En el norte de Córdoba, lejos de las grandes ciudades, hay una empresa familiar agropecuaria que es ejemplo de economía circular y agregado de valor: emplea a más de 160 personas en la producción de granos, bioetanol y carne bovina y porcina, y ahora está por dar un nuevo paso adelante con la inauguración de su propio parque solar, con el que autoabastecerá el cien por ciento de la energía requerida.
Se trata de Las Chilcas, el establecimiento de la familia Aguilar Benítez ubicado entre Rayo Cortado y Villa de María de Río Seco, sobre la ruta 9. Allí, en una nueva muestra de audacia y vocación innovadora, están terminando de instalar 720 paneles solares bifaciales con capacidad para generar hasta 615 Watts de potencia cada uno, en una inversión que asciende a 354.000 dólares y generará un ahorro de 51.000 dólares por año en energía.
Desde la empresa explican que el tipo de cambio actual es favorable para la realización de inversiones en dólares. El costo de los paneles solares está en un precio históricamente bajo, inferior a los 900 dólares por kilowatt instalado, mientras que hace diez años era de 1.400 dólares. A su vez, la quita de subsidios y aumento de tarifas de electricidad hace que el costo de la energía se haya encarecido y eso mejora la tasa de retorno de la inversión.
Mario Aguilar Benitez, ingeniero industrial, gerente de Las Chilcas.
Los Aguilar Benítez afirman que el sinceramiento de precios no terminó y que los costos de energía seguirán subiendo hasta que se concreten las mega inversiones en generación, transporte y distribución, entonces buscaron financiamiento y avanzaron con un proyecto que encaja a la perfección en la cultura de Las Chilcas. Para ellos, apostar al crecimiento no es nuevo, y producir energía tampoco.
La empresa nació en 1980 con vocación ganadera y se fue aggiornando a las demandas de cada época. Primero intensificaron la ganadería para darle espacio a la agricultura e integrar ambas actividades. Mucho maíz, soja, trigo, garbanzo, maní, alfalfa, moha, vacas y terneros. Después sumaron una granja de cerdos. Más tarde, para agregarle valor al enorme volumen de maíz que produce la zona, levantaron una destilería de alcohol y se volcaron a la fabricación de etanol.
“Llevamos adelante diversas actividades productivas mediante un modelo de economía circular, integrando tecnología de vanguardia e impulsando la innovación para optimizar recursos, reducir el impacto ambiental, maximizar la eficiencia en cada proceso y fomentar el bienestar animal como parte integral de nuestras prácticas”, sintetizan.
Hace menos de cinco años realizaron una inversión de 3 millones de dólares para duplicar la capacidad productiva de la granja porcina. Actualmente producen 35.000 capones por año y todo el estiércol resultante es procesado en un biodigestor para la producción de biogás que alimenta las calderas de la planta de bioetanol.
“Nuestra principal producción es el maíz. Lo transformamos en alcohol y los subproductos -la burlanda y la vinaza-, se los damos de comer y beber a bovinos y a cerdos, y los residuos del feedlot y los cerdos van a parar a un biodigestor, disminuyendo el impacto ambiental y produciendo biogás para alimentar a la caldera de la destilería. Además, un subproducto del biodigestor es un agua rica en nitrógeno, fósforo y materia orgánica que luego va a fertirregar las hectáreas dedicadas al maíz”, explican.
La filosofía de los Aguilar Benítez se alinea con preceptos que con mayor o menor éxito se vienen impulsando en la Argentina desde hace varios años y que la semana pasada en el Congreso de Maizar retomó el presidente de esa entidad, Federico Zerboni: “Producir maíz en zonas alejadas de los puertos para exportación es inviable, la única alternativa rentable es agregar valor localmente, como hizo Brasil en Mato Grosso, a 2.000 kilómetros del puerto; y por eso debemos transformar nuestros granos en proteínas animales, biocombustibles, alimentos y productos industriales”, advirtió.
Las Chilcas lo hace, y desde este mes lo motoriza con energía solar.
Sobre la firma
Lucas Villamil
Editor de la sección Rural
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