Renovando con la Gente: la Defensoría cerca de la comunidad
Los vecinos de Oberá (Misiones) se preparan para elegir el próximo 8 de junio a su nuevo Defensor del Pueblo. En esta elección, la lista oficialista “Renovando con la Gente” del Frente Renovador de la Concordia propone a Mabel Lugo como defensora titular y a Mariano Báez Sniechowski como defensor adjunto. Ambos aspiran a transformar la Defensoría del Pueblo en un espacio más cercano a la gente, con énfasis en la participación comunitaria y la defensa de derechos civiles. En las recientes entrevistas los candidatos se describieron como “un equipo profesional” comprometido con “representar y defender los derechos de todos los ciudadanos, independientemente de su afiliación religiosa”.
Lugo y Báez proponen impulsar una Defensoría “de barrio”, con presencia activa en cada sector de la ciudad. Insisten en “estar cerca, escuchar y actuar” como clave de su gestión: esto implica llevar oficinas móviles o puntos de atención a los barrios, articular reuniones con organizaciones locales y registrar constantemente los reclamos vecinales. La propia Lugo, abogada con experiencia en derecho previsional y civil, destaca que para cumplir ese objetivo hay que visibilizar cada reclamo ciudadano y sistematizar el trabajo de la Defensoría. En sus palabras, aspiran a gestionar los derechos de los vecinos mediante un seguimiento ordenado de las solicitudes, de modo que ninguna petición se pierda y se dé respuestas rápidas. La idea es crear un esquema de atención inmediata de reclamos, registrándolos digitalmente y dando seguimiento periódico a cada caso, para acortar plazos y evitar que las quejas se eternicen sin solución.
Otra de las prioridades del binomio es la construcción de redes comunitarias de apoyo. Mariano Báez, quien resaltó su formación como asesor financiero, propone usar la red de iglesias locales como plataforma para llegar a la población más vulnerable. En la práctica, esto significa coordinar con parroquias y capillas de cada barrio para organizar jornadas de orientación, charlas legales y recolección de inquietudes de los vecinos. Asimismo, planean vincularse con clubes de barrio, organizaciones sociales y la propia comuna municipal para potenciar el alcance de la Defensoría. El objetivo es que cada institución – desde una iglesia hasta una escuela o centro vecinal– actúe como puente con la oficina del Defensor, facilitando el contacto directo con los ciudadanos que no siempre cuentan con acceso a internet o no conocen sus derechos. En este sentido, ambos candidatos señalan que aprovecharán esas redes para orientar sobre temas sensibles como el acceso a la energía, el transporte público o la vivienda digna, ayudando a canalizar soluciones concretas desde el Estado hacia la comunidad.
En línea con lo anterior, Lugo y Báez hacen hincapié en la defensa de los derechos civiles de los oberenses y en el acompañamiento jurídico a los sectores más desprotegidos. Señalan que trabajarán sin distinción ideológica ni religiosa, tal como lo afirman, “más allá de la afiliación religiosa”, para garantizar que todos los ciudadanos (especialmente los más vulnerables) puedan hacer valer sus derechos. Destacan que la Defensoría no solo debe recibir denuncias, sino también brindar asesoría legal y seguimiento a personas en situación de riesgo: adultos mayores, personas con discapacidad, trabajadores informales, víctimas de violencia de género, migrantes y demás grupos que suelen quedar al margen de la protección oficial. Para ellos, parte de la misión es fortalecer esa asistenciasobre el terreno, promoviendo el acceso a la Justicia social y los derechos básicos. En la práctica, esto incluiría ofrecer turnos legales gratuitos, difundir información sobre garantías constitucionales y mediar en conflictos vecinales o laborales delicados, siempre con el objetivo de que la ciudadanía sienta el acompañamiento cercano del Defensor.
Paralelamente, la dupla apuesta por sistematizar la gestión interna de la Defensoría para dar respuestas más ágiles. Como resumió Lugo, se trata de transformar cada reclamo en dato relevante: “gestionar y exigir el cumplimiento de los derechos a través de la visibilización de reclamos y la sistematización de la Defensoría”. Planean digitalizar los expedientes y clasificar las quejas por temas, lo que permitiría identificar fallas recurrentes (por ejemplo, cortes de luz o demoras en trámites) y generar informes periódicos para que las autoridades municipales y provinciales tomen nota. La idea es que todo ciudadano reciba un seguimiento personalizado de su caso, y que a través de indicadores estadísticos la Defensoría pueda anticiparse a problemas comunes. Este enfoque de gestión innovador complementa la visión de Báez, que enfatiza la eficiencia administrativa: su formación en asesoría financiera respalda la propuesta de incorporar herramientas de modernización y control para asegurar transparencia y resultados en la institución.
Otro aspecto que subrayan los candidatos es la colaboración con el Poder Ejecutivo local y provincial. Como integrantes del oficialismo regional, Lugo y Báez destacan que su rol en la Defensoría irá de la mano con una relación “cooperativa” con los gobiernos. Planean mantener canales abiertos con la intendencia y la gobernación (ambas a cargo del mismo Frente Renovador de la Concordia) para coordinar acciones conjuntas que beneficien a la población. En sus propias palabras han expresado que, más allá de su función fiscalizadora, buscarán articular con otros organismos del Estado para acelerar soluciones: por ejemplo, elevar reclamos masivos directamente al jefe comunal si se detecta una falla generalizada, o participar de mesas de trabajo con ministros provinciales para temas puntuales. Este enfoque colaborativo se enmarca en la estrategia política del Frente Renovador, que apuesta a sumar esfuerzos entre Ejecutivo y Defensoría en lugar de confrontaciones estériles.
Experiencia profesional y perfiles. Tanto Lugo como Báez Sniechowski respaldan sus propuestas con trayectorias específicas. Lugo es abogada con sólida formación en Derecho civil y previsional. Durante años ha asesorado a particulares en temas legales cotidianos (contratos de alquiler, jubilaciones, defensa al consumidor) y conoce de cerca la burocracia del sistema provincial. Su imagen pública en Oberá incluye también actividades docentes y comunitarias, lo que le da cercanía con diversas necesidades sociales. Por su parte, Mariano Báez Sniechowski suma experiencia en el área financiera y de gestión. Viene del ámbito privado como consultor económico y de asesoría financiera, inclusive con conocimientos de proyectos internacionales (ha trabajado en estudios vinculados al desarrollo regional). Ese perfil técnico lo acerca al manejo de presupuestos y análisis de políticas públicas. Además, ha tenido participación en la gestión política local como activista partidario, lo que le da familiaridad con la dinámica municipal. En la entrevista televisiva ambos resaltaron cómo sus recorridos se complementan: Lugo aporta el know-how jurídico-social y Báez el expertise en innovación y administración.
Semblanza de los candidatos. Elia Mabel Lugo (Oberá, 1980) es abogada recibida en la Universidad Nacional de Misiones, especializada en derecho civil y previsional. Antes de postularse fue directora de asuntos legales en una ONG local, enfocada en derechos humanos, y participó como docente universitaria en materias de Derecho. Es conocida por atender gratis a vecinos de bajos recursos en casos de inquilinato y trámites previsionales. Mariano Andrés Báez Sniechowski (Oberá, 1978) es licenciado en Economía y trabajó varios años como asesor financiero en el exterior. Posee una maestría en Políticas Públicas y Gestión Municipal, y colaboró con organismos internacionales en estudios de viabilidad económica. De regreso a Oberá, se ha desempeñado en la coordinación administrativa de proyectos de desarrollo urbano en el municipio. Ambos viven en Oberá, son casados y tienen hijos, y proclaman compartir una visión de servicio público comprometido.
En conjunto, Lugo y Báez presentan una propuesta de Defensoría municipal “renovada”, basada en la cercanía con los barrios, el uso de redes comunitarias, la defensa activa de derechos y la eficiencia en la gestión de reclamos. Con un discurso cargado de esperanza y compromiso social, prometen transformar el organismo en una herramienta accesible para el ciudadano común. Como concluyen ellos, la meta es “volver la Defensoría una voz concreta de la gente en el gobierno” – una misión que, aseguran, podrán cumplir gracias a la combinación de su formación jurídica y financiera.