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Manchester United y Tottenham se medirán el próximo miércoles 21 de mayo en San Mamés, por la final de la UEFA Europa League 2024/25. Se trata de un partido sumamente importante para ambos, no solo por tratarse de un título internacional (lo cual de por sí lejos está de ser poca cosa), sino porque también marcará a fuego la temporada de quien gane y quien pierda. El que salga airoso, disputará la Champions League. El que sea derrotado, se quedará con las manos vacías, puesto que ambos quedaron en una pésima posición en esta Premier League (quitando a los tres descendidos fueron, de hecho, los peores). El oro y el moro. Será la gloria. O será Devoto.
Todos los fanáticos querrán estar ahí. Tanto los que hinchen por los Spurs como los más cercanos a los Red Devils. Sin embargo, por la logística que supone (traslado, hospedaje, viáticos y la entrada), puede tratarse de un lujo para pocos. Esto alcanza también a los que trabajan en los respectivos elencos y sus familias, que no siempre se ven alcanzados por los mismo beneficios que el plantel.
Manchester United y Tottenham se enfrentarán en la final de la Europa League. (FOTO: REUTERS).
Los de rojo han llevado adelante una política de reducción de gastos, que incluyó la eliminación de 200 puestos de trabajo en el verano europeo. Esto también se verá representando en la distribución de entradas: a disposición del personal han dejado dos entradas para comprar, en vez de solventar el viaje con todas las comodidades. A los jugadores, en tanto, les dieron un par de boletos a cada uno. A sus familias y amigos no les cubrirán nada.
El noble gesto de Ruben Amorim
Según ESPN, ni bien Ruben Amorim tomó conocimiento de todo esto, decidió tener un gesto sumamente noble: pagarle a 30 miembros de su cuerpo técnico para que los familiares de estos puedan estar presentes en Bilbao. Esto incluye también a los miembros con menor salario, a modo de recompensa por el compromiso en los tiempos tan difíciles que viene atravesando esta histórica institución. De este modo, cada uno podrá llevar hasta a dos seres queridos.
Ruben Amorim tuvo un notable gesto con su cuerpo técnico. (FOTO: REUTERS).
El referido medio apuntó también a que la determinación del United responde al deseo de que los hinchas tengan la mayor cantidad de entradas posibles a su disposición, teniendo en cuenta que la UEFA les ha otorgado 15.000 localidades. Esto difiere radicalmente, por ejemplo, de la política del PSG: los franceses anunciaron que pagaría a 600 miembros de su personal para que estén el 31 de mayo en la final de la Champions League contra el Inter, en el Allianz Arena de Munich.
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