Cuando Bautista Dadín estampó su firma en el primer contrato profesional con River, no sólo empezó un nuevo capítulo en su carrera: fue un hito en la historia del fútbol argentino. El acuerdo, que lo unirá al club hasta diciembre de 2028, incluye una cláusula de rescisión de 100 millones de euros, la más alta que se haya fijado en la historia del fútbol nacional. Un blindaje que supera por más del doble los 45 millones de euros de Franco Mastantuono, la joya del CARP que ya es jugador del Real Madrid. Pero detrás de semejante canon de recisión al cual está ligado Dadín, hay una historia de constancia, talento precoz y una pasión que nació lejos del ruido de las grandes ciudades. Bautista creció en Balcarce, una localidad bonaerense más conocida por las proezas de Juan Manuel Fangio que por producir goleadores. Allí empezó a jugar en Los Patos Fútbol Club, el mismo club amateur en el que su padre, Juan Pablo, había pasado tardes enteras pateando pelotas. Fue justamente su familia la que lo acompañó a cada entrenamiento y alimentó su sueño de vestir la banda roja.
Bautista Dadín, el pibe de los 100 millones.
Su irrupción en las juveniles fue temprana. En 2016 realizó su primera prueba en River y, pese a su corta edad, ya se destacaba por manejar con naturalidad ambos perfiles, por la potencia física y por su facilidad para encontrar espacios a la espalda de los centrales. Volvió en 2017 para una segunda evaluación y allí convenció a todos. “Es un sueño, porque aunque pasen los años nunca te olvidás del primer día en que te ponés la camiseta de River”, contó Bautista en una entrevista en el sitio oficial del club. Desde entonces, la pensión de Núñez se convirtió en su segunda casa.
Su carrera en Inferiores fue meteórica. En 2022 integró el plantel Sub 17 dirigido por Diego Placente que disputó un Mundialito en Francia frente a potencias como Bélgica, Portugal y Brasil. Y cuando recién llegaba a River, también jugó un torneo en Venecia, donde enfrentó a Juventus, Ajax, Benfica y Lugano. Esa experiencia internacional, sumada a su disciplina, ayudó a forjar un carácter competitivo que ahora empieza a notarse en los partidos decisivos.
Bautista Dadín firmó contrato en River con una cláusula de 100 millones.
En 2024, Dadín explotó en Quinta División con una cifra impactante: 24 goles en un año calendario. Ese registro le abrió las puertas de la Reserva que conduce Marcelo Escudero. Allí debutó en la primera fecha del Torneo Proyección con un gol ante Platense y no paró: en lo que va del 2025 acumula 7 goles y una asistencia en 15 partidos jugados.
River Plate –
El gol de Bautista Dadin ante Platense en su debut en la Reserva de River
Video: TNT Sports
Su gol para ganar 2-1 en el último Superclásico de Reserva ante Boca definió de zurda, con un toque sutil que dejó sin opciones al arquero. Después del festejo, imitó el gesto de Sebastián Driussi con los brazos extendidos en señal de “no sé”, una postal que se viralizó en redes sociales. “El sueño se transforma en objetivo. Uno se prepara todos los días para jugar en River y ser un futbolista profesional”, afirma con una madurez que sorprende para su edad.
El festejo de Dadín, tras el 1-0 de River a Boca en Reserva.
Ese repertorio técnico y su voracidad para presionar alto explican por qué tantos en el club lo comparan con Julián Álvarez. “Siempre miré a Julián, tengo un juego parecido al de él y también empezó de chico en el club”, admite Bautista, que mide 1,79 y utiliza el cuerpo con una inteligencia poco habitual en un juvenil. El propio Tecla Farías, quien lo dirigió en Quinta División, le transmitió la calma necesaria para no obsesionarse con los goles. “Me decía que si en un partido no me quedaba una chance, en el siguiente siempre iba a llegar”, recordó.
Mientras tanto, Marcelo Gallardo, que en este semestre tuvo que rotar y probar delanteros, ya tomó nota de su nombre. De hecho, Bautista formó parte de la delegación que viajó a Estados Unidos a disputar el Mundial de Clubes y, cuando el plantel regresó a las prácticas en el Camp, fue promovido para que siguiera entrenando con los profesionales. Allí, su cláusula de 100 millones se vuelve un mensaje preventivo: si algún club europeo lo pretende, deberá desembolsar una fortuna.
River Plate –
Así juega Bautista Dadín, el pibe de los 100 millones
Video: @erodriguez_
Acompañado en cada paso por su mamá Julieta, su papá Juan Pablo y sus hermanos Guadalupe y Francisco, Bautista mantiene los pies en la tierra. Sus compañeros aseguran que, aunque el ruido mediático crezca, él sigue con la misma rutina: entrenar temprano, revisar videos de sus movimientos y mirar goles de Julián Álvarez. “De chiquito tenés que amoldarte a todo lo que venga”, repite.
Por lo pronto, ya es el pibe de los 100 millones. Pero su ambición no termina ahí. Su mejor contrato sigue siendo el gol. Y en eso, como en Balcarce, todavía nadie pudo ponerle un límite.