Se escuchan los acordes de diez guitarras eléctricas y otros diez de guitarras acústicas. Cada trío se completa con un baterista y el sonido de mil platillos rebota en los edificios de la Avenida Broadway, en el centro de Nashville, la capital del estado de Tennessee. Pero una invasión de hombres, mujeres y niños vestidos de azul y amarillo irrumpen en la Ciudad de la Música y desordenan el caos organizado de esta sede del Mundial de Clubes.
Los hinchas de Boca llegaron de a cientos, miles, a la ciudad de Nashville. Aquí, el equipo de Miguel Ángel Russo se jugará este martes la última chance que le queda para avanzar a los octavos de final. Debe golear a Auckland City y esperar que Bayern Múnich le gane al Benfica. El público de Boca se mantiene con fe, les piden a los alemanes una ayuda y enseguida encuentran el punto justo para reunirse y realizar un nuevo banderazo en Estados Unidos.
Los dos que se habían organizado en Miami fueron históricos y la gente de Boca es uno de los grandes atractivos del Mundial de Clubes. Hubo 50.000 hinchas en el debut ante Benfica y el primer «full house» del torneo ante el Bayern Múnich (63.587 espectadores) y para el último partido de Boca en el Grupo C, en el Geodis Park de Nashville, se espera un numeroso grupo para llenar el estadio con capacidad para 30.000 personas.
Las banderas de la «Peña Viedma Patagones» y de Ushuaia, miembros de uno de los «consulados» de Boca. (Fernando De la Orden, enviado especial)
«Vinimos manejando desde Miami y vamos a volver porque vamos a pasar a octavos», dice Miguel, hincha de Boca de 45 años que vive en Estados Unidos desde hace más de 20 y vio los dos primeros partidos del equipo en el Hard Rock Stadium. En auto desde la Florida son más de 16 horas. Muchos vinieron en caravana y pararon en Atlanta para hacer la noche y seguir al día siguiente. La gente está ilusionada después de que el equipo diera la cara y dejara una buena imagen ante los equipos europeos.
La mayoría de los hinchas de Boca que están en Nashville viven en el país y son parte de los diferentes «consulados» o peñas que se establecieron en Estados Unidos, pero muchos otros se organizaron y llegaron a Estados Unidos para pasar sus vacaciones en Miami y estiraron el viaje para estar presentes también el Geodis Park. La multitud camina por el centro de Nashville entre personas que visten botas texanas y miran con sorpresa al pequeño ejército vestido de azul y amarillo.
Los hinchas de Boca con los sombreros de cowboys, ya se sienten locales. (Fernando De la Orden, enviado especial)
El punto de encuentro es el Riverfront Park, donde la avenida principal se choca con el Cumberland River, que desciende hacia el oeste. Desde el puente que une las dos orillas cuelga una bandera: «Boca n’ Rock», dice y se ve la cara de Maradona. En la Ciudad de la Música, la melodía la ponen los hinchas argentinos que se reúnen en cada esquina y se animan a gritar «dale Booooo y dale Boooo, dale Boca, dale Boooo».
Una bandera con la cara de Maradona y la leyenda «Rock N’ Boca», en la Ciudad de la Música. (Fernando De la Orden, enviado especial)
Sobre la firma
Juan Lagares
Editor de la sección Deportes. [email protected]
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