Los nuevos dueños de la metalúrgica Impsa, primera empresa privatizada por el gobierno de Javier Milei, alcanzaron un principio de entendimiento para poder firmar un Acuerdo Preventivo Extrajudicial con sus principales acreedores que despeja uno de los principales nubarrones para su subsistencia.
La negociación alcanzada por Industrial Acquisitions Fund LLC (IAF), subsidiaria de ARC Energy, que se quedó con la firma el año pasado, permite patear para adelante los pagos de una deuda acumulada de 576 millones de dólares.
Con el Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE), presentado el 11 de junio ante el Segundo Juzgado Concursal de Mendoza, Impsa empezará a pagar recién en 2036, vencimientos de deuda que arrancaban este año. Los desembolsos se extenderán hasta 2044, es decir, que terminaría de pagar en 19 años.
En un comunicado a la Comisión Nacional de Valores, la empresa IAF informó que Impsa, «ha iniciado formalmente el proceso necesario para el reperfilamiento de su deuda, con el objetivo de fortalecer su posición financiera y continuar avanzando en su proceso de recuperación y crecimiento».
La reestructuración propuesta no prevé quitas de capital, sino un estiramiento de plazos, con términos y condiciones específicas de una oferta que será presentada ante el Juzgado.
«El reperfilamiento ordenado de la deuda permitirá a Impsa mejorar su perfil financiero, optimizar su flujo de caja operativo y consolidar su presencia en los mercados internacionales«, destaca Fabián D’Aiello, responsable de Relaciones con el Mercado de Impsa.
Los principales acreedores de IMPSA, que son quienes tienen derecho a reclamar la deuda, son el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Nación, el Banco BICE, el BICE y el grupo Moneta. Otros acreedores importantes son el Banco de la Provincia de Buenos Aires, el Banco Hipotecario, Export Development Canadá, la Corporación Andina de Fomento, el banco brasileño Bradesco y tenedores de Obligaciones Negociables (ON). Impsa le debe al Banco Nación más de 14.000 millones de pesos.
Jason Arceneaux, representante de ARC Energy, nuevos dueños de IMPSA junto al gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo. Foto Gobierno de Mendoza.
Aunque la oferta completa del acuerdo extrajudicial se presentará luego de las asambleas de acreedores, en el comunicado de la empresa se menciona cuáles son los puntos centrales que se han alcanzado con los principales acreedores de Impsa:
- Canje: La “deuda elegible” alcanzada por el APE será canjeada por nuevos instrumentos denominados en dólares (contratos de préstamo bilaterales, obligaciones negociables privadas, obligaciones negociables con oferta pública y bonos internacionales). No habrá quita nominal de capital, por lo que cada acreedor recibirá nuevos títulos de deuda por un valor nominal de capital de US$ 1.000 por cada US$ 1.000 de deuda elegible, incluyendo el valor nominal del capital más los intereses devengados hasta la fecha de cierre de la reestructuración.
- Amortización del capital: El capital de los nuevos títulos a entregar se amortizará en 9 cuotas anuales iguales y consecutivas del 11,1111% cada una, comenzando el 31 de diciembre de 2036 y con vencimiento final el 31 de diciembre de 2044.
- Intereses compensatorios: Los nuevos títulos devengarán intereses compensatorios a una tasa del 1,5% nominal anual (muy baja para la deuda que están colocando las empresas hoy y más baja que la de los bonos de Estados Unidos), sobre saldos pendientes de capital. El interés que se devengue desde la fecha de cierre hasta el 31 de diciembre de 2027 se capitalizará en esta última fecha y pasará a formar parte del capital del respectivo nuevo título sobre el cual se calcularán los intereses futuros.
- El interés que se devengue desde el 1° de enero de 2028 y hasta el 31 de diciembre de 2032, inclusive, será pagadero semestralmente el 30 de junio y el 31 de diciembre de cada año, de la siguiente forma: 50% de los intereses devengados, se cancelará en efectivo; y el 50% restante de los intereses se capitalizará y pasará a formar parte del capital del respectivo título sobre el cual se calcularán los intereses futuros.
- En cada fecha de pago de Intereses a partir del 1° de enero de 2033 y hasta la fecha de vencimiento, Impsa cancelará en efectivo el 100% de los intereses que se devenguen sobre el monto de capital en circulación de los Nuevos Títulos de Deuda, incrementado por el monto de los intereses capitalizados.
La historia de Impsa
Impsa fue fundada en 1907 por la familia mendocina Pescarmona. Comenzó como un taller metalúrgico, fabricando repuestos para maquinaria de hierro fundido, equipos para la industria vitivinícola y compuertas para canales de irrigación. Y se expandió a la fabricación de estructuras metálicas, equipos electromecánicos y proyectos de generación de energía.
Más de 100 años después, en 2021 y tras un largo período de crisis, fue estatizada por el gobierno de Alberto Fernández. Y el 11 de febrero de 2025, fue la primera privatizada en la era de Javier Milei.
El expresidente Alberto Fernández lanzó un salvataje de Impsa junto con la provincia en 2021. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Con una oferta de US$ 27 millones como aporte de capital y el compromiso de hacerse cargo y reestructurar una deuda de US$ 576 millones, la firma estadounidense ARC Energy se quedó con las acciones estatales y provinciales de la fabricante de turbinas eléctricas.
El fondo inversor de Estados Unidos que logró la preadjudicación de Impsa tiene presencia en más de 40 países y genera equipamiento para la industria de petróleo y gas, y de la energía hidroeléctrica, nuclear, eólica y solar fotovoltaica.
La cartera de Impsa incluye componentes para centrales nucleares y equipos para la industria de proceso. La empresa opera a través de diversas unidades de negocio: Hydro, Wind, Nuclear, Servicios, Oil & Gas/Hidrógeno, Fotovoltaico, Inteligencia Artificial, Grúas y Defensa.
Si bien la empresa, que fuera nave insignia de Mendoza, fue “rescatada” tanto por el Estado Nacional como por el provincial en 2021, las turbulencias en Impsa se remontan a varios años atrás. Entre 2010 y 2014, la compañía enfrentó un acontecimiento crucial, ya que durante ese período no logró cobrar importantes sumas de dinero por proyectos energéticos llevados a cabo en Brasil y Venezuela.
Además, atravesó un largo periodo sin proyectos de gran magnitud. La crisis para Impsa llegó con el colapso de su subsidiaria en Brasil, Wind Power Energy (WPE), la cual acumuló una deuda total de US$ 850 millones, sumándose a los US$ 250 millones que ya tenía la empresa. Este impacto fue tan severo que la compañía no pudo hacer frente a sus obligaciones y se vio obligada a iniciar un proceso de reestructuración en 2014.
Después de varios años de negociaciones, se llegó a un acuerdo para transferir el 65% de las acciones de Impsa a bonistas, bancos y organismos internacionales. Este proceso fue aprobado en octubre de 2017 y finalmente se concretó el 25 de abril de 2018.
En noviembre de 2020, la firma realizó una reestructuración de su deuda en la cual se acordó con los acreedores cancelar los pasivos con un período de gracia hasta 2025. Además, se logró una reducción significativa de los intereses al 1,5% y que los pagos de capital comenzaran en 2028.
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