Uno de los principales causales del robo automotor es la comercialización ilegal de autopartes, según reporta el Ministerio de Seguridad de la Nación. El mercado paralelo se nutre de unidades robadas para su posterior desarme y venta de piezas.
Como medida de control, el Ministerio de Desregulación, conducido por Federico Sturzenegger, eliminó el Certificado de Homologación de Autopartes y/o Elementos de Seguridad (CHAS) que, según explican, permitirá que se ingresen autopartes al país con mayor facilidad y así achicar el mercado ilegal.
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Pero otra alternativa que surgió en el último tiempo es la de Reciklo, un “marketplace de autopartes” que funciona en la Argentina desde diciembre de 2024, convirtiéndose así en uno de las primeras plataformas de estas características en la región.
Fue desarrollado por tres emprendedores argentinos que buscaron generar una alternativa a la adquisición de autopartes específicas para quienes las necesiten.
La premisa principal es que se puedan adquirir aquellas que hayan transitado un proceso legal y transparente. Aún así, este proyecto, que requirió de una inversión de US$240.000, también tiene como objetivo eliminar el robo vehicular para el desguace ilegal. Así lo comentaba Catriel Videla, uno de sus fundadores: “Nosotros generamos un canal de compra segura para empezar a desincentivar otros canales de venta ilegales. Eso tuvo una buena respuesta por parte del Ministerio de Seguridad de la Nación”.
Otro pilar que el proyecto destaca es el cuidado del medioambiente y la maximización de los recursos. Según estudios, sólo el 5% de las autopartes se reinsertan en el mercado local, punto que genera un gran desgaste ecológico así como US$6 millones de pérdida por destruir piezas que podrían haber sido recicladas.
“La economía de la región se pierde ese monto por no tener políticas de reciclaje de autopartes“, enfatizó Alejandro Quatrochi, socio fundador del proyecto. Según cuentan, en el proceso, Reciklo busca reducir la emisión de dióxido de carbono al ahorrar emisiones en un 80% al reinsertar la pieza al mercado en lugar de producir una nueva.
Rubros encontrados en la propuesta
Uno de los tres fundadores es Alejandro Quatrochi, quien se dedicó gran parte de su vida al rubro de los desarmaderos en la provincia de Córdoba. Él conocía a Catriel Videla, otro de los socios cuyo origen profesional es en el rubo asegurador.
“Catriel me venía a visitar al desarmadero y en una de las visitas fuimos a tomar unos tragos. Allí apareció al idea. De a poco comenzamos a darle forma y la seriedad que necesitaba el asunto”, relató Quatrochi, quien agregó: “Yo siempre tuve la idea de mejorar el rubro de los desarmaderos que siempre fue mal visto. Además, es re importante el recupero de piezas”.
Esa charla viajó desde la provincia de Córdoba a Buenos Aires, donde Catriel comentó la idea en la Universidad del San Andrés (UdeSA), donde realizaba sus estudios. “Cuando empezamos a investigar nos dimos cuenta de que no había nada ni en Brasil (donde se juntaron con Stellantis), ni México, ni en la Argentina. Ahí caímos en cuenta de que era una necesidad que nadie supo explotar”, comentó Catriel.
Dentro de su clase, Catriel tenía un amigo llamado Federico Repond quien, además de haber tenido un paso por el rubro de las aseguradoras, desarrolló su propia empresa de tecnología. De esta manera, parecía estar todo solucionado, ya que él iba a ser el encargado del desarrollo tecnológico.
Entonces, la idea que había surgido por el año 2023 de a poco había comenzado a tomar forma y se tornaba un rompecabezas en el que encajaban sus piezas: con una persona del rubro de desarmaderos, otra del palo de las aseguradoras y una tercera que complementó con el desarrollo tecnológico.
Así surgió, entonces, Reciklo, proyecto que ya tiene funcionamiento y que, cuentan sus creadores, consta de tres instancias principales: la de las aseguradoras, los desarmaderos autorizados y el cliente final.
En lo que hace a la primera parte del recorrido se encuentran los desarmaderos con los que trabajan estos tres socios, que cumplen con las exigencias legales solicitadas. “Todos tienen que estar inscriptos y todas las piezas que se trabajan deben contar con la oblea correspondiente”, comentaron.
“Sólo las empresas aseguradoras pueden ofrecer sus productos a los desarmaderos legales y habilitados con los que contamos”, dijeron los fundadores, quienes se encuentran actualmente trabajando con empresas como Zurich y Paraná Seguros.
Una vez que llegan los autos a los desarmaderos, allí se procede justamente a desarmar el vehículo y cuando ya se rescatan algunas piezas, automáticamente se publican en el marketplace.
“Cuando una persona compra una pieza sabe que está involucrada en una operación totalmente legal y certificada. La pieza suele llegar 48 horas después del momento de la compra y, en caso de que no cumpla con las necesidades, se puede devolver“, comentó Videla, quien dijo que lo que lo distingue del resto es la trazabilidad de cada pieza.
Por último, otro servicio con el que cuenta este sitio web es el de “vehículos en proceso de desarme”. ¿Esto qué quiere decir? Si un usuario ve que están por desarmar un modelo del cual necesita, por ejemplo, una puerta, puede avanzar de todas formas con el proceso de compra.