La infección urinaria es una enfermedad que se produce por la invasión de microorganismos que ingresan al cuerpo a través del tracto y comienzan a multiplicarse de forma descontrolada en los órganos que lo componen, como riñones, uréteres, vejiga o uretra. De acuerdo con la Sociedad Española de Medicina Interna, esta afección, en su mayoría, suele ser ocasionada por la presencia de bacterias, pero existen otros casos en los que la causa principal es virus, hongos o parásitos.
Los dos síntomas más comunes relacionados con esta condición son el dolor y ardor al momento de eliminar la orina del cuerpo, sin embargo, el mal olor, sangre en el líquido o sentir la necesidad de ir al baño con frecuencia también pueden ser signos de una posible infección.
En ese sentido, es importante mencionar que las mujeres tienen a ser más propensas a contraer este tipo de afecciones en las vías urinarias, debido a que cuentan con características atómicas que facilitan el ingreso de bacterias a la vejiga. A pesar de ello, los hombres también pueden presentar esta enfermedad, al igual que las personas que cuentan con condiciones específicas como diabetes, cambios hormonales, cálculos renales, próstata agrandada o daño en la medula espinal.
¿Cómo prevenir una infección urinaria?
Según esta federación de médicos internistas, cualquier anormalidad en el cuerpo humano que provoque una obstrucción en el flujo de la orina puede aumentar los riesgos de padecer esta enfermedad, sin importar la edad o el género.
En el caso de las mujeres es frecuente que las bacterias invadan el tracto urinario, después de mantener relaciones sexuales, por lo que es recomendable que luego del encuentro la persona acuda al baño para eliminar la orina. Sumado a esto, es importante contar con una dieta saludable y un estilo de vida equilibrado en el que el individuo se hidrate de forma constante. Además, utilizar ropa interior de algodón y evitar las prendas de vestir ajustadas, permitirá que la piel respire con mayor facilidad, reduciendo de manera significativa la humedad y el crecimiento de bacterias.
Si los síntomas llegan a ser insoportables y preocupantes, lo mejor es buscar ayuda profesional para examinar el área afectada y determinar el tratamiento más apropiado.
*Por Stephany Guzmán Ayala