Por más que la Fórmula 1 se autopromociona como la categoría reina del automovilismo, hay un circuito donde las reglas del juego cambian: Mónaco. Allí, la estrategia puede pesar más que la velocidad o las habilidades de los automovilistas para el sobrepaso de los coches, y lo que se define como “juego limpio” se vuelve algo borroso. Y este domingo fue Carlos Sainz quien protagonizó y expuso esa situación.
Tras una carrera marcada por la táctica extrema y el letargo estratégico, el piloto español de Ferrari puso el foco sobre un viejo problema del Principado: la facilidad con la que se puede manipular una carrera sin quebrantar el reglamento.
“No era algo que teníamos pensado hacer, pero es algo que nos lo hicieron a nosotros. Se demuestra que las dos paradas no sirvieron de nada y la carrera sigue siendo súper aburrida”, disparó Sainz Jr.
🗣️ Carlos Sainz, muy duro contra lo ocurrido en Mónaco
«La gente manipula la carrera con ritmos, como hemos hecho nosotros. No hemos corrido una carrera, hemos hecho lo que hemos querido»#MonacoDAZNF1 🇲🇨 pic.twitter.com/Lj1PldnlbO
— DAZN España (@DAZN_ES) May 25, 2025
Luego, amplió: “El problema de Mónaco es que prácticamente no hay espacio para adelantar y que podés conducir a 3 o 4 segundos más lento que tu ritmo y todavía no adelantarte mientras corras en los sitios que hay que correr”, explicó Sainz. Y fue más allá: “Mónaco te permite manipular la carrera de la manera que vos querés”. La carrera principal de la Fórmula 1 en el circuito urbano de Mónaco ofreció todo lo que se espera del trazado más emblemático del calendario: glamour, tensión estratégica y, como ya es habitual, muy pocos sobrepasos.
El británico Lando Norris (McLaren) cumplió con el designio histórico del piloto que firma la pole position en el Principado: sellar la victoria. Una estadística que se impone por encima de cualquier destreza en el trazado urbano monegasco: en 33 de las 71 visitas, quien el sábado se impuso en la qualy, al día siguiente se alzó con el triunfo;
Pero lo que debería haber sido una competencia táctica se transformó en el centro de un debate sobre los límites de la ética deportiva.
¿Qué pasó en la carrera?
Debido a una regla que exige realizar dos detenciones obligatorias, varios equipos ejecutaron una táctica ya conocida pero cada vez más controvertida: hacer que un piloto del mismo equipo reduzca su ritmo drásticamente para retrasar al pelotón y permitir que su compañero entre y salga de boxes sin tráfico. En Mónaco, donde pasar a otro auto es prácticamente imposible, esta maniobra se vuelve extremadamente efectiva… y al mismo tiempo polémica.
Las dos detenciones obligatorias para cambiar neumáticos provocaron múltiples especulaciones: desde Max Verstappen, que demoró su última visita al garaje con la esperanza de una neutralización que lo empujara a la victoria, al juego de equipo que ejecutaron los pilotos de Racing Bulls (RB) y Williams para abrir ventanas de tiempo que impidiera perder puestos tras las paradas.
Isack Hadjar y Liam Lawson finalizaron sexto y octavo, sumando 12 puntos para RB; Alexander Albon y Carlos Sainz Jr. ocuparon los dos últimos casilleros que entregan premio y cosecharon tres unidades para la escudería de Grove, que se mantiene quinta en el Mundial de Constructores.
Precisamente esa jugada de Sainz e favor de Albon fue el foco de críticas tras la carrera. Sin embargo, lejos de hacerse el distraído, el español justificó la estrategia en declaraciones que consigna el diario Marca.
«A nosotros nos manipularon la carrera al principio con Lawson, que consiguió girar 40 segundos más lento de lo que podía ir, para que Hadjar parase dos veces, luego yo conseguí otros 40 segundos más lento para que Alex parase dos veces y luego Alex fue 40 segundos más lento para que yo parase dos veces. Así que ahí tenés un poco el resultado de, al final, el problema que tiene Mónaco en estos momentos- y esa laguna un poco en el reglamento- que te permite manipular la carrera de esa manera a favor de tus compañeros de equipo y que cada año los equipos explotan más», explicó.
El piloto de Ferrari luego detalló: “Yo lo hice con McLaren en el 2019, donde Lando me ayudó a terminar séptimo esa carrera gracias a lo que hizo, pero desde entonces cada año se hace más», recordaba. Incluso deslizó que durante la transmisión televisiva iba pensando en ideas para cambiar el reglamento: “Iba tan aburrido que pensaba qué se podría hacer para que esto no se pudiera repetir. Se me ocurrieron ideas muy extrañas, pero hay que pensarlo”.
El debate ético
La gran pregunta que deja Sainz flotando en el aire es si este tipo de maniobras —permitidas por el reglamento— deberían ser revisadas desde el punto de vista ético y deportivo. Comparó esta estrategia con el tristemente célebre caso de Nelson Piquet Jr. en Singapur 2008, aunque con un matiz:
“Eso mismo quise traer un poco a la mesa, no tanto por que es mucho más grave forzar un accidente a alguien, pero el espíritu es el mismo: estás manipulando la carrera, manipulando el resultado y eso es lo que te permite Mónaco y eso es lo que creo que como deporte tenemos que mirar y asegurarnos que no se puede hacer porque es muy obvio, el que lo va haciendo es realmente obvio».
Finalmente, Sainz compartió lo que pensaba mientras practicaba esa jugada: ”iba tan aburrido que iba diciendo qué se podría hacer aquí en Mónaco para que no se pudiese hacer esto. Ahora lo tengo que pensar más, pero iba muy caliente en el momento y se me ocurrieron ideas muy extrañas. Pero sí, hay que pensarlo».