Platense no se olvidó. Todavía duele aquella final perdida con Central en 2023. Pero dolió bien. Porque fue el combustible para construir esto: un equipo que va por todo. Y no es casualidad. El Calamar armó un plantel con una base que ya sabe lo que es jugar una final y le sumó piezas clave. Porque para volver a soñar, hay que saber de dónde se viene. Cinco jugadores quedan de aquella vez en Santiago del Estero. Y todos, de una forma u otra, están metidos en esta historia.
El caso más fuerte es Leonel Picco, ídolo de la gente. En 2023 no fue titular y muchos lo recuerdan como una de las ausencias más sentidas. Hoy es indiscutido. Forma un doble cinco tremendo con Rodrigo Herrera. Corre, marca, recupera y sale jugando. Hoy Picco es Platense. Y eso lo saben en el banco y en la tribuna.
Leonel Picco, jugador de Platense
Arriba, el que cambió de rol es Ronaldo Martínez. En la era Palermo jugaba de mediapunta. Hoy es el 9 titular. Metió dos goles en este Apertura, pero su aporte va más allá del grito. Pivotea, asiste, molesta y deja todo. Es clave.
Ronaldo Martínez, jugador de Platense
Raúl Lozano era fija en 2023. Pero en febrero de 2024 se rompió los ligamentos. Volvió, jugó un rato contra Riestra, pero no pudo recuperar el puesto. Juan Pablo Pignani, otro sobreviviente, también tuvo más protagonismo antes. Hoy espera su chance desde el banco.
Juan Pablo Pignani, defensor de Platense
Arribos clave
¿Y los que llegaron? Tomás Silva vino desde San Lorenzo y se metió en el once. Firme para atacar y defender. Siempre concentrado. Se lució contra River y Racing. Pidió pista y se la ganó. Nicolás Orsini, ex Boca, llegó para aportar experiencia y goles. Ya dejó su huella con el gol ante Racing que metió al Calamar en carrera. Jerarquía.
Tomás Silva. (foto: @tomisilvaa_)
Mainero abrazo a Orsini, autor del 1-0 de Platense a Racing.
Atrás de todo esto está la dupla técnica Favio Orsi y Sergio Gómez, que sigue desde 2024. Silenciosa pero efectiva. Le dieron identidad al equipo, lo ajustaron en defensa, lo hicieron compacto. Y lo prepararon para esto: pelear mano a mano contra cualquiera.
Racing, River y San Lorenzo quedaron atrás. Todos de visitante. Todos gigantes. Todos con historia. Pero Platense se hizo fuerte, creció y llegó. Este domingo, otra vez en Santiago, tiene revancha. Otra final. Y esta vez, quiere más que jugarla. La quiere ganar.
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