Los mismos que abrazaron la gloria en Qatar, algunas vez entraron por ese portón repletos de sueños. Todos. Incluso Lionel Messi, el mismo que hoy le da nombre al lugar. Ese monstruo de casi 50 hectáreas al que se lo solía llamar como el predio que la AFA posee en Ezeiza y que hoy tiene nombre y apellido por el crack rosarino y es, nada más y nada menos, que la casa de los campeones del mundo. Pero… ¿Qué hay detrás de sus paredes? Olé te invita a hacer una visita guiada para que conozcas la intimidad de cómo vive la Scaloneta cuando está en tierras argentinas.
El enorme complejo inaugurado en 1989 cuenta con varios edificios, pero tiene uno principal, que es el que le corresponde a la Selección Mayor. Allí pasan sus días Leo, Paredes, Ota, De Paul, Lautaro, Julián, Dibu y compañía cuando están en el país preparándose para algún partido de Eliminatorias o para alguna competencia.
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Recorré el Predio Lionel Andrés Messi de la AFA con Olé
Video: Olé.
Nada más cruzar la primera puerta vidriada alcanza para teñirse de celeste y blanco: en el hall de recepción hay exhibidas camisetas, botines y pelotas. Y todo está decorado con cuadros de glorias del fútbol argentino y trofeos… Obviamente está Messi y Diego, pero también está Bilardo con los campeones del 86 y Menotti con los del 78.
Siguiendo el camino de la planta baja (en la planta alta están las habitaciones, el salón comedor, etc), se encuentra la zona de kinesiología con innumerable cantidad de camillas para que los masajistas trabajen sobre los jugadores e, inmediatamente después, la zona de piletas donde los futbolistas relajan los músculos después de cada entrenamiento.
Un lugar especial, obviamente, es el vestuario. Allí se pueden observar varias imágenes de vírgenes, una de ellas de la Difunta Correa, de la cual es fiel seguidor Chiqui Tapia que hasta le ha llevado las copas ganadas con la Selección como ofrenda. De todos los lockers que hay en el vestuario, es fácil de reconocer cuál le pertenece a Messi: es que Leo tiene pegados dos stickers, uno en el que está celebrando uno de los títulos junto a Di María y Otamendi; y el otro en el que se lo ve levantando una de las copas américas que ganó con la Selección. El otro cubículo que está identificado con pegatinas es el de Rodrigo De Paul.
Más allá está el gimnasio, con varias máquinas y elementos de trabajo, pero en el que se destacan dos frases bien grandes y de fácil visualización: “Orgullosamente argentinos” y “Todos juntos”. Algo así como los estandartes que lleva siempre consigo la Selección. Claro, también hay tiempo libre y por eso en el exterior hay una barbería, donde los más coquetos aprovechan algún rato libre para emprolijarse un poco o cambiar el look. A la casa de la Selección le sobra facha…
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