Poco más de una década atrás, Julieta Otero se reía de la maternidad en Según Roxi. Como en la vida misma, hoy le pone humor a la menopausia en No me acuerdo las cosas, la obra de teatro que protagoniza entre monólogos y canciones.
Se trata de un unipersonal escrito por Otero y dirigido por Dalia Gutmann, donde se abordan los síntomas, las consecuencias y los efectos secundarios del paso del tiempo. Con la niebla mental como hilo conductor, relata la vida de una mujer que llega a los 50, abrazando las bondades de la menopausia y levantando la bandera de la edad del olvido.
¿Cómo surgió la idea? “El año pasado cumplí 50 y fue un gran shock. Son cosas que una cree que no le van a pasar, pero después te das cuenta que por suerte te pasaron, porque la opción de no cumplir es peor”, bromeó la actriz en diálogo con Clarín.
El impacto del número le dio de lleno: “Los cambios de década siempre son raros, pero 50 tiene un peso un poco más más fuerte, como si uno sintiera que está pasando a otra etapa”. Y ese shock inicial, entonces, se convirtió en el contenido de su nueva obra, donde los pañales y el chat de madres quedaron atrás y dieron lugar a “que todo nos chupe los dos ovarios que ya están casi inactivos”.
«Un tobogán de deterioro»
Julieta ironiza sobre un momento que celebra. No añora el pasado, la juventud ni su estética de otros tiempos: “El mejor momento de mi vida es el que estoy viviendo ahora, yo no volvería un minuto atrás. No es que quiera ser más joven: quiero esta edad, quiero esta cabeza, con el cuerpo no tengo problema. El tema del 50 o más es lo que viene adelante”, aclaró.
Julieta Otero: «El tema del 50 o más es lo que viene adelante”. Foto: Prensa.
Lo que le sucedió, entonces, fue casi una predicción: el sobresalto, en parte, se debió a la idea de “menos tiempo de vida por delante”, algo que describió como «un tobogán de deterioro«. El deseo de ahora en más, puntualizó, es que la vida no transcurra tan rápidamente.
“Visualicé una especie de fin, de entrada a una última etapa más acolchonada con un geriátrico, enfermeras, medicación, pérdida de la memoria. Y ahí rápidamente escribí No me acuerdo las cosas”, dijo.
Igual que en Según Roxi, la pieza que está de gira entre CABA y Provincia (info sobre fechas y entradas en @nomeacuerdolascosas), nació como una suerte de diario íntimo, de las angustias y preocupaciones. «La perimenopausia es eso que te pasa mientras estás criando hijos adolescentes; o sea, no te podés dar cuenta que te están pasando todas estas cosas porque estás en otra», afirmó entre risas quien actualmente es madre de dos jóvenes de 16 y 21 años, respectivamente.
Julieta Otero. Foto prensa.
Las bondades de la menopausia
Pese a ese futuro desalentador con el que bromea, la actriz también reflexiona en la obra sobre una parte más feliz alrededor de la etapa que atraviesa: “Para mí siempre fue un tema lo que los demás piden que yo haga como mujer. En la época de la maternidad me quejé fuertemente con Según Roxi y, ahora, creo que en el tema de la menopausia y de la niebla mental mi grito de rebeldía es decir que está buenísimo que estemos confundidas».
La fluidez verbal abandonó la conversación. Las palabras se alojaron para siempre en la punta de la lengua. Así satiriza Otero esa fase que es mucho más que el fin de la fertilidad. Y sobre esos olvidos, amplió: «Es un gran negocio para las mujeres que estuvimos cargadas toda la vida con una cantidad de responsabilidades, de información y de datos. De repente, mamá, la tía o la hermana ya no es más una computadora. Arreglate, mi amor”.
Julieta Otero: «En la menopausia mi grito de rebeldía es decir que está buenísimo que estemos confundidas». Foto: Prensa.
Las llama “las bondades de la menopausia” y entre ellas detalló: “Los estrógenos se van y por primera vez en la vida sos tu prioridad”. Un cambio rotundo (y, fiel a su estilo, advirtió que varias de sus teorías toman como fuente a TikTok y no al Conicet) es el fin de la tendencia por la cual “la mujer hasta los cuarenta y pico materna a todo el mundo”.
“Con la pérdida de estrógenos empezamos a dejar de maternar en todas las dinámicas grupales, lo cual de entrada me pareció fascinante, libre, bastante rockero”, destacó.
Julieta Otero fue -entre muchos otros personajes- la emblemática Roxi, aquella madre tan progre como políticamente incorrecta. Ahora es el momento de mostrar cómo después de correr durante dos décadas y no llegar a ningún lado, llega ese esperado momento de la vida en que las horas del día empiezan a alcanzar.
Dalia Gutmann dirige a Julieta Otero en «No me acuerdo las cosas». Foto prensa.
El punto en común durante todo el trayecto recorrido, enfatizó, fue el humor. “El humor me organiza bastante el día y la vida; es un eje que me recorre desde la mañana a la noche; es mi medicina, mi manera de entender, mi fuente científica, mi energía. El humor me define y me sostiene”, concluyó Otero.
Sobre la firma
Guadalupe Rivero
Redactora de las secciones Familias y Relaciones. [email protected]
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