En el programa Espacio Wellness TV, conducido por Luciana Amado Siry, la odontóloga, Lorena Alegre explicó que el bruxismo es un trastorno funcional que afecta alrededor del 30% de la población mundial, predominando en mujeres entre 25 y 40 años. «No es una enfermedad sino un trastorno funcional que actúa a nivel muscular involuntario que se da al anochecer y puede darse en el día, pero la incidencia es mayor cuando estamos durmiendo», señaló.
La especialista detalló que el bruxismo puede derivar de situaciones de estrés, ansiedad y maloclusiones dentales. «Cuando el odontólogo recibe al paciente hacemos un diagnóstico de todo lo que vemos. En el paciente bruxómano son facetas de desgaste, la anatomía normal de la pieza dentaria está afectada, son facetas que son lisas y brillantes y tienen cambio de coloración más oscura», explicó.

Entre los síntomas más comunes se encuentran los dolores en la mandíbula, que pueden confundirse con otros problemas. «El paciente puede ir a la consulta por dolores en la mandíbula sin darse cuenta del desgaste, también por la articulación temporomandibular que puede repercutir en la articulación, en el oído, cefaleas», precisó Alegre.

Además, comentó que las personas con bruxismo tienen el músculo masetero bastante desarrollado, lo que les da una cara más cuadrada. «Se ve mucho en niños, un 35%, eso se da cada vez más temprano, tienen los mismos síntomas, rechinan los dientes, el ruido, los padres se pueden dar cuenta en ese momento», indicó.

La odontóloga advirtió que aunque el bruxismo no tiene cura, es importante tratarlo a tiempo para evitar complicaciones mayores.
No tiene cura pero sí lo ideal es tratarlo lo antes posible para que no derive en otras complicaciones a nivel de las articulaciones porque puede producir artrosis, desgaste de los huesos de la articulación»
Lorena Alegre, odontóloga
Respecto a los tratamientos, mencionó el uso de toxina botulínica para la relajación muscular en el músculo masetero y temporal. «Cuando es necesario tenemos las placas relajantes a nivel dental, son específicas para cada paciente y se puede tratar porque no es sólo un trastorno de la boca sino un trastorno en general», dijo.

Finalmente, Lorena Alegre señaló que el bruxismo puede requerir también atención neurológica y psicológica, y destacó un aumento en la incidencia del trastorno tras la pandemia. «Este puede ser de origen secundario, que es a partir de otros trastornos de ansiedad o de estrés. Después de la pandemia hubo más incidencia debido al estrés emocional que trajo el encierro con toda la situación familiar», concluyó.