Los 16 remates desde el punto penal que se ejecutaron el lunes en el partido de los cuartos de final del Torneo Apertura que San Lorenzo le ganó a Argentinos Juniors en el estadio Diego Armando Maradona llamaron la atención de algunos, pero no fueron, ni de lejos, la mayor cantidad de disparos necesarios para resolver una serie en el fútbol argentino.
En la temporada 1988/89 se remató más que nunca desde el manchón blanco ubicado a 11 metros del arco. Fue porque en esa campaña la Asociación del Fútbol Argentino implementó dos medidas relevantes. Una perdura hasta hoy: el otorgamiento de tres puntos para el equipo que gana un partido (hasta entonces solo se conseguían dos). La otra feneció al final de ese certamen: la resolución en una definición con tiros desde el punto penal de los encuentros que terminaban igualados.
El 20 de noviembre de 1988, en un duelo correspondiente a la 12ª fecha de ese torneo, Argentinos Juniors y Racing empataron 2 a 2 en el estadio de Ferro (el conjunto de La Paternal carecía de recinto propio en aquel tiempo). Al momento de definir al ganador, que sumaba dos unidades (el perdedor debía conformarse con una), fue necesario ejecutar 44 disparos.
En esa definición, Argentinos se impuso 20 a 19. Algunos futbolistas tuvieron que patear tres veces y, entre ellos, Sergio González y Jorge Gáspari convirtieron las tres veces para el vencedor. El Bicho solo falló en dos ocasiones: Oscar Dertycia erró una vez y el arquero uruguayo Julio César Balerio detuvo uno de los remates de Carlos Ereros. Otro guardavalla uruguayo, Carlos Goyén, detuvo un tiro de Mario Videla y uno de Carlos Vásquez, mientras que Walter Fernández erró uno de sus tiros.
En ese mismo torneo, Argentinos Juniors protagonizó otra extensa definición: venció 13 a 12 a Deportivo Mandiyú de Corrientes (tras igualar 0 a 0 en el estadio Tomás Ducó) el 25 de mayo de 1989 en un duelo correspondiente a la 37ª jornada en el que debieron ejecutarse 28 remates desde el punto penal.
También 28 tiros fueron necesarios para resolver el encuentro entre Independiente y Deportivo Español el 18 de septiembre de 1988 en el estadio Nueva España por la segunda fecha: tras empatar 2 a 2, el Rojo (que luego se consagraría campeón del torneo) se impuso 12 a 11. Ese día, Sergio Bernabé Vargas se lució desviando tres remates: dos a José Luis Rodríguez y uno a Juan Carlos Segovia.
Más cerca en el tiempo, el 25 de abril de 2012, Boca y Olimpo igualaron 1 a 1 en el Estadio Bicentenario Ciudad de Catamarca por los octavos de final de la primera edición de la Copa Argentina. Fueron necesarios 26 remates para que el Xeneize, que luego se quedaría con ese título, se impusiera 11 a 10. El uruguayo Sebastián Sosa detuvo dos disparos de Martín Rolle y Matías Ibáñez, dos de Cristian Chávez. Andrés Franzoia desvió el 25° remate y Pablo Mouche acertó el 26° para darle la clasificación al conjunto dirigido por Julio César Falcioni.
El 16 de noviembre de 1977, tres días después de que River se consagrara campeón del Metropolitano, Lanús y Platense debieron disputar en la vieja cancha de San Lorenzo un desempate para resolver cuál sería el tercer equipo que descendería a la Primera B (ya habían caído Ferro y Temperley). Tras empatar 0 a 0 en los 90 minutos y en los 30 de suplementario, el Calamar se impuso 8 a 7 en una tanda de 22 penales. Fue la noche gloriosa de Osmar Miguelucci, quien detuvo los remates de Abel Coria, Ángel Benejú, Rubén Sánchez y Orlando Cárdenas.
También en el fútbol de ascenso y en las ligas regionales hubo resoluciones de largo aliento. El 21 de diciembre de 1982, Temperley y Atlanta, que se habían repartido victorias en los dos partidos de la final del octogonal por el segundo ascenso a la Primera División (San Lorenzo había conseguido el primero), debieron ejecutar 26 penales para resolver esa serie. La solitaria atajada de Héctor Cassé ante Enrque Hrabina le dio el triunfo 13 a 12 al Celeste.
El 20 de diciembre de 2009, Juventud Alianza y General Paz Juniors definían en San Juan una de las 10 llaves que otorgaban clasificación a la fase final del Torneo Argentino B, tras la victoria 2 a 1 del elenco cordobés en la ida. El resultado se repitió en la vuelta, esta vez a favor del elenco de Santa Lucía, por lo que fue necesario recurrir a los penales.
En esa serie, General Paz Juniors se impuso 21 a 20 con una particularidad: 41 de los 42 remates fueron convertidos. En el 41° disparo, el arquero visitante Marcos De Tobillas le ganó el duelo a Juan Ruiz. Y luego el propio De Tobillas marcó el último para darle la victoria al conjunto cordobés.
El 21 de noviembre de 2022, Mercedes y Estudiantes definieron al campeón de la Copa de la Liga de Mercedes. Después de igualar 0 a 0, Mercedes se impuso 22-21 en la tanda de remates desde los 11 metros luego de 48 ejecuciones.
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