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Mucho se habló de Franco Mastantuono en los últimos días y semanas. El nuevo crack del fútbol argentino, vendido a Real Madrid en una transferencia récord de 63,2 millones de euros, generó ruido al confirmarse que dejará River después del Mundial de Clubes y antes de cumplir 18 años. En este contexto, más de uno de preguntó si Marcelo Gallardo debía colocarlo como titular en el debut ante Urawa Red Diamons, quizás entendiendo que la cabeza del juvenil podía estar lejos del Lumen Field de Seattle, donde el Millonario venció 3-1 al conjunto japonés.
Gallardo nunca pensó en marginar del equipo ni más ni menos que a su mejor jugador. Incluso, al referirse al tema esquivó toda polémica. “Yo, particularmente, quiero ser muy medido sobre este punto. Me enfocaría en el plano futbolístico y dejaría que las cosas que ya pasaron queden de lado. Y que el equipo y Franco estén viviendo este acontecimiento deportivo. Ese es el enfoque», dijo en la conferencia de prensa previa al encuentro.
Cuando le preguntaron, Gallardo quiso deslindar al número 30 de la responsabilidad de ser el conductor de River debido a su juventud y a que sigue siendo un chico, más allá de que ya debutó en la Selección Argentina y fue transferido al club más importante del mundo. Sin embargo, Mastan no hace más que contradecir al DT y volvió a cumplir esa función de líder futbolístico: todos los ataques pasaron por él, especialmente durante el primer tiempo, aunque en la tarde de Seattle no tuvo su mejor partido. «Tiene que pensar en jugar», soltó el Muñeco tras la victoria.
Los números, fríos, dicen que el chico sumó 53 toques de pelota con una efectividad del 87% en pases (acertó 27 de 31). Además, le cometieron cinco infracciones y ganó 10 de 18 duelos a lo largo de los 90 minutos y monedas que pasó sobre el césped de Lumen Field.
Lo concreto es que fue de mayor a menor. Estuvo participativo en el comienzo, movedizo por el sector derecho y encarando hacia el centro para generar peligro. En una de esas ocasiones abrió el camino del 1-0: iban 11 minutos de juego cuando recibió en la mitad de la cancha un pase de Germán Pezzella, condujo varios metros con la pelota y habilitó a Marcos Acuña, quien envió un centro preciso para que de cabeza Facundo Colidio abriera la cuenta.
Generó desequilibrio a partir de la gambeta, pero por momentos pecó de egoísta cuando tenía ocasiones para jugar con algún compañero y le costó encontrar sociedades. No se pudo encontrar con Nacho Fernández, uno de sus mejores socios en lo que va del año, quien fue reemplazado por Giuliano Galoppo y no salió a jugar el segundo tiempo.
En el complemento se diluyó la influencia de Mastantuono, al que le costó aparecer para hacerse del control de la pelota. De todos modos, tuvo dos buenas ocasiones para anotarse en el marcador: primero, un disparo de media distancia que contuvo el arquero Shusaku Nishikawa; después, ganó de cabeza tras un centro de Acuña y estuvo cerca de gritar el cuarto.
