San Antonio de Areco es el gran imán de los porteños para hacerse una escapada de fin de semana. Un pueblo que se renueva constantemente y que está a menos de dos horas de Buenos Aires. Pero también es el destino que muchos eligen para quedarse a vivir, por la amabilidad de su gente y la tranquilidad del lugar.
Sebastián “Tatán” Videla es porteño y Felicitas Condesse Stanga es arequera. Son cocineros y se conocieron en 2021 trabajando para un evento en Uruguay. No se separaron más. Después de trabajar por las cocinas del mundo, con aperturas de restaurantes y como chefs privados, decidieron establecerse en el pueblo natal de ella y formar una familia.“Nos mudamos a Areco a partir del nacimiento de nuestro hijo Isidro, de seis meses; buscábamos una vida más tranquila”, cuenta Tatán.
La distancia no les impide seguir con sus proyectos. Feli, quien estudió en el IAG, tiene una marca de blends de yerbas orgánicas (Eating Me Softly) donde también desarrolla productos saludables como budines sin gluten y granola sin azúcar ni conservantes. Tatán lidera un servicio de catering para eventos privados y corporativos con llegada a la zona norte y CABA. Ahora, comparten la pasión por la cocina en Café Pueblo, una cafetería integrada a la tienda deco de Delfi Gismondi, en el hotel La Florida – Casa Pueblo, frente a Plaza Gómez.
“Lo de Café Pueblo fue casi de casualidad, en un pop up que hicimos con otras marcas de Areco”, cuenta Tatán. “Los dueños de la posada asistieron y probaron los platitos que habíamos preparado con Feli. Unos días después nos convocaron para armar algo en el espacio que tenían en el hotel. Y así surgió Café Pueblo, siempre con la idea de estar abierto al público y poder brindar el desayuno a los huéspedes del hotel”.
Un concept store en el pueblo
Para entender a Café Pueblo hay que remitirse a la historia del lugar. Delfina Gismondi y Agustín Carballido son pareja y refaccionaron una casona de fines del siglo XIX para montar un hotel. Desde 2021 están al frente de La Florida – Casa Pueblo, un hospedaje con cuatro habitaciones amplias, jardín con pileta y un local deco con muebles diseñados por la misma Delfina con maderas recuperadas y objetos handmade.
Al atravesar la puerta, la recepción se integra en una tienda deco llena de detalles y calidez. Agustín se encarga de recibir a los huéspedes y de administrar el hotel; Delfina del local.
“La idea del café siempre nos gustó. Antes de abrir el hotel teníamos un take away con algunas mesas en la vereda”, cuenta Agustín. “Pero cuando abrimos el hotel ese espacio quedó para los muebles de Delfi. Y la idea de la cafetería siempre nos quedó, aunque necesitábamos a alguien del rubro para hacer algo realmente bueno”.
Así fue como decidieron integrar la cafetería al local deco. Juntos crearon un rincón acogedor donde conviven el mobiliario reciclado, indumentaria, objetos artesanales y el aroma a café.
La propuesta gastro
Con la misma flexibilidad que los llevó a trabajar en distintos restaurantes del mundo, Feli y Tatán desarrollaron una propuesta a la medida del lugar.“Pensamos un menú breve para enfocarnos en un producto artesanal de buena materia prima, con opciones tradicionales y saludables”, explican. Hay alternativas sin gluten, sin lactosa, sin azúcares y sin conservantes.
Café Pueblo es un refugio abierto a todo el público. Al local llegan arequeros y visitantes que buscan pasar un momento distendido en un ambiente discreto y con vistas a la frondosa arboleda de la plaza. También se sirven desayunos a los huéspedes del hotel.
En el mostrador se ofrecen cookies, scons, chipá, budines, cinnamon rolls y alfajores. Todo de elaboración propia, incluso la granola y la compota de frutas que acompañan el yogur.“La granola la preparamos con aceite de coco y miel; para nosotros es muy importante utilizar buena materia prima”, señalan.
Algunos productos están tercerizados, pero siempre respetando la filosofía del lugar. “Las focaccias de los sándwiches que ofrecemos al mediodía las hace un panadero de Areco. Los panes de masa madre y medialunas, un panadero de Pilar”, cuenta Tatán.
El menú incluye desde un alfajor de sable de almendras y dulce de leche hasta una clásica carrot cake o un brownie libre de gluten. También hay opciones como banana bread con harina de almendras, chipá con jugo de limón, avocado toast, huevos en distintas versiones, sándwiches y ensaladas.
“Intentamos salir un poco de lo tradicional del pueblo. Por ejemplo, hay un sándwich de mortadela con pistachos y burrata, y otro de jamón crudo, rúcula, parmesano y tomates secos”, dice el cocinero.
“Buscamos ser un poco disruptivos sin ser pretenciosos. Mucho tiene que ver con la impronta de Feli en la cocina, que está constantemente capacitándose. A ella se le ocurrió el Desayuno Copenhague, que es un huevo pasado por agua con pan de masa madre, manteca, mermelada casera y queso crema”, agrega.
La llegada de Café Pueblo suma una nueva parada al itinerario turístico del pueblo. “Estamos frente a Plaza Gómez, un espacio verde muy lindo”, dice Agustín. “La plaza principal a veces se desborda de gente, por eso queremos darle vida a esta parte de la ciudad, donde la tranquilidad y la tradición conviven en perfecta armonía”.
- Café Pueblo. Bolívar 321, San Antonio de Areco. Horario: de 8 a 19 horas. Martes cerrado. En IG: @_cafepueblo