La Cámara de Molineros Yerba Mate Zona Productora pareció quitarle el respaldo a su propio presidente, a quien no nombre en el comunicado que dio a conocer a propósito de la polémica generada por Víctor Saguier. Un entusiasta defensor de la desregulación a quien poco antes había desautorizado la misma firma a la que pertenece, La Cachuera. La creadora de Amanda defendió sus orígenes de convivencia con colonos y cooperativas, tan alejados de su representante.
Los dichos del presidente de la Cámara de industriales, Víctor Saguier, gerente ejecutivo de La Cachuera, fueron desautorizados por el director Carlos Szychowski, heredero del fundador Juan Szychowski. “Siempre defendimos a los productores –no porque seamos humanitarios, aunque sí lo somos-sino porque defendemor de ellos“, señaló en declaraciones periodísticas en las que calificó de “horribles” los dichos de Saguier.
Ahora es la Cámara, que lo tiene de presidente, la que emite un comunicado que va en la misma dirección:
“En relación a las declaraciones que involucran al Presidente de nuestra Cámara de Molineros Yerba Mate Zona Productora (CMYMZP) expresamos que desde su origen -hace más de 75 años- la entidad siempre ha bregado por la defensa de la actividad yerbatera mediante la institucionalidad, ajustando su accionar a las políticas vigentes en cada momento, sin perjuicio de expresar su punto de vista sobre la actualidad con respeto y sin expresiones altisonantes.
“Desde ese mismo accionar propiciamos el debate serio y superador sobre los distintos aspectos de la actividad, con el objeto de mejorar el producto insignia de la tierra colorada y expandir el mercado consumidor a través de políticas genuinas y sostenibles en el tiempo que beneficien a todos los eslabones de la cadena productiva. No somos partidarios de medidas oportunistas ni voluntaristas, cuyos efectos beneficiosos se extinguen cuando las mismas se discontinúan o agotan.
“La situación actual del sector, caracterizado en parte por una baja del precio de la materia prima, obedece a distintas causas. Entre ellas, se destacan el aumento de la producción a raíz de un mejoramiento de las condiciones climáticas de años anteriores y, el resultado de políticas implementadas durante años por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM).
“La Cachuera S.A., empresa socia de nuestra entidad, es una empresa pionera en el sector yerbatero y molinero, que con su actividad genera empleo genuino a varios centenares de familias misioneras, contribuye al sostenimiento del Estado Nacional, Provincial y Municipal a través del pago de impuestos, por lo que cuenta con el más firme respaldo de la CMYMZP”, concluye.
Parece evidente, entonces, que el industrial ignoraba por completo cómo creció esta economía regional, cómo en los tiempos modernos se había buscado conciliar intereses de todos los miembros de la cadena productiva, y cuánto de atraso sobrevino cuando la desregulación de los 90 quebró ese entramado.
Porque se abrió entonces un periodo de estancamiento, bajos precios; se mal vendieron las chacras, la maquinaria se volvió obsoleta. Esos viejos tractores se vieron cuando la gran protesta de la producción derivó en la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate, buscando recrear el consenso entre todos los estamentos, buscando la modernización y fijando precios mínimos sostenidos en la grilla de costos.
Y aunque muchos pensaran que todavía podía hacerse más, no era la desregulación el mecanismo buscado para continuar avanzando ya con los parámetros del siglo XXI: yerba mate orgánica, mayor apertura del mercado interno y de los mercados externos; mayor tecnología en los procesos.