En enero de 2018, Lucas Pratto llegó a River siendo el pase más caro de la historia del club -aún se mantiene primero en el podio de compras- y la incertidumbre fue el primer sentimiento que prevaleció entre los hinchas. Pocos imaginaron que meses después iban a delirar con sus goles en la final de Madrid y que su máscara del Oso se iba a replicar en las tribunas del Monumental. Aunque no parecía encajar con el perfil de delantero que le gusta a Marcelo Gallardo, el DT fue a buscarlo pensando en las condiciones específicas que le podía ofrecer, las que le permitieron ser una pieza irremplazable en su primer ciclo y las mismas que observa en Maxi Salas, lo que provocó su llamado a los dirigentes para pedirles que hagan el mayor esfuerzo para sumarlo en este mercado de pases.

Entre tantos apellidos de élite, el Muñeco entiende que no tiene en los metros finales de la cancha ese llamado «jugador de rol», con características particulares que van más allá de lo estrictamente relacionado a la pelota. Ni Driussi, ni Colidio ni Borja cuentan con la potencia, intensidad y sacrificio que ofrece el correntino nacido en Curuzú Cuatiá y tampoco las posibilidades tácticas que brinda el actual futbolista de Racing.

Al igual que cuando puso el apellido de Pratto sobre la mesa, en aquel entonces en San Pablo, tanto el cuerpo técnico como la dirigencia sabe que difícilmente puedan amortizar la inversión que demande el delantero del 27 años, diestro, que pasó por All Boys, O’Higgins, Palestino y Necaxa y que sumó tres goles en 25 partidos jugados en el semestre. Pero en este caso, apuestas a las ganancias futbolísticas que dejaría el 7 bravo de la Academia.

Mientras en Núñez sólo se habla de Franco Mastantuono y el Real Madrid, desde River avanzaron en las condiciones con el jugador mientras esperan entablar conversaciones con el presidente Diego Milito y dirigentes de Racing como Sebastián Saja, director deportivo del club de Avellaneda, para tratar de darle el gusto a MG.

Maxi Salas, el Oso Pratto de 2025 que pretende Gallardo para River imagen-5 Maxi Salas. Prensa Racing

Los 3.5 millones de dólares fueron el inicio de una negociación que en el CARP aseguran que continuará en los próximos días y esperan que termine de una forma exitosa, con un factor que puede ser determinante: ante la promesa que la CD de Racing le hizo a Salas de dejarlo salir si un club del exterior paga 4.5 millones de euros, en River apuestan que el atacante haga fuerza para que se logre un precio intermedio entre esa cifra y el monto de la cláusula.

Si podrán convencer a la Academia o si tendrán que ejecutar la cláusula de 8 millones de euros que pretende Racing y poner un dinero encima de esa cifra para respetar el pacto tácito entre clubes argentinos (como sucedió con Bareiro y San Lorenzo) se verá en el transcurso del mercado.