Este miércoles la residencia británica en Buenos Aires encendió las luces como suele hacerlo porque es una de las que más actividades tiene en esta capital.
Festejaba los 200 años de relaciones económicas bilaterales. Eran las 19.30 y ya lucía como una noche cerrada de invierno. La embajadora, Kirsty Hayes dio como siempre su discurso de bienvenida a sus invitados con una diferencia:el último que hizo en la residencia, porque en breve volverá a Londres con su esposo, Peter Hayes, para esperar un nuevo destino dentro del Foreign Office. . Sus hijos viven en Escocia.. La semana que viene será la recepción final de su partida.
Hasta ahí, todo parecía muy protocolar cuando, de pronto, Hayes dejó boquiabiertos a sus invitados. La diplomática se puso a bailar un tango en el centro salón y sorprendió a todos por las habilidades adquiridas después de tres años de práctica semanal en la coqueta residencia de Gelly y Obes al 2.300. Nadie sabía que bailaba tango. Se conocían de ella otras pasiones, como por la equitación, por los caballos, por los animales.
El bailarín que la acompañaba era Marcelo Torres, ganador de numerosos premios, y compañero de baile oficial de la profesora de Hayes, Beatriz Cisneros.
En la recepción había presencia de dirigentes de las distintas cámaras comerciales europeas. Estuvo el secretario de Finanzas, Pablo Quirno; el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados, Fernando Iglesias. También se lo vio al primer jefe de Gabinete de Javier Milei, Nicolás Posse, y la ex canciller Diana Mondino, entre otros.
La embajadora británica en Buenos Aires, Kirsty Hayes, durante la recepción que hizo por los 200 años de relaciones económicas bilaterales
Ex embajadora en Portugal, Christine Isobel «Kirsty» Hayes llegó al país en 2021 en reemplazo de su antecesor, el embajador Mark Kent. Ahora la sucederá David Cairns, quien llegará a la Argentina para asumir recién en septiembre próximo.
DS