Misiones
Semaglutida inyectable, la droga del momento para bajar de peso
El tratamiento farmacológico para bajar de peso dejó de ser una rareza reservada a pocos. En el último tiempo los medicamentos basados en semaglutida se convirtieron en un fenómeno mundial, especialmente entre quienes buscan combatir el sobrepeso y la obesidad, aunque su indicación original haya sido la diabetes tipo 2. Su demanda creció de manera exponencial, empujada por resultados rápidos y la promesa de una alternativa menos invasiva que una cirugía. Ahora, con la aprobación de una versión inyectable de origen nacional, el acceso podría ampliarse gracias a un costo más bajo que el de las versiones importadas.
La semaglutida es un fármaco indicado para personas con diabetes tipo 2. No solo ayuda a controlar la glucosa en sangre, sino que también tiene efectos en la pérdida de peso, por lo que se ha vuelto muy popular fuera de su indicación oficial. La versión inyectable se aplica una vez por semana por vía subcutánea.
El médico Eduardo Carrozzo explica que estos medicamentos “son efectivos siempre y cuando el paciente tome la medicación que le corresponde, en la dosis que le corresponde”. Pero aclara que “no es que tomás el remedio y bajás de peso; el remedio no te hace bajar de peso solamente por tomarlo. Lo que genera es un efecto en el intestino, donde el intestino se queda un poquito más frenado o paralizado, y eso genera que el paciente tenga poco apetito”.
“Si tenés saciedad, comés menos, pero no bajás de peso por comer menos. Bajás de peso cuando comés menos y hacés más actividad física”.
Carrozzo remarca que se trata de un medicamento seguro, pero con riesgos si no se utiliza correctamente. “Tienen márgenes de seguridad muy altos, pero también tienen riesgos. Por ejemplo, si lo tomás mal y tu azúcar está muy bajo, te da una hipoglucemia. Y eso es potencialmente muy grave”.
El tratamiento debe durar varios meses para mostrar resultados sólidos. “Requerís entre cuatro a seis meses para que la droga esté en su acción plena. Es un medicamento que se tolera mal, porque da muchas náuseas y es incómodo. Y si tolerás y subís la dosis máxima y hacés actividad física, ahí tu peso baja o se estabiliza”.
Aunque existen múltiples marcas y versiones, el principio activo es el mismo. “Ozempic es una de las más conocidas, pero existen varias más. Semaglutida es la droga y se comercializa con diferentes nombres”.
Sobre el costo, Carrozzo advierte que “no es un medicamento barato. Sale más o menos entre 500.000 a 600.000 pesos el mes de tratamiento. Es muy caro porque es nuevo y porque es importado”. En tanto el valor del Dutide inyectable fabricado por el laboratorio ELEA en Argentina ronda los 100 mil pesos.
La aplicación es sencilla y se realiza una vez por semana. “Se da una inyección subcutánea semanal”, detalla el médico.
La clave para el éxito de cualquier tratamiento contra la obesidad es la continuidad y el compromiso del paciente. “Si el paciente no se cuida, vuelve a comer desordenado y no hace actividad física, por más que se opere o tome la pastilla, no le va a servir”.
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