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Carlos Sainz tuvo un Gran Premio de Austria para el olvido. Lo que ya había arrancado mal el sábado, con un problema en los frenos que le impidió pasar de la Q1, terminó de arruinarse el domingo, incluso antes de que se pusiera en marcha la 11ª cita de la temporada de la Fórmula 1. Todo comenzó en la vuelta de formación y terminó en boxes, con su Williams en llamas.
Segundos antes de la largada, llegó la primera señal de alerta para la escudería británica, cuando el auto de Sainz quedó clavado en su cajón de la grilla. La explicación del español, quien llegó esta temporada para reemplazar a Franco Colapinto en la segunda butaca del equipo, no tardó en llegar: «Se ha quedado bloqueado en primera». Se podría decir que al equipo le volvió el alma al cuerpo cuando, tras recibir ayuda externa, el Williams por fin se movió movió y le permitió cumplir con la vuelta y regresar a boxes para encarar la largada desde ahí.
Sin embargo, al entrar a la calle de boxes, comenzó lo peor: el FW47 comenzó a humear y, en cuestión de segundos, el fuego empezó a asomar en la parte trasera del auto, probablemente, iniciado por unos frenos recalentados. Pese al esfuerzo de los mecánicos por apagarlo, finalmente llegó el mensaje que Sainz, quien hasta ese momento se mantenía inamovible arriba del auto, no quería escuchar: «Game over, Carlos».
En llamas: el Williams de Carlos Sainz ardió antes de la largada en el GP de Austria
Carlos Sainz –
Fuego en el Williams de Sainz
El español abandonó el Gran Premio de Austria antes de largar. Video: F1
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