La alimentación es mucho más que una necesidad biológica: es cultura, tradición y una forma de cuidar la salud.
En los últimos años, numerosos estudios han analizado cómo ciertas dietas tradicionales influyen positivamente en la longevidad, el bienestar físico y emocional, e incluso en la prevención de enfermedades crónicas.
Muchas comparten características similares: el uso de ingredientes frescos y de estación, la baja presencia de alimentos ultra procesados y el equilibrio entre nutrientes. No se trata de contar calorías, sino de entender qué, cómo y con quién se come.
Entonces, frente a tantas opciones valiosas y con beneficios comprobados, surge una pregunta inevitable: ¿qué país tiene la mejor dieta del mundo?
Qué país tiene la mejor dieta del mundo. Alimentación saludable. Bienestar.
Qué país tiene la mejor dieta del mundo
Aunque puede parecer difícil definir cuál es la «mejor dieta del mundo», lo cierto es que existen modelos alimentarios que se destacan por sus beneficios para la salud, su equilibrio nutricional y su impacto positivo en la longevidad y el bienestar general.
El sitio de la prestigiosa compañía de seguros de salud internacionales, William Russell, nos dice que, lejos de las modas pasajeras, las dietas más conocidas del mundo han sido respaldadas por la ciencia y transmitidas de generación en generación.
A continuación, repasamos algunas de las dietas más reconocidas a nivel mundial por su calidad, sus fundamentos nutricionales y sus efectos saludables en la vida cotidiana.
Dieta de Okinawa (Japón)
Isla de Okinawa, Japón. Origen de una dieta rica en algas, pescado, tofu, verduras y mariscos.
Proveniente del archipiélago japonés de Okinawa, esta dieta se basa en alimentos naturales y bajos en calorías como pescado, mariscos, tofu, batatas, algas y verduras. La soja y el pescado fresco, aportan muchísimo para una baja ingesta de grasas saturadas.
Mientras que las algas y los boniatos y otros alimentos con un bajo índice glucémico, que ayudan a regular el azúcar en sangre y a una digestión saludable.
Es muy rica en antioxidantes y baja en grasas saturadas, lo que se asocia con la alta longevidad de la población local. Además, se complementa con una filosofía de vida moderada y activa, lo que potencia sus efectos positivos.
Pasto y pescado. Gran clave de la dieta mediterránea. Grandes beneficios para el corazón./ Foto: Shutterstock.
Dieta Mediterránea (España, Italia, Grecia)
Considerada una de las más saludables del mundo, se compone principalmente de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva como principal fuente de grasa.
También incluye pescado, mariscos y un consumo moderado de vino. Diversos estudios la relacionan con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.
La dieta mediterránea, usa mucho el aceite de oliva y los productos naturales de estación./ Shutterstock.
La dieta mediterránea está relacionada con un mejor control del azúcar en sangre y, por lo tanto, puede ayudar a reducir el riesgo de diabetes tipo 2.
El estilo de vida mediterráneo también promueve la actividad física, las comidas regulares y la interacción social en torno a la comida, creando un efecto positivo adicional en el control del peso, ayudando a reducir el riesgo de obesidad.
Los pescados son un pilar de la dieta nórdica. Salmón, bacalao, arenques y merluza.
Dieta Nórdica (Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia)
Inspirada en los hábitos tradicionales del norte de Europa, esta dieta se basa en el consumo de pescados grasos como el salmón, verduras de raíz, frutas del bosque, legumbres y cereales integrales como la avena y el centeno.
Limita los productos procesados, los azúcares añadidos y las carnes rojas. Se valora también por su enfoque ecológico y sostenible.
Frambuesas. Bayas. Dieta nórdica./ Foto: Shutterstock.
La dieta nórdica se ha asociado con diversos beneficios para la salud, incluyendo una mejor salud cardíaca gracias a su alto contenido de ácidos grasos omega-3 cardiosaludables.
El pescado, los frutos secos y las semillas son los tanques de esta comida con bajo contenido de grasas saturadas.
Dieta Griega
Aunque forma parte de la mediterránea, la dieta griega tiene particularidades que la hacen destacar: un alto consumo de hortalizas, hierbas frescas, legumbres, aceitunas, aceite de oliva virgen extra, pescados y quesos locales como el feta.
A la dieta mediterránea, promovida por la OMS, los griegos le agregan el placer de comer en familia o en grupos./ Foto Shutterstock.
Además, promueve el disfrute compartido de las comidas y un estilo de vida activo y comunitario dando gran importancia a las comidas con familiares y amigos.
Este aspecto social de la alimentación fomenta un enfoque relajado y consciente del consumo de alimentos, lo que puede contribuir al bienestar general .
Arroz y legumbres son dos fuertes de la cocina africana occidental.
Cocina de África Occidental (Nigeria, Ghana, Senegal)
Este modelo alimentario tradicional se caracteriza por su riqueza en vegetales de hoja, batatas y papas, arroz, legumbres y frutas tropicales.
La cocina de África Occidental ofrece una gran variedad de sabores ricos y complejos gracias a su abundancia de hierbas y especias frescas, como el jengibre, el ajo, el comino y el cilantro. Estos ingredientes no solo aportan sabor, sino que también tienen excelentes beneficios para la salud, con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que ayudan a reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer .
Utiliza técnicas de cocción como hervido, vapor o asado, que preservan los nutrientes, y emplea especias naturales como jengibre, cúrcuma y ajíes. Su bajo nivel de procesamiento la convierte en una opción saludable y culturalmente rica.
Paradoja Francesa (Francia)
Francia sorprende con su baja tasa de enfermedades cardíacas a pesar del alto consumo de quesos, manteca y vino.
De hecho, Francia tiene el tercer índice más bajo de enfermedades cardíacas del mundo , solo superado por Corea y Japón, según explica el sitio de William Russell
.Esto se explica por factores como la moderación en las porciones, el énfasis en ingredientes de calidad, la cocina casera y el tiempo que se dedica a comer. Se privilegia el placer y la atención consciente al momento de alimentarse.
El kimchi coreano se elabora a partir de la fermentación de vegetales./ Foto: Shutterstock.
Dieta Coreana (Corea del Sur)
Basada en arroz, vegetales fermentados como el kimchi, legumbres y pescados, esta dieta es baja en grasas y azúcares añadidos.
Sus alimentos fermentadosaportan probióticos beneficiosos para la salud intestinal.
Las técnicas de cocción utilizadas —como el vapor, el hervido o el salteado— contribuyen a conservar los nutrientes.
Dieta israelí (Israel)
Con raíces en la cocina mediterránea y de Medio Oriente, combina vegetales frescos, legumbres, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva, yogur, pescados y especias.
Platos como el hummus, el falafel y el tabule son parte de esta alimentación que destaca por ser equilibrada, rica en fibra y antioxidantes, y favorable para la salud del corazón.
La comida peruana, de gran sabor, incluye pescado, maíz, quinoa y frutas tropicales. Ceviche peruano./ Foto: Unsplash.
Dieta peruana (Perú)
Considerada una de las cocinas más variadas del mundo, la dieta peruana tradicional incluye pescado (como el ceviche), papas, maíz, quinoa, ajíes y frutas tropicales.
Su base andina aporta nutrientes esenciales, y su mezcla cultural ofrece una variedad de platos sabrosos y balanceados, que priorizan ingredientes frescos y naturales.
Dieta india (India)
Marcada por el uso de legumbres, arroz, vegetales, especias como la cúrcuma, el comino y el jengibre, y un consumo limitado de carnes, la dieta india es rica en antioxidantes y antiinflamatorios naturales.
Aunque el uso de frituras y dulces puede variar según la región, en su forma más tradicional es muy beneficiosa para la salud digestiva y cardiovascular.
La cocina india utiliza una selección de grasas saludables como el ghee (mantequilla clarificada) y el aceite de coco, que pueden ayudar a mejorar los niveles de colesterol y favorecer la salud cerebral . Por otro lado, el énfasis de la dieta india en las fuentes de proteína vegetarianas y veganas hace que muchos platos sean bajos en grasas saturadas y ayudan a controlar la ingesta calórica.