad de salir si tienen algún problema de salud y los chicos de ir a la escuela. Es una constante que hace mucho tiempo venimos denunciando y que ahora obviamente se agravó por el tema del agua”, dijo a LA NACION.
“Absolutamente no han hecho nada de obras en los momentos de seca como para que hoy no esté sucediendo esto. Miles de veces lo hemos manifestado, incluso presentamos un proyecto en su momento en el Congreso, pero nunca fuimos escuchados y va a seguir ocurriendo”, agregó.
Según describió, esta manifestación tiene como objetivo poner en evidencia lo que ven como una ineficiencia del municipio para garantizar caminos rurales en condiciones, claves para la producción y la rutina diaria del campo. “El municipio tiene la obligación, por su cobro de tasas y demás impuestos municipales, de hacer una devolución a cambio; sería lo normal, por lo menos de tener un acceso razonable hacia los pueblos del interior del partido que no está ocurriendo. Yo no tengo llegada a mi campo, tengo que dar un una vuelta muy grande”, remarcó Zabala.