Las redes sociales se convirtieron en una presencia constante en la vida cotidiana al ocupar buena parte del tiempo, la atención e incluso hasta en la influencia que puede tener en el estado de ánimo de muchas personas. A medida que crece la preocupación por el impacto que tienen en la salud mental y en los vínculos, también emergen nuevas formas de pensar el vínculo con la tecnología. En este contexto, una joven estudiante de Harvard, Gabriela Nguyen, decidió dar un paso más allá: dejó de usar redes sociales y celulares inteligentes, y a partir de esa experiencia creó una tendencia que invita a reflexionar sobre la manera en que habitamos lo digital y a considerar alternativas más saludables para reconectar con el presente.
A partir de su experiencia personal, Gabriela creó junto a otros estudiantes una iniciativa llamada Appstinence, un programa en cinco pasos que propone dejar de lado tanto las redes sociales como los teléfonos inteligentes, con el objetivo de recuperar el bienestar y la concentración. “Todos seguían creyendo que las tecnologías nos salvarían de la soledad y democratizarían el conocimiento, y que sería algo grandioso”, contó en una entrevista que difundieron en El Heraldo. “Y resultó que, en gran medida, no fue así”, reflexionó.
Appstinence no solo se enfoca en reducir el uso de redes sociales y teléfonos inteligentes, sino que también impulsa la promoción y la investigación en torno al impacto que tienen los dispositivos electrónicos en los entornos educativos. Uno de sus principales objetivos es lograr que las aulas —incluidas las de Harvard— comiencen a reconocer y abordar los problemas de baja participación y falta de atención que surgen por el uso constante de computadoras portátiles y celulares durante las clases.
“Es un problema que se suele pasar por alto, pero hemos recopilado algunos datos sobre la percepción de los estudiantes y hemos obtenido muchas respuestas positivas. Creo firmemente que es un problema que debe abordarse urgentemente”, expresó Gabriela Nguyen. Con esta mirada crítica, la iniciativa busca abrir un espacio de reflexión sobre el rol que cumple la tecnología en el ámbito académico y cómo su uso desmedido puede afectar la calidad del aprendizaje.
Cómo funciona el plan que propone Appstinence para alejarte de las redes
Esta aplicación propone un enfoque práctico y progresivo para desconectarse de las redes sociales sin caer en una desconexión abrupta ni generar ansiedad. La iniciativa reconoce que el uso constante de estas plataformas muchas veces responde a hábitos automatizados y a la necesidad de conexión social, por lo que invita a reemplazar esos impulsos digitales por interacciones reales y actividades significativas. A través de un programa de cinco pasos, busca guiar a las personas en el proceso de reducir su dependencia digital y recuperar el control de su atención y su tiempo.
1. Hacer una lista de personas importantes
El primer paso es identificar a familiares y amigos con los que vale la pena mantener un contacto frecuente. Esto ayuda a enfocarse en relaciones significativas, y a encontrar formas más intencionales y directas de comunicarse, sin depender de las redes.
2. Eliminar las apps del celular
El siguiente paso es desinstalar todas las aplicaciones de redes sociales del teléfono. Si se necesita acceder a ellas, se recomienda hacerlo únicamente desde el navegador de una computadora portátil o, en su defecto, desde el navegador del propio celular, dificultando el acceso inmediato.
3. Desactivar las cuentas
A continuación, se sugiere comenzar a desactivar las cuentas, empezando por la red que menos se usa, sin hacerlo abruptamente.
4. Sustituir el tiempo en redes por actividades reales
Una vez desactivadas las cuentas, el paso siguiente consiste en reconectar con actividades analógicas como hacer ejercicio, leer, practicar hobbies o simplemente llamar a seres queridos.
5. Usar un dispositivo de transición
Por último, Appstinence aconseja cambiar el smartphone por un “dispositivo de transición”, es decir, un teléfono que permita llamadas y mensajes, pero que no esté diseñado para la navegación o el uso intensivo de aplicaciones. Esto contribuye a reforzar el proceso de desconexión y a mantener el compromiso en el tiempo.