La semana inicia con un cambio marcado en las condiciones meteorológicas tras varios días de lluvias. Según la Dirección de Alerta Temprana, el ingreso de una masa de aire frío polar estabiliza el tiempo con temperaturas máximas rondan los 14 °C en Puerto Iguazú, mientras que en Oberá se espera una mínima de 2 °C, con sensación térmica cercana a 0 °C.

Y con ello los hogares misioneros vuelven a encender estufas, salamandras y otros artefactos para calefaccionar los ambientes. Sin embargo, este hábito conlleva riesgos como incendios, intoxicaciones con monóxido de carbono; y ponen a prueba las instalaciones eléctricas ante posibles sobrecargas.

En diálogo con Acá te lo contamos por Radioactiva 100.7 Diego Fontana, presidente del Colegio Profesional de Seguridad e Higiene, explicó que: en invierno “los falsos contactos y los malos empalmes empiezan a fallar, allí entra en juego toda la cadena de problemas que pueden desencadenar en un principio de incendio”.

Para ello hay alertas a las que se deben prestar atención y entre las que Fontana enumera: “tener en cuenta nuestro olfato, que enseguida cambia cuando hay un sobrecalentamiento, empieza a alargar olor el cable, después el tacto, si vamos y tocamos esa ficha, el tomacorriente, tocamos el cable que va hasta una estufa o algo, y tiene temperatura sensible al tacto, hay algo que está funcionando mal, es la primera alerta”. 

Al momento de los controles, “el técnico viene con una pinza ampirométrica, desde el pilar él te controla tu consumo, te va a pedir que enciendas todo lo que tenés, toma lectura del consumo, mira el conductor eléctrico que tenés y ya te dice, esto está mal. Es rapidísimo el control que se hace. No es costoso y te va a recomendar lo que vos necesitas y te va a decir también si tu protección, llámese termomagnética, disyuntor diferencial, interruptor diferencial, es acorde a tu carga que él está registrando en ese momento”, sentenció Fontana.

Instalaciones óptimas

En cuanto a sobrecalentamiento eléctrico, insta a la utilización de interruptores diferenciales, sí o sí, o disyuntores diferenciales. “Y cuando hablamos de proteger la vida de una persona, ahí estamos hablando de un disyuntor diferencial compuesto a tierra. El conjunto de todo eso hace que en caso que tengas un conductor que está sobrecalentando, él no va a prender fuego”, señaló, y agregó: “y va a saltar la termomagnética cuando se fundan las aislaciones y se toquen un positivo con un negativo, dos positivos, o va a ir a la carcasa o al chasis de alguna máquina o de la misma cañería y ahí va a ser el cortocircuito y recién va a saltar”.

También insistió en la instalación de llaves termomagnéticas, en el pilar que deben ser solicitadas a las empresas o cooperativas de electricidad, ya que no es un tipo de térmica doble B, que es específica para el pilar.

Braseros y salamandras

Hay otro riesgo muy serio: el uso de braceros, salamandras o chimeneas para calentarse. “Toda mala combustión de sólido, líquido, gaseoso, llámese gasoil, GLP, que es gas licuado de petróleo, la leña, el plástico, genera monóxido de carbono; y es peligroso cuando no se cuenta con ventilación. Afecta a personas y a animales. Si van a encender un bracero háganlo fuera de la casa, ingrésenlo ya bien encendido. No duerman con un bracero, saquen el bracero afuera y extínganlo afuera o apaguen eso afuera. Entonces no libera monóxido. Es muy silencioso, ingresa a nuestro organismo más todavía cuando estamos durmiendo, ingresa por los pulmones, va al torrente”, agregó.

La recomendación de ventilar también se extiende al encender cocinas, hornos eléctricos, o, calentadores a gas. “En el caso de estos últimos, el color de la llama tiene que ser bien azul, si es anaranjada la llama, hay una mala combustión de esa cocina o ese equipo. Ahí está liberando monóxido de carbono”.