El monóxido de carbono casi provoca otra tragedia. Ocurrió en un edificio del barrio de Saavedra durante la madrugada de este lunes. Una familia entera tuvo que ser trasladada de urgencia al Hospital Pirovano y otras ocho personas fueron atendidas en el lugar por personal del SAME.
El hecho tuvo lugar en el edificio de 18 pisos, unos 100 departamentos, ubicado sobre Jaramillo al 2800, entre Crámer y Vidal. El caso se da a menos de una semana de la muerte de cinco personas en Villa Devoto, tras sufrir una intoxicación con monóxido de carbono.
Fue alrededor de las 3 de la madrugada cuando Bomberos de la Ciudad y personal de la Policía de la Ciudad 12A debió trasladarse al lugar luego de que se denunciara un presunto escape de gas dentro de las instalaciones: era en el 4to piso. Pero, al llegar se encontraron con otro cuadro más complicado: una familia entera, cuatro personas, habían inhalado monóxido de carbono dentro de su departamento.
Según informa el parte policial, las cuatro personas mayores manifestaron sentir mareos y náuseas. Automáticamente se procedió a cerrar la llave de gas general del edificio y el equipo del SAME actuó con urgencia; trasladó a la familia entera al Pirovano: un hombre de 57 años, una mujer de 53, y sus dos hijos, el mayor de 21 y el más chico de 18.
En tanto, otras ocho personas, del tercero al quinto piso, recibieron atención médica por los mareos, pero el personal médico decidió que no era necesario el traslado a ningún centro hospitalario. Tuvieron valores negativos de monóxido de carbono.
Según confirmaron fuentes oficiales a Clarín, cuatro equipos móviles del SAME participaron en el operativo.
El parte de la familia atendida en el Pirovano indicó que las cuatro personas tuvieron una severa intoxicación por «monóxido de carbono». Y con cifras elevadas que van de un 25% a un 48% de monóxido en sangre. Altísimo.
Así el edificio tuvo una madrugada caótica ya que más allá de cortar el suministro general de gas, se procedió a que los residentes de los restantes departamentos ventilaran adecuadamente el lugar para evitar nuevas intoxicaciones.
Por estas horas, personal especializado trabaja en el lugar verificando si hubo alguna falla que provocara la pérdida de gas inicialmente reportada y se inspeccionan los aparatos que pudieron provocar la emanación de monóxido de carbono.
Los síntomas del monóxido de carbono
Lo llaman el «enemigo silencioso» porque no se ve, pero tampoco se percibe. No se siente, no sí sucede con una fuga de gas. El monóxido de carbono ingresa sin darnos cuenta y mata lentamente.
La inhalación de propano o monóxido de carbono (CO) tienen efectos distintos. Mientras que el propano desplaza el oxígeno en los pulmones, el CO se combina con la hemoglobina de la sangre impidiendo el transporte de oxígeno en todo el cuerpo.
Los síntomas cuando se lo agarra a tiempo son mareos, dolor de cabeza, náuseas, y una seria dificultad para concentrase. Provoca una mezcla de aturdimiento, falta de coordinación y somnolencia.
La mayor parte de las personas que padecen una intoxicación leve por monóxido de carbono se recuperan rápidamente cuando salen al aire fresco. Pero, hay que detectarlo a tiempo porque sino puede ser mortal.
Es clave ventilar bien los ambientes y no dejar artefactos encendidos durante la noche.
D.D.
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