Germinar tus propias hortalizas en casa es un modo de consumir alimentos orgánicos y frescos y colaborar con el medio ambiente, ya que evitás el traslado de productos y las emisiones de carbono que esto conlleva. Además, es una actividad entretenida y educativa para toda la familia.
Para lograrlo con éxito, es fundamental conocer el momento justo para sembrar, el tipo de recipiente, sustrato adecuado y el cuidado necesario durante la germinación. Alberto Sánchez Estrada, profesor de Tecnología de Alimentos de Origen Vegetal en el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) de México, cuenta los secretos para que cualquiera pueda hacerlo desde casa.
¿Cuándo sembrar hortalizas? El momento ideal
No todas las semillas germinan bien en cualquier época del año. Algunas, sobre todo las que producen frutos como tomate, calabacita, pimiento o chile, necesitan condiciones específicas, especialmente en zonas donde el calor del verano dificulta su crecimiento. Es clave investigar qué especies son aptas para la temporada y planificar con anticipación.
Si contás con un invernadero casero o un cuarto con control de temperatura y luz, podés ampliar las posibilidades para cultivar durante todo el año.
El recipiente perfecto: reutilizá y cuidá el ambiente
Para germinar, podés usar envases reciclados de bebidas o productos de cocina (de 355 ml, 500 ml o más grandes). Solo hay que cortar la parte inferior y usarla como base para depositar las semillas. Es una opción económica, sustentable y práctica.
Es importante elegir la época adecuada según la especie y las condiciones climáticas. Foto: Shutterstock.
El sustrato: adaptá según tu planta y bolsillo
No hay una receta única para el sustrato. Algunos prefieren usar peatmoss, que es más caro, otros tierra de jardín, y otros mezclas caseras con arena, gravilla y tierra. Todo depende del tipo de hortaliza que quieras germinar y del espacio con que cuentes.
Cuidados esenciales: riego y humedad constantes
La hidratación adecuada de la semilla y el control permanente de la humedad
Método 1: germinación en servilletas
- Poné una doble capa de servilletas en un recipiente plástico o de vidrio y humedecelas sin inundar.
- Distribuí las semillas separadas para evitar saturar.
- Cubrí con otra capa humedecida y mantenelo en un lugar con poca luz y a 20 °C.
- Revisá seguido que las servilletas no se sequen.
- Cuando las plántulas midan entre 2 y 5 mm, trasladalas a un lugar con luz indirecta.
- Trasplantá al sustrato definitivo una vez que las hojas cotiledones aparezcan, cuidando las raíces.
Mantener la humedad correcta es fundamental para el éxito de la germinación. Foto: Pexels.
Método 2: germinación en algodón
- Colocá capas compactas de algodón en un envase limpio y humedecelo sin que haya agua acumulada.
- Distribuí las semillas sobre el algodón y cubrilos con otra capa humedecida. Tapá el envase.
- Mantenelo en un lugar con luz indirecta y 20 °C.
- Aireá el cultivo destapando por 10 minutos cada 3 a 4 horas para semillas que germinan rápido, o cada 24 horas para las que tardan más.
- Cuando las plántulas tengan unos 5 cm y las primeras hojas verdaderas asomen, trasladalas al sustrato definitivo.
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