«Jersinho», cuenta que se hacía llamar de chico cuando jugaba en las canchas de tierra o en las calles de su barrio. Es que Jerson Lagos, el colombiano que será rival de Boca con el Auckland City FC de Nueva Zelanda en la tercera fecha del Grupo C del Mundial de Clubes, creció llenándose los ojos con Ronaldinho, Neymar y Robinho y, con sus amiguitos, siempre bromeaban con el sufijo tan característico de los futbolistas brasileños. Aunque en el pasado partido ante Benfica no dudó en pedirle -y cambiar- la camiseta con Ángel Di María. La que todos sus compañeros querían.
«A mí me gusta tener la pelota en los pies, me gusta correr. Yo crecí viendo mucho a esos jugadores y la manera como ellos jugaban al fútbol me encantaba. Hoy en día en el fútbol no hay tanto de eso, jugadores que cojan la pelota y comienzan a correr. Eso es lo que a mí me gusta. Y yo creo que ese es el tipo de jugador que soy. Siempre que tengo la pelota trato de hacer algo«, dice en una entrevista con Olé.
Eso sí, Jersinho no quiere saber nada que digan que es el Ronaldinho, el Neymar o el Robinho del equipo neozelandés, elige la modestia, aunque reconoce que le gusta «jugar así», «disfrutar un poquito más del fútbol».
Jerson Lagos, jugador de Auckland City, rival de Boca en el Mundial de Clubes.
Jerson Lagos, jugador de Auckland City, rival de Boca en el Mundial de Clubes.
El delantero de 23 años vivió en Colombia hasta los tres y de ahí se fue con su familia a Quito, donde empezó a jugar en una liga barrial. Pero a sus ocho años de nuevo eligieron mudarse para «porque la situación estaba muy dura y salir de las cosas que estaban pasado» y probar suerte esta vez en Nueva Zelanda.
«Vinimos como refugiados, mi mamá sola con sus cuatro hijos, y fue un cambio muy grande. El comienzo fue muy duro, no sabíamos el idioma, pero la experiencia fue muy bonita, nos trataron muy bien y vivimos acá ya hace más de 14 años», cuenta.
Jerson Lagos, jugador de Auckland City, rival de Boca en el Mundial de Clubes.
Hoy, Lagos está afianzado en Auckland City, la «superpotencia del Pacífico», con 11 de las últimas 13 ediciones de la Champions de Oceanía y 11 títulos consecutivos de la Liga Nacional. Pero siendo una competencia amateur, en la que los jugadores no cobran más que un viático, sigue siendo todo sacrificio.
En su caso, además de jugar, hasta el año pasado era mecánico de camiones y este, para tener más tiempo y poder prepararse para el Mundial de Clubes, decidió cambiar de carrera…
«Yo arreglaba las transmisiones, las desarmaba, las arreglaba, pero para tomarme un poquito más de tiempo y porque siempre me ha gustado cortar el pelo, la satisfacción de cuando le cortan el pelo a uno y uno se ve bien y toda la vaina, ¿sí me entiendes? Entonces decidí cambiar mi carrera y estudiar para ser un barbero«.
-¿Ya estás trabajando de barbero o solo estudiás?
-Por el momento, mitad y mitad. Arranco a las nueve y termino a las cuatro de la tarde. Como vivo un poquito lejos de donde entrenamos, por ahí me demoro casi dos horas. Voy directo al entrenamiento. El sacrificio es lo que toca hacer. Pero tiene un premio bastante importante, que todavía no me la creo, no me la creo. Es muy loco. Pensar donde uno estaba y dónde está ahora. Venir como refugiado a Nueva Zelanda y ahora ir al Mundial de Clubes es algo muy especial.
-¿Apostás que pueda abrirse alguna puerta?
-Claro, claramente. Esa es la meta, tratar de abrir puertas de donde no haya y siempre estar abierto a lo que se venga y a cualquier oportunidad que haya. Obviamente al torneo no voy enfocado en solo eso, sino tratar de también disfrutar la experiencia, disfrutar de lo que viene. Nosotros trabajamos y estudiamos además de jugar al fútbol. Y esta es una experiencia muy bonita. En la Intercontinental duró solo una semana y mi entrenador me dijo que disfrutara ser profesional por una semana. Eso es muy excitante cuando uno va a este tipo de torneos, porque puede dedicarse al fútbol, compartir con los compañeros y ponerle más la menta al fútbol.
-¿Cuáles son tus objetivos de ahora en más?
-Bueno, con el fútbol obviamente quiero tratar de con lo que viene tratar de abrir las puertas que pueda, ver qué oportunidades tengo y de que sepan cómo juego. Y afuera, poner mi barbería, obviamente tengo un sueño de poner mi propia barbería. En Auckland hay muchas barberías de diferentes culturas pero yo no he visto una barbería de una cultura latina, ¿me entiende? Y creo que ese es mi sueño, poner mi barbería latina, de que entren y sepan esa energía de la música, del ambiente, de la comida. Reggaetón, Bad Bunny, Fercho, Mike Towers. Vallenato, salta, bachata, de todo.
Auckland City –
Jerson Esteban Lagos Giraldo, el jugador del Auckland City que también es barbero
Video: FIFA
-Cavani tiene el pelo largo, ¿le recomendás algún corte?
-Pues la verdad, la verdad. yo lo he visto mucho tiempo con pelo largo y creo que no. No me viene otro corte que le luzca, pues porque él con el cabello largo le luce demasiado.O sea, ese es su estilo.Y en mi opinión, yo le digo que se quede con el pelo largo, porque así se ve muy bien.Le queda bien, le queda bien.
-¿Les dirías algo a los hinchas de Boca o a los jugadores antes de este último partido de la fase de grupos?
-Quiero experimentar a esa hinchada al frente mío, no sólo verlo en videos, sino en persona. El hincha de Boca es muy bonito. A uno lo llena de emoción, le eriza la piel, porque la afición de Nueva Zelanda no es tan grande. Espero un ambiente así, como en Latinoamérica. Y a los jugadores de Boca, va a ser muy loco jugar contra ellos. No sé qué decirles. Aunque uno de mis mejores amigos me dijo que a uno de ellos le tengo que decir: «¿Te pusiste nerviosa?».
Jerson Lagos cambia la camiseta nada menos que con Di María.
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