Un empresario vinculado a Rovira gana poder en el streaming libertario del «Gordo Dan»

Uno de los socios comerciales del hijo del mandamás misionero Carlos Rovira, Augusto Marini, se quedó con la mayor paquete accionario del streaming libertario Carajo, en el que Javier Milei y Manuel Adorni compartieron un show televisivo de 6 horas en la previa a las elecciones porteñas. También tiene acciones y un programa allí el tuitero libertario Daniel Parisini, alias «Gordo Dan», uno de los «generales» de agrupación «Las Fuerzas del Cielo».

Como contó Clarín tras el fracaso del proyecto de Ficha Limpia, que impedía ser candidatos a los condenados por corrupción en segunda instancia, hay un ingrediente más que condimenta el supuesto pacto entre el Ejecutivo y el ex gobernador misionero, que mandó a votar en contra de la iniciativa a dos senadores de su fuerza. Su hijo Ramiro mantiene desde hace años vínculos comerciales con Marini, uno de los fundadores del streaming propagandista de la batalla cultural libertaria.

Lo cierto es que este martes Marini se quedó con el 70% de Carajo al comprarle el porcentaje que detentaba la consultora Fixer; en tanto, el Gordo Dan conservó el 30% del paquete accionario del canal digital. Al parecer, Daniel Parisini intentó adquirir dichas acciones pero el socio del hijo de Rovira ejecutó una mejor oferta.

Producto de la misma operación, que a la postre decantó la salida de Fixer del negocio, el empresario también se quedó con el 90% del paquete accionario de Blender, un streaming con una programación en vivo más «peronista/kirchnerista» y que también crea contenido para plataformas con Tik Tok o Instagram. En verdad, Marini es el frontman, entre otros negocios, de Cale Group, por el que maneja Alegra Med, una empresa de telemedicina vinculada con el gobierno misionero.

Negocios con la medicina y los eventos

«Contribuimos a mejorar el acceso a la atención médica mediante modelos disruptivos e innovadores que reducen la barrera de la inequidad», se presenta la firma en la web de Cale Group aunque su propia plataforma oficial se encuentra «en construcción». La firma provee el servicio de medicina online, turnos y gestión a los habitantes de la provincia mesopotámica.

Ramiro Rovira, además, tiene un vínculo comercial con un amigo de Marini, el también empresario Joaquín Basanta, con el que en diciembre pasado inscribió la sociedad “Incertidumbre” dedicada a la organización de eventos y la producción musical.

Marini y Basanta han compartido estadías en el balneario uruguayo de Punta del Este, donde participaron de fiestas. Al primero se lo sindica, según fuentes consultadas, como un empresario «al que le gusta el alto perfil».

En este contexto, Milei utilizó varias veces el canal Carajo para sumar capítulos en su denodada batalla cultural contra «la casta» y el «comunismo». En su larga visita del 9 de mayo, Milei intentó despegarse del supuesto pacto con Rovira para voltear el proyecto de Ficha Limpia en el Senado, que impedía por ejemplo a Cristina Kirchner ser candidata en los próximos comicios.

El Presidente insistió con su estrategia de responsabilizar al PRO. “Venía avisando que los ñoños republicanos estaban tramando algo sucio. Con sus medios afines instalaban que estaban los votos, pero una cosa es decirlo y otra es contarlos. Ese laburo lo hacen Guillermo Francos y Santiago Caputo, y los votos no estaban”, dijo el jefe de Estado en Carajo.

Pero desde Misiones un funcionario de Hugo Passalacqua -el gobernador en los hechos de la provincia donde aún talla con fuerza Carlos Rovira- admitió que los dos senadores misioneros votaron contra el proyecto con el objetivo de beneficiar al Gobierno nacional y acusó a Mauricio Macri de montar una presunta operación para sacar a Cristina Kirchner de las próximas elecciones.

Adolfo Safrán, ministro de Hacienda, sostuvo en un extenso posteo en X que los legisladores de su partido dieron «una muestra de la independencia política de Misiones y su autonomía con respecto a las estructuras partidarias nacionales» y destacó que Carlos Arce y Sonia Rojas Decut rechazaron una ley que consideró «hecha a la medida del macrismo».