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A tres semanas de que se declarara nulo el proceso iniciado en marzo (por el escándalo generado a partir del documental no autorizado de la jueza Julieta Makintach, quien está suspendida y espera por su futuro) para esclarecer la muerte de Diego Maradona, este jueves se sortearon a los nuevos jueces para el nuevo evento judicial.
El juicio será asumido por el Tribunal Número 7 de San Isidro, que tenía a dos jueces y debía completarse con uno más, el cual fue sorteado. Finalmente, los magistrados a cargo serán Roberto Gaig, Alejandro Lago y Alberto Ortolani.
En el acto estuvieron los fiscales, los abogados querellantes y los defensores. Ahora, resta saber el rumbo que tomará el proceso. Se deberá llamar, si todo está ok por parte de los nuevos jueces, a una primera reunión para acordar testigos, pruebas y otras cuestiones con las partes involucradas.
Si hay luz verde (más allá de la posible defensa que intenten esgrimir los abogados de los acusados de impedir la realización de este nuevo juicio), se establecerá luego una fecha de inicio para las audiencias.
Quiénes son los querellantes y los acusados
Está caratulado como «homicidio simple con dolo eventual» y hay siete acusados (una octava formará parte de un juicio paralelo): Leopoldo Luque (neurocirujano), Agustina Cosachov (psiquiatra), Ricardo Almirón (enfermero)- Carlos Díaz (psicólogo), Mariano Perroni (jefe de los enfermeros), Pedro Pablo Di Spagna (médico clínico)y Nancy Edith Forlini (médica coordinadora de la prepaga). La octava es Dahiana Madrid, enfermera, quien pidió un juicio por jurados y enfrentará su proceso en julio.
Los implicados en el juicio de Diego Maradona.
¿La querella? Hay cinco representantes por parte de Maradona: Fernando Burlando por Dalma y Giannina Maradona; Mario Baudry por Verónica Ojeda y Diego Fernando Maradona; Luis Rey Ramírez y Matías Casanova por Diego junior (que vive en Nápoles); y por Gustavo Pascual y Félix Linfante por Jana Maradona. Las hermanas de Maradona están representados por Matías Jurado.
Al estar caratulado como «homicidio simple con dolo eventual», los acusados no habrían tenido intención de matar a Maradona, pero sí habrían sido conscientes de que su inacción podía llevar a ese desenlace. Enfrentan penas de entre 8 y 25 años de prisión.
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