La idea de que el universo no sería lo que parece alcanzó su máxima popularidad con la primera versión de la película The Matrix (1999). Pero las creadoras del filme, protagonizado por Keanu Reeves, habían basado su argumento en las ideas del filósofo francés Jean Baudrillard.
Lana y Lilly Wachowski, autoras de The Matrix, leyeron el libro Simulacro y simulación, que Braudillard había publicado en 1981. Allí, el autor reflexiona sobre un mundo donde la realidad ha sido reemplazada por las ilusiones del capitalismo y dice que no se puede escapar de esa simulación.
Con los años, varios expertos, como Alan Guth, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, y Ray Kurzwell, gurú de las máquinas inteligentes, llegaron a decir que “el universo es un experimento de ciencia de un estudiante de secundaria que vive en otro universo”.
Ahora, dos investigadores de universidades del Reino Unido, retoman estas teorías y, de manera polémica, uno de ellos llega a decir que el universo es como un videojuego.
¿Es la gravedad evidencia de un universo computacional?, plantean. Foto: EFE.
¿Vivimos en una simulación?: el universo podría ser un videojuego, según dos investigadores de la Universidad de Oxford
En su artículo Is the Universe a Game? (¿El universo es un juego?), publicado por la revista científica New Scientist en 2024 el matemático Marcus Du Sautoy, un experto en juegos, recopila las ideas que abonan estas teorías.
Por ejemplo, rescata conceptos del físico Richard Feynman, que escribió: “El mundo es algo así como un gran juego de ajedrez jugado por los dioses y nosotros somos observadores del juego”. Sin embargo, nadie nos dio las reglas, así que toca a los investigadores descubrirlas. Para hacerlo, dice Du Sautoy, tenemos primero que preguntarnos cómo funcionan los juegos.
Recuerda que los juegos están definidos por reglas que los controlan. Y esto sucede también en el universo, porque sus reglas condicionan su funcionamiento y su evolución. Esto afianzó la idea del universo como un juego, según el matemático.
Luego menciona al teórico francés, Roger Caillois, quien propuso en su libro Los juegos y los hombres: la máscara y el vértigo, cinco rasgos clave que definen un juego: incertidumbre, improductividad, separación, imaginación y libertad. Du Sautoy ha aplicado estos conceptos a la manera de funcionar del universo.
Destaca la incertidumbre como un componente clave en el diseño de juegos, ya que si sabemos de antemano cómo terminará, cualquier juego pierde toda su gracia. Sin embargo, la identificación de las leyes del movimiento por Isaac Newton acabó con toda incertidumbre del “juego del universo”. Pero la física cuántica y la teoría del caos han reintroducido la idea de incertidumbre en las reglas del universo.
Según Caillois, un juego debe ser improductivo. “Que un juego sea improductivo es una cualidad interesante”, plantea Du Sautoy. Y agrega que, “desafortunadamente, a menos que creas en algún poder superior, toda la evidencia apunta a la falta de propósito del universo. El universo no está ahí por una razón. Simplemente es”.
«Somos jugadores del juego infinito que es el universo», dice el matemático Du Sautoy.
Caillois también sostiene que los juegos son fantasía, porque crean una “segunda realidad” que discurre en paralelo a la vida real, y que exigen libertad, conectando con otro aspecto importante de la conciencia humana: nuestro libre albedrío. En este sentido, todos somos jugadores del juego infinito que es el universo, afirma Du Sautoy
Por su parte, en 2025, Melvin M. Vopson, de la universidad de Portsmouth, publicó el artículo Is gravity evidence of a computational universe? (¿Es la gravedad evidencia de un universo computacional?) en el sitio de ciencia AIP Advances. “Mis hallazgos en este estudio concuerdan con la idea de que el universo podría funcionar como una computadora gigante, o que nuestra realidad es una construcción simulada”, asegura Vopson.
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Agrega: “Al igual que las computadoras intentan ahorrar espacio y funcionar con mayor eficiencia, el universo podría estar haciendo lo mismo. Es una nueva forma de entender la gravedad: no solo como una atracción, sino como algo que ocurre cuando el universo intenta mantenerse organizado”.
Vopson mostró cómo la pixelación espacial en células elementales podría actuar como medio de almacenamiento de datos, y demostró, al mismo tiempo, que esos datos proporcionan las propiedades y coordenadas de la materia en la construcción simulada del espacio-tiempo. “El proceso es idéntico a cómo se diseñaría un videojuego digital, una aplicación de realidad virtual u otra simulación avanzada”, afirmó.