Por más que el cartel lo presente como el vigente campeón de América y uno de los equipos con mayor proyección del continente, el debut de Botafogo en el Mundial de Clubes dejó más dudas que certezas.
En su presentación en el Grupo B, el conjunto brasileño se impuso 2 a 1 sobre Seattle Sounders, pero terminó pidiendo la hora ante un equipo que, si bien llegó como el más débil de la zona, jugó de local en Estados Unidos, no se entregó nunca y lo complicó hasta el final.
El partido se jugó en el Lumen Field, estadio habitual del conjunto de la MLS, y fue parte de una jornada doble que tuvo antes el estreno del Paris Saint-Germain, campeón de la Champions League, con una contundente victoria 4-0 sobre Atlético de Madrid. Con este resultado, tanto el Fogão como el equipo francés suman tres unidades, aunque los dirigidos por Luis Enrique lideran el grupo por diferencia de gol.
El conjunto de Renato Paiva resolvió bien el primer tiempo. Con la tranquilidad de su experiencia internacional y un mediocampo que dominó la posesión, Botafogo golpeó en momentos clave. A los 28 minutos, una infracción infantil del camerunés Nouhou Tolo sobre Artur —bien sancionada por el árbitro— le permitió al equipo carioca abrir el marcador: Alex Telles ejecutó un tiro libre preciso y Jair Cunha conectó de cabeza para el 1-0.
Fue un alivio para los brasileños, que hasta ese momento no exhibían demasiada claridad en los últimos metros. Y antes de que terminara la primera etapa, llegó el segundo golpe: una buena conexión por derecha entre Vitinho y Artur, culminó con un centro al área que Igor Jesús cabeceó al gol a los 44 minutos. El delantero, que ya fue transferido al Nottingham Forest junto a Jair Cunha, celebró su tanto con un gesto al estilo Dragon Ball Z, en una imagen que rápidamente se volvió viral.
Para el segundo tiempo, el técnico Brian Schmetzer introdujo variantes que revitalizaron a los locales. Ingresaron Baker Whiting, Bell y luego Pepo De La Vega, quien fue clave para cambiarle el ritmo al ataque de los Sounders. El argentino, ex Lanús, demostró desequilibrio y carácter, aunque le faltó precisión para redondear sus jugadas.
La insólita confusión con Correa
También ingresó Joaquín Correa, flamante refuerzo de Botafogo, quien hace dos días fue protagonista de una situación bastante curiosa. El tucumano protagonizó un insólito momento que rápidamente se viralizó.
Todo ocurrió en una conferencia de prensa organizada en California, donde el plantel carioca se encuentra concentrado. Un periodista, al consultarle por el inminente duelo ante el Atlético de Madrid, lo sorprendió con una pregunta que incluía una suposición errónea: “¿Pudiste hablar con tu hermano Ángel sobre ese partido?”. Correa sonrió, respiró hondo y aclaró, entre risas: “No es mi hermano. Tenemos el mismo apellido, pero no somos hermanos. Somos amigos”.
🙃 Mucho ojo a la cara de Joaquín Correa, jugador de Botafogo, cuando le preguntan por su «hermano» Ángel…
😅 «No es mi hermano…» pic.twitter.com/7kaih6Jibw
— El Chiringuito TV (@elchiringuitotv) June 14, 2025
La situación generó risas incómodas en la sala, pero el delantero la manejó con soltura. Incluso agregó que mantiene una relación cercana con Ángel Correa, así como con otros campeones de América con la Selección Argentina, como Rodrigo De Paul, Nahuel Molina y Julián Álvarez. “Somos todos de la misma camada que logró la Copa América. Tenemos una linda relación”, apuntó el atacante de 30 años, que viene de una extensa trayectoria en Europa.
Final apretado
El descuento llegó a los 75 minutos: Paul Rothrock desbordó por la derecha y lanzó un centro perfecto que Cristian Roldán, de raíces guatemaltecas y salvadoreñas, conectó con un cabezazo preciso. La pelota se desvió ligeramente en su trayecto y descolocó al arquero John, que venía teniendo una buena actuación.
El resumen del partido
Desde ese momento, Botafogo dejó de tener control del juego. Se refugió demasiado cerca de su arquero y sufrió el asedio constante del conjunto estadounidense, que empujado por su público generó varias llegadas claras.
Una doble atajada de John a los 88 minutos —tras un nuevo centro de Rothrock y un remate de Musovski— salvó al equipo brasileño, que terminó colgado del travesaño, con Correa (fue amonestado) y Alexander Barboza defendiendo con uñas y dientes.
Se viene PSG
“En la segunda mitad no lo hicimos bien. No jugamos con intensidad y defendimos con pocos jugadores. Pagamos el precio”, reconoció el entrenador Renato Paiva, sin eufemismos. “Sabemos que debemos corregir cosas de cara al próximo partido. Vamos a enfrentar a uno de los mejores equipos del mundo”, agregó.
Lo cierto es que la victoria le da aire a Botafogo, pero también lo expone. No supo cerrar el partido, ni imponer condiciones cuando tuvo ventaja de dos goles. Y con un rival como el Paris Saint-Germain en el horizonte, esos errores pueden costar caro.
Por el lado de los Sounders, la derrota es dolorosa, pero deja sensaciones positivas. “Se trata de la habilidad técnica de nuestros jugadores, no se les puede reprochar el esfuerzo ni la intención. Ahí es donde se ganan o se pierden los partidos”, analizó Schmetzer. Pepo De La Vega fue uno de los nombres más destacados, y seguramente será titular en la segunda jornada.
Lo que viene
El próximo jueves, Botafogo enfrentará al PSG en un duelo que puede definir el liderazgo del grupo B, y posiblemente la clasificación a los octavos de final. Será un desafío mucho más exigente para los cariocas, que deberán mostrar una versión más consistente si quieren seguir soñando con la gloria mundialista.
Por su parte, Seattle Sounders se medirá ante Atlético de Madrid, urgido por levantar cabeza tras la dura goleada sufrida ante los franceses. Para los colchoneros, será una final anticipada; para los locales, la oportunidad de demostrar que su segunda mitad ante Botafogo no fue casualidad.