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La muerte es parte de la vida, pero afrontarla siempre es una experiencia difícil. La pérdida de un ser querido
El duelo, ese proceso emocional que se activa tras una pérdida, no tiene tiempos ni formas universales: cada persona lo atraviesa a su manera, con sus propios ritmos, necesidades y heridas.
Acompañar a alguien en ese complejo camino no implica encontrar palabras perfectas, sino estar presente con respeto y empatía. Acompañar es estar, incluso cuando no sabemos qué decir.
Sin embargo, en el intento de consolar, muchas veces decimos cosas que pueden herir más que aliviar.
Conectar con el dolor es parte del duelo para poder sanar. Foto: Shutterstock.
Qué cosas no se le deben decir a alguien cuando está de luto
En un artículo del Blog de ayuda en duelo, de la fundación española FMLC, la psicóloga Sara Losantos explica que, en un proceso de duelo, hay frases y actitudes que, aunque se digan con buena intención, pueden generar más dolor que consuelo. “A veces la mayor ayuda que podemos ofrecer es nuestra presencia, nuestra escucha y nuestro cariño, y eso es más que suficiente para aliviar a la otra persona”.
Con años de experiencia trabajando con personas en procesos de duelo, la especialista destaca que cada pérdida es única, por lo tanto, generalizar las emociones o minimizar el dolor con frases automáticas no solo resulta ineficaz, sino que puede hacer que la persona se cierre aún más.
Según Losantos, hay frases que responden a un patrón cultural que tiende a evitar el contacto profundo con el dolor. Cambiar la forma en que nos vinculamos con quienes están de duelo no solo mejora el acompañamiento, sino que también humaniza el proceso de despedida.
Entre las expresiones más frecuentes que conviene evitar, señala cinco en particular que deberían repensarse.
1) “Sé cómo te sentís”
Aunque pueda parecer empática, esta frase parte de una suposición errónea: que todos sentimos lo mismo ante una pérdida. Como cada vínculo y circunstancia son distintos, nadie puede saber con certeza lo que el otro está atravesando. En lugar de abrir un espacio para que el doliente se exprese, esta frase lo puede inhibir o hacer sentir incomprendido.
2) “No te preocupes, el tiempo lo cura todo”
Confiar ciegamente en el paso del tiempo puede ser contraproducente. El duelo no se resuelve de forma automática: implica decisiones, afrontamiento y un proceso activo por parte de quien lo transita. El tiempo por sí solo no es sanador, simplemente pone distancia con respecto al hecho vivido.
La frase «sé cómo te sentís» no es auténtica, nadie puede saber eso con certeza. Foto: Shutterstock.
3) “Si necesitás algo, llamame”
Este ofrecimiento, aunque bienintencionado, suele ser tan amplio que se diluye. Frente al dolor, es más útil ofrecer ayuda concreta o tomar la iniciativa para contactar a la persona. Esperar que sea el doliente quien tome ese paso puede no ser realista, sobre todo cuando está abrumado emocionalmente.
4) “No llores, al menos no sufrió”
Según como haya sido la muerte, este tipo de comentario apunta a relativizar el dolor. Sin embargo, el sufrimiento por la pérdida existe más allá de las circunstancias. Morir sin dolor no reduce el impacto emocional que provoca la ausencia definitiva de una persona querida.
5) “Ahora tenés que ser fuerte”
Esta frase encierra una idea equivocada: que expresar tristeza es sinónimo de debilidad. En realidad, poder manifestar el dolor es un signo de fortaleza emocional. Fingir entereza o reprimir el llanto solo obstaculiza el proceso de sanación y puede generar culpa o presión innecesaria.
