Misiones
Historia, identidad y trabajo colectivo
Día del Cooperativismo: un legado que nació con los colonos
Desde su sanción el 4 de julio del año 2002 por parte de la Cámara de Diputados de la provincia, Leandro N. Alem es la Capital Provincial del Cooperativismo y no es por simple casualidad, ya que en ella convergen antiquísimas instituciones de este tipo y desde su fundación, pasando por todos sus años de crecimiento siempre la historia de Alem estuvo signada por la presencia de las cooperativas.
Desde la llegada de los primeros pobladores a la zona en 1904, la impronta de asociativismo para fines comunes marcó el motor de la colonia con estos hombres y mujeres en su gran mayoría de origen europeo que traían de sus países de origen este modelo y que les permitiría comenzar a formar pueblos y trabajar mancomunadamente.
Una de las pioneras para el sector agrícola fue la Cooperativa Agrícola Tabacalera y Yerbatera de Rincón de Bonpland fundada en 1926 por colonos italianos y alemanes que comulgaron intereses con un docente de la época quien era el que podía dominar el idioma.
El crecimiento de los cultivos, fundamentalmente de la yerba mate y el té, hacía que este sistema se consolide fuertemente impulsado por el Estado Nacional que veía el cooperativismo como una herramienta invaluable para poblar el territorio nacional de Misiones.
Las circunstancias de la época con una variedad conviviente de distintos grupos étnicos y de sistemas de colonización, sumado a la lejanía de los mercados, a la necesidad de intercambiar experiencias y tener que asumir riesgos casi obligaban a la creación de sistemas asociativos y que perduraron en el tiempo.
No es menor el detalle que muchas cooperativas estuvieron conformadas por más de un grupo étnico, quienes apostaron al bienestar y armonía comunitaria incluso cuando sus países de orígenes estuvieron en contienda. Solo basta mirar los archivos de la época y podemos ver como familias de ascendencia por ejemplo alemana, inglesa, italiana o rusa eran parte de cooperativas que trabajaban en actividades comunes.
Ya en los albores de la década de 1930 vinieron la Cooperativa Agrícola de Picada Libertad y la Agrícola de Oberá, bastiones en la historia de los colonos de la zona para que la yerba, el té y el tung tuvieran un sistema de comercialización conjunta que es permitiera un ingreso justo por sus trabajos.
La energía
La electricidad comenzaba a ser un eslabón necesario y apenas comenzaba la década del 50 el pionero Marcelino Rendón trajo a Leandro N. Alem el primer generador eléctrico y comenzó a dotar de este servicio al sanatorio que existía y a algunos vecinos circundantes a su propiedad de calle Sarmiento casi Av. Belgrano, pero la demanda era mucha y los recursos pocos y ahí el espíritu cooperativista nuevamente fue imperativo y el 2 de abril de 1953 se constituyó la Cooperativa de Electricidad de Alem (Cela) para ser eje del progreso de la zona.
Ya en la década de 1980 llegaría primero la Cooperativa Tabacalera de Misiones que venía a nuclear a miles de tabacaleros de la provincia abandonados a disposición de las empresas compradoras y sus vaivenes, lo que les producía pérdidas millonarias y frustraciones de todo tipo. La entidad madre de los tabacaleros con los años se diversificó a otros servicios generando casi 2.000 puestos de trabajo directo en las épocas de acopio y proceso.
Toda este bagaje de entidades que a lo largo de los años se fueron creando llevó a la ciudad de Alem a ser declarada, con un proyecto del entonces diputado provincial y actual parlamentario del Mercosur, Diego Horacio Sartori, como la capital del cooperativismo en Misiones y como paradoja justamente el mismo es nieto de Rendón, quien dotó de luz a la ciudad.
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