Todavía quedan algunos partidos de la primera fecha de la fase de grupos y para Boca y River pasó el momento tan esperado, el del debut. El de mostrar parte de su repertorio, su status en un Mundial de Clubes y plantar perspectivas. Alrededor, varios equipos europeos jugando y sólo dos metiendo miedo por antecedentes y por realidad.
Lo que claramente se nota en el ambiente futbolero es el clima de Mundial y la expectativa de los hinchas por este nuevo proyecto de FIFA y de Infantino, con 32 equipos. Fiebre que se reflejó en el rating de canal abierto. Más allá de los resultados, Boca y River se fueron con diferentes certezas.
Qué tal Boca
En el caso de Russo, el orgullo por haber armado un equipo muy respetable y con personalidad en tiempo récord, demostrando que le puede hacer frente incluso al Bayern Munich, uno de los cucos (y no por haberle hecho diez goles a un equipo semi profesional). Con la certeza de que otra vez tendrá el jugador número 12, en modo Qatar, y de que a sus jugadores les cuesta calibrar la energía y equilibrarse en momentos clave, como le pasó a Figal contra el Benfica.
El 2-2 dolió porque Boca estaba a punto de quedar casi clasificado, aunque muchos lo hubiesen firmado en la previa. Ahora se le viene una prueba más compleja aún y la decisión de poner a Rojo o Di Lollo.
Qué tal River
Por el lado de River, ganó el partido que debía ganar aunque sin mostrar un gran juego. Gallardo, realista a la hora de los análisis, reconoció que “tenemos que ir mejorando, había nervios y obligación. Hay mucho margen de mejorar”. Clarísimo: los tres goles de cabeza no deben confundir, fue el primer paso esperado en un horario poco habitual, con el jet lag a cuestas.
Post trauma por la inminente salida de Mastantuono al Madrid, queda claro que se viene un desafío mayor contra Rayados de Monterrey, que no es poderoso pero tampoco el Urawa Red Diamonds. Alegría y satisfacción, porque se sabe que sorpresas siempre puede haber, pero con mesura.
La expectativa está encendida, con partidos que se vienen ahora nuevamente en un feriado (Boca) y un sábado (River). Y un Mundial que por ahora, detrás de los resultados, parece mostrar un favorito entonado como el PSG (viene de ganar la Champions y paseó al Atletico del Cholo Simeone) y al compacto Bayern Munich. Y a un Inter frágil, no armado de atrás para adelante como debería. Habrá que ver ahora el Madrid de Xabi Alonso o al Manchester City de capa caída.
El Mundial tan esperado ya se está disfrutando y los dos gigantes argentinos se ilusionan. Para uno (Boca) hoy más complicado que para el otro, sueñan en grande.
River Plate –
Gallardo en el pos partido
Video: D Sports.
Boca Juniors –
Russo: «la idea es que Boca siempre sea competitivo. De ahí no salgo»
Ante la pregunta de Olé, el entrenador del Xeneize se refirió al análisis