Confirman que la información que se obtuvo del celular de Alberto Fernández no podrá ser destruida

Con un voto mayoritario, la Cámara Federal porteña avaló de forma provisoria la decisión del juez Julián Ercolini: toda la información extraída del celular de Alberto Fernández no podrá destruirse, como había pedido la abogada defensora del expresidente, Silvina Carreira. Tampoco podrá obtenerse una copia forense, como solicitó la asesora letrada de Fabiola Yáñez.

En el marco de la causa en la que Alberto Fernández fue procesado por hechos de violencia de género, el juez Ercolini ordenó la apertura del celular del ex presidente con el fin de recuperar conversaciones con Fabiola Yañez. También se ordenó la extracción de mensajes que se hayan intercambiado con la madre de la ex primera dama.

La misma Sala de la Cámara Federal que confirmó el procesamiento de Fernández por dos hechos de lesiones leves y un hecho de lesiones graves, doblemente agravados por el vínculo, abuso de poder y autoridad, y amenazas coactivas, ahora validó que todo lo que se obtuvo del celular y de la tablet de Alberto Fernández no podrá destruirse.

La medida de prueba inició hace dos semanas y quedó a cargo del cuerpo de peritos de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP), un organismo de la Procuración General de la Nación. El pedido es específico: se abrirán la tablet y el celular de Alberto Fernández que se secuestraron en agosto del año pasado, pocos días después de que Fabiola Yañez impulsó la acción penal.

El objetivo del peritaje es recuperar los mensajes y conversaciones entre Fernández y la ex primera dama. También se ordenó la extracción de las charlas que el ex mandatario pudo haber sostenido con la madre de Yañez.

Frente a los reclamos de la defensa de Alberto F., el juez de instrucción ordenó que indiquen y precisen “en forma detallada los archivos multimedia que desean obtener a los efectos de analizar su pertinencia” y rechazó el pedido de destrucción total de la extracción forense luego de haberse practicado el análisis ordenado, según se consigna en la resolución judicial.

La medida fue apelada por la defensa del ex presidente y la Cámara Federal porteña confirmó provisoriamente la decisión del juez de instrucción. “Por el momento debe avalarse el temperamento adoptado, sin perjuicio de señalar que -una vez terminado el peritaje- el magistrado debe reevaluar, como ya he dicho con anterioridad, la restitución de los dispositivos que son propiedad del imputado Fernández”, señalaron los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah.

En sentido contrario y pidiendo que el fallo de Ercolini se revoque, avalando el pedido de Alberto Fernández, firmó el camarista Roberto Boico.

En el voto mayoritario los jueces explicaron que tiene razón Ercolini “en el rechazo a la destrucción de la extracción forense, no solo en este estadio sino también luego de la culminación del peritaje”.

Los camaristas indicaron que la medida que rechaza la destrucción del contenido del celular y la tablet de Alberto Fernández, “como se ha ordenado la transcripción de conversaciones entre determinados abonados telefónicos, la eliminación de la fuente de la cual se obtendrían esos elementos podría afectar la trazabilidad de esa prueba”.

En este expediente se dio por corroborado que en un “contexto de violencia de género signado por la particular relación asimétrica de poder entre Alberto Fernández y Fabiola Yañez, por lo menos desde el año 2016 hasta el 6 de agosto del 2024, el imputado se habría aprovechado de la especial situación de vulnerabilidad preexistente al vínculo en la que se encontraba inmersa su pareja”.

Fue en ese marco que se acusó al expresidente de haber “ejercido con habitualidad y de modo continuo, violencia psicológica contra Yañez, bajo las formas de acoso, hostigamientos, controles, indiferencia, insultos, culpabilización, destrato, retiro de la palabra, ninguneos y hostilidad”.

A lo largo de la resolución judicial confirmada por la Cámara, quedó demostrado que «la relación se encontraba atravesada por violencia habitual y constante, fundamentalmente psicológica, con episodios de violencia física recurrente”.