La pasta es un plato común en la dieta de los argentinos, al consumir 9 kilos de pasta por persona al año, según los últimos datos de la International Pasta Organization (IPO), una organización sin fines de lucro dedicada a fomentar el consumo de pasta en el mundo.
Es un plato tradicional de la gastronomía italiana, siendo uno de los íconos más representativos de ese país. Más allá de su gran variedad de tipos y salsas, uno de los mayores debates sobre este alimento se han vinculado a su forma de cocinarla. Además de ser una cuestión de gusto, tiene un impacto determinado en la salud.
La pasta es un plato tradicional de la gastronomía italiana.
Dependiendo de la forma en que esté cocinada y su preparación, este alimento puede o no ayudarte a aumentar de peso, asociada a los hidratos de carbono que contiene. En el caso de los italianos, la preparan de una forma definida para que esto no pase, de acuerdo con Leonardo Rejón, un cirujano bariátrico, de la Clínica Lugo en Maracay, Venezuela.
Por qué los italianos no engordan al comer pasta
Según explica Rejón a través de su cuenta de Instagram, los italianos no engordan al comer pasta, porque la cocinan al dente. Este tipo de cocción tarda más en absorber el almidón y se convierte en fibra. «Por eso los italianos que comen la pasta al dente, no la asimilan toda, no engordan«, indica el experto.
Consumir los fideos de esta manera no solo resalta su sabor y textura, sino que también ayuda a controlar el peso, mejorar la digestión y estabilizar la glucosa en sangre, por lo que no es necesario abandonarlo para adelgazar, ya que es una gran fuente de energía y carbohidratos, fundamentales para el correcto desarrollo del día a día.
Los beneficios de comer la pasta al dente.
La pasta al dente tarda más tiempo en digerirse, por lo que el estómago tarda más tiempo en sentirse con hambre, puesto que la sensación de saciedad se prolonga durante más tiempo. Por otra parte, las proteínas son el macronutriente que mayor sensación de saciedad aportan, por lo que combinarlas con los carbohidratos puede ser la opción idónea.
“Es la mejor forma de comer pasta”, sostiene Rejón.
Por el contrario, al comer la pasta más cocinada o blanda se asimila más rápidamente el almidón en el organismo, y así produce un índice glucémico alto y, por lo tanto, engorda más. Mientras que con la pasta al dente, el almidón no termina de absorberse y se evitan picos elevados de glucosa en sangre, lo que contribuye a un mejor metabolismo y control del peso.
Qué es el almidón que se encuentra en las pastas
El almidón es la principal fuente de reserva de carbohidratos de las plantas superiores y se halla en los granos de cereales, como la pasta. Es la responsable de darle textura y sabor a este alimento. Sin embargo, el almidón puede comportarse como “almidón resistente”.
El almidón en la pasta.
Un almidón resistente, como su nombre lo indica, se resiste a la digestión, es decir no se digiere completamente en el intestino delgado, como otros almidones, sino que se fermenta en el intestino grueso, donde alimenta a las bacterias beneficiosas que favorecen diversos aspectos de la salud, como el control del peso.
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