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El dato sorprende. En realidad, confirma una tendencia que aumenta año tras año. En la Premier League que acaba de finalizar hubo nada menos que nueve goles que tuvieron la asistencia directa del arquero. Lo que antes era un hecho excepcional, hoy se está convirtiendo en algo más habitual. Pero… ¿a qué se debe?
No todo es lo que parece
Ojo que este fenómeno de la liga inglesa puede confundir. El dato podría tener una interpretación lógica: que los equipos ahora juegan más en largo desde su propio arco. Bien directo. De los pies del arquero al 9. Sin embargo, no está pasando tanto eso. Las apariencias, a veces, engañan…
Según datos de Opta, cada vez hay menos lanzamientos largos del arquero en los saques de arco en Inglaterra. La proporción es uno de tres (un envío de larga distancia cada dos pases cortos). El pase largo en busca de los delanteros se utiliza más como un recurso que como un plan A. De acuerdo con la estadística, cada vez más se reduce la cantidad de pases del arquero que superan los 40 metros de distancia (bajó un 4% comparado con la temporada anterior).
¿Cuál es el motivo entonces de estos nueve pases-gol de los arqueros? La razón está en que esta temporada se vivió un auge de presiones mano a mano en toda la cancha. Ante la construcción en salida, muchos equipos optaron por defenderse de esa manera en lugar de bloques bajos o superioridades numéricas defensivas.
Dime cómo me presionas y te diré cómo te ataco…
Con ese tipo de pressing, uno contra uno, el hombre libre del equipo que tiene la posesión pasó a ser… ¡su propio arquero! Cuando el hombre libre no es un jugador de campo porque los diez están marcados, eso implica que los atacantes pueden protagonizar duelos 1vs1 contra los defensores.
De ahí que, ante esa presión deliberada y estratégica para evitar la progresión de un juego elaborado, el arquero contó con mayor tiempo y espacio para elegir el camino más sencillo al arco rival: el pase largo hacia campo contrario para que el delantero intente ganar su duelo personal contra el defensor. Pragmatismo 1 vs. fundamentalismo 0.
Las presiones de ese tipo fueron al hombre, no sobre la pelota. Traducido: se marcaba a los posibles receptores del pase, no al poseedor del balón (el arquero). De ahí que, en muchas ocasiones, el 1 hasta podía salir de su área con la pelota buscando atraer a algún rival. Si eso no sucedía, era inevitable el pase largo al espacio, por detrás de la última línea defensiva rival.
Frente a ese contexto, uno de los que se destacaron fue Ederson. El arquero del Manchester City posee una virtud crucial para aprovechar esas situaciones: su excelente pegada. Capaz de enviar pases de más de 70 metros (conserva desde el 2018 el récord Guinness por un saque de meta que alcanzó los 75,35 metros), el brasileño se dio el lujo de meter cuatro asistencias en esta Premier League.
Ederson, clave para el City ante el Brentford con su asistencia a Haaland.
Los otros arqueros que se disfrazaron de asistidores esta temporada fueron: Mark Flekken (Brentford), Jordan Pickford (Everton), Bernd Leno (Fulham) y Bart Verbruggen (Brighton).
Pickford, arquero del Everton, metió una asistencia en esta Premier.
Para dimensionar ese número de Ederson (arquero con mayor cantidad de asistencias en la historia de la Premier), vale la comparación con Erling Haaland, el hombre de referencia del ataque del equipo de Pep Guardiola. Ambos finalizaron la Premier con la misma cantidad de pases-gol: 4 (el arquero en 25 partidos y el 9 en 31 encuentros).
Mirá las cuatro asistencias de Ederson esta temporada:
Ederson –
Las cuatro asistencias de Ederson esta temporada
El arquero del Manchester City se destacó por sus pases-gol en esta Premier.
Incluso estas acciones puntuales son trabajadas pese a que parecen espontáneas. Cuando el equipo que inicia el juego descubre ese tipo de presión mano a mano, aparecen movimientos de los delanteros para «vaciar» un determinado sector en campo rival para que allí vaya el teledirigido de su arquero. O puede ocurrir que un atacante retrocede para arrastrar y fijar una marca y que la pelota sea enviada a espaldas de ese rival para el pique en diagonal de un extremo.
Otra vez, como ocurrió a partir de 1991, cuando se cambió la regla del pase hacia atrás y el arquero debió perfeccionar su técnica con los pies, el dueño del arco surge como pieza clave para la evolución del juego. Ante presiones altas, organizadas y con mano a mano en toda la cancha, la pelota siempre al 1…
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