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Pocos imaginaban que San Lorenzo y Platense podían quedar entre los cuatro mejores del Torneo Apertura de 30 equipos. Pero ahí están, listos para dirimir este domingo desde las 16.00 horas, en el Nuevo Gasómetro, quién jugará la final el domingo 1 de junio en Santiago del Estero contra Huracán.
Y casi nadie los tenía como candidatos porque San Lorenzo, que terminó cuarto en la zona B (a cinco puntos de Rosario Central, el líder), además está envuelto en una grave crisis institucional con su presidente acusado de cobrar coimas y el plantel empujado a presionar con un paro por falta de pago.
Así y todo, el Ciclón sopla fuerte.
Y porque Platense, que finalizó sexto a 11 puntos de Central, tenía ya en octavos de final un rival que parecía fuera de su medida: Racing, en el Cilindro. Sería sin embargo el primer paso de lo que puede ser una auténtica hazaña del Calamar, que ya sumó otro golpe heroico al vencer a River en el Monumental. Siempre de visitante, si también baja a San Lorenzo será histórico.
San Lorenzo, con el plus de su gente en el Bajo Flores. Foto: Mariana Nedelcu.
Así y todo, el Calamar muerde.
Para sumar datos se puede agregar que en la tabla anual, jugadas las 16 fechas de la fase regular del Apertura, San Lorenzo quedó noveno y Platense décimotercero.
Así y todo, los dos fueron bajando favoritos y uno estará en la gran final.
Platense vive un sueño del que no quiere despertar. Foto: Fotobaires.
Pero más allá de los números los dos equipos tienen razones para estar donde están. De hecho, se lo ganaron en la cancha. San Lorenzo, derrotando 2-1 a Tigre y luego a Argentinos (1-1 y 8-7 en penales), que era uno de los candidatos a pelear el título. El Ciclón es un equipo moldeado por la experiencia y el pragmatismo de su técnico Miguel Ángel Russo, el Ancelotti argentino. Sólido en defensa a partir de la dupla central que integran Jhohan Romaña y Gastón Hernández, práctico en el medio donde el toque de distinción lo aporta el español Iker Munian, y económico en ataque, donde Andrés Vombergar aporta potencia y gol. Imposible olvidar el despliegue y la inteligencia de Malcolm Braida.
A propósito de Russo, ¿cómo reaccionara esta tarde el Nuevo Gasómetro repleto ante el fuerte rumor que vincula a su entrenador con Boca en forma inmediata?
Miguel Ángel Russo, cerca de otra estrella, esta vez con San Lorenzo. Foto: Mariano Morente.
Platense también es un equipo a imagen y semejanza de la dupla técnica que forman Favio Orsi y Sergio Gómez. Dos entrenadores laburantes, que se han hecho de abajo pero que se vienen ganando su continuidad en Primera. Dicen en Saavedra que una de sus varias virtudes es que conocen desde adentro el club, ya que ambos pasaron por Platense antes como jugadores.
El Calamar supo creer en sí mismo e imponerse ante la llave más difícil que se podía imaginar: Racing en el Cilindro (le ganó 1-0) y River en el Monumental (le ganaba 1-0 hasta el descuento y pese a la pésima actuación del árbitro Yael Falcón Pérez logró el pasaje en la definición por penales, por 4-2).
Gómez levanta a Orsi, la dupla de Platense se hizo de abajo y va por la gloria.
Ahí hay una enorme virtud: no derrumbarse ante la injusticia y la adversidad. Platense, también un equipo sólido en defensa, tiene además una enorme convicción. En el fondo se destacan su capitán Ignacio Vázquez (¿cómo olvidar su mirada al vacío mientras Falcón Pérez hacía el sorteo para los penales?), en dupla con Oscar Salomón. Ellos, bien acompañados por los demás, se bancaron a Maravilla Martínez, Maxi Salas, Franco Mastantuono (mención especial para el lateral Tomás Silva en esa tarea), Franco Colidio, etc etc.
El termómetro en el medio se llama Leonel Picco, un gigante de 192 centímetros que está siempre en el lugar correcto. Más adelante, Guido Mainero y Vicente Taborda aportan buen pie, pero sin dejar de correr a todos. Y el paraguayo Ronaldo Martínez es clave en el juego áereo y la última puntada ofensiva para llegar a Augusto Liotti.
¿Qué puede pasar esta tarde? Las características de los dos equipos invitan a imaginar un partido cerrado, en el que el primer gol (si lo hay) marque la postura de cada uno. Porque tanto San Lorenzo como Platense se sienten más cómodos cediendo la posesión al rival y buscando los espacios. Pero esto es fútbol, un deporte lleno de sorpresas y variables. La única realidad es que uno de los dos festejará ser el finalista del Torneo Apertura.
