La noticia esta vez vino desde el Reino Unido. El gobierno británico anunció un ambicioso programa para que un millón de estudiantes secundarios se formen en Inteligencia Artificial.
Con la mirada puesta en los trabajos del futuro, tendrá una inversión de 220 millones de euros, de los cuales 28 millones irán directo a las escuelas para que puedan ofrecer formación en IA a lo largo de 3 años.
El Primer Ministro británico, Keir Starmer, impulsa el programa TechFirst, para preparar a los jóvenes para trabajas con IA. AP
Con esta noticia, el Reino Unido sigue una tendencia que ya se había visto en otros países, entre ellos las dos grandes potencias de la IA: China y los Estados Unidos.
A principios de abril, el gigante asiático había anunciado que será obligatoria la enseñanza de la IA en todas las escuelas primarias y secundarias, desde septiembre de este año, para chicos desde los 6 años.
En un principio, alumnos deberán recibir al menos ocho horas de clases de IA por año, en un plan que incluye financiamiento para la formación de los docentes en cuestiones vinculadas a la IA.
Días más tarde, la noticia vino de los Estados Unidos. Ante el temor de que los alumnos estadounidenses queden atrás de los chinos, Donald Trump firmó un decreto para que la IA llegue a todas las escuelas. También, primaria y secundaria.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, también impulsa la introducción de IA en todas las escuelas. AP
El decreto crea un grupo de trabajo que deberá establecer asociaciones público-privadas para brindar recursos para llegar con IA a las escuelas, así como para el uso de IA en el mundo académico.
También le pide a la Fundación Nacional de la Ciencia (algo así como el Conicet nuestro, pero con muchos más recursos) que haga hincapié en la investigación sobre el uso de la IA en la educación.
Las grandes potencias proyectan que la IA traerá cambios significativas en el mundo del trabajo. Y aunque aún no se sabe con precisión cómo serán esos cambios, lo que sí se conoce es que la formación de la gente implicará una ventaja competitiva en este escenario tan incierto.
¿Y en la Argentina cómo estamos? A principios de mayo, y con muy bajo perfil, el Gobierno nacional lanzó el “Programa PaideIA”, con el que -dicen- buscan “integrar IA en el sistema educativo”.
Por ahora no es más que un anuncio, cuyos ejes principales son el desarrollo de pensamiento computacional en primaria (esto ya se venía impulsando de antes), aplicación de IA en las escuelas e incentivo de la programación y en el análisis de datos en la secundaria.
Si bien la iniciativa es loable, nada se dice respecto al financiamiento, en un contexto de ajuste de la educación básica (de 40% el año pasado) y el cierre de programas como Conectar Igualdad, que podría haberse reformateado para este objetivo.
Y no es necesario que la inversión venga del Estado, como pasa en China e incluso EE.UU. en parte. Se puede pensar en una sinergia con el sector privado. Ahora, sin plata, un plan que ponga a los alumnos argentinos al nivel de otros países que ya piensan en el impacto de la IA en el empleo, difícilmente tenga buenos resultados.
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Ricardo Braginski
Editor de Sociedad, especialista en Educación [email protected]
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