Después de una investigación que llevó casi cinco años, la Comisión Nacional de Valores (CNV) impuso una sanción inédita a una sociedad de bolsa. Se trata de Guardati Torti, un broker rosarino, vinculado al mundo del agro, que «cayó» en 2020 luego del millonario default de Vicentin. Ahora, el organismo que preside Roberto E. Silva dictaminó que esta sociedad de bolsa (Alyc) desviaba fondos de sus clientes y que no cumplía con los regímenes informativos que el regulador impone para los jugadores del mercado y le aplicó una sanción de más de $2.790 millones.
«Se trata de la multa más grande que emitió (la CNV), dado que se aplicó un múltiplo del beneficio obtenido (la Ley permite hasta un quíntuple del perjuicio ocasionado o del beneficio obtenido), aplicando el artículo 132, de la Ley N° 26.831, del mercado de capitales», detalló el organismo en un comunicado. La CNV también inhabilitó a algunos funcionarios de esa sociedad de bolsa para operar en el mercado de capitales «de por vida».
«Esta decisión se da en el marco del rol de protección de los inversores, el cual es primordial para este Organismo y en atención a la severidad de las infracciones incurridas, el perjuicio causado a inversores, a la transparencia del mercado y a la confianza del público inversor en general», destacó la comunicación oficial.
Uno de los principales clientes de Guardati Torti era Vicentín, la empresa que entró en default en diciembre de 2019. Guardati había emitido cheques de pago diferido y por cuenta y orden de la cerealera en default, que comenzaron a ser rechazados por falta de fondos. En medio de una crisis de pagos, que afectó a corredores, productores y acopiadores, los clientes de la Alyc empezaron a detectar irregularidades.
La investigación comenzó en febrero de 2020 cuando cientos de clientes de esta Alyc comenzaron a denunciar que no podían operar o disponer de sus fondos líquidos, además que encontraban diferencias entre los saldos que las compañía les informaba y los que efectivamente se encontraban depositados en la Caja de Valores.
La CNV detectó entonces que la sociedad de bolsa había usado fondos de sus clientes para cubrir deudas propias, en particular relacionadas con el negocio de corretaje de granos. Al mismo tiempo, identificó que no había separación entre las cuentas de los cliente y las cuentas de la Alyc, algo que viola normas específicas de la CNV. En esta línea, se constató que la empresa ocultó o tergiversó información relevante en sus reportes obligatorios al mercado.
En paralelo, se identificó que la empresa había firmado cheques por cuenta y orden de Vicentin, y cuando esta última no cumplió con los pagos, Guardati usó dinero de terceros para cubrirlos. Esto se sumó a los vínculos societarios entre Guardati y GYT Plus, una empresa dedicada al corretaje y almacenamiento de granos. Para sostener sus operaciones, GYT Plus recibió créditos millonarios de Guardati Torti, que utilizó fondos de los comitentes (clientes) para financiar la cerealera. En medio año, Guardati Torti llegó a desviar en concepto de «prestamos» unos $416 millones a GYT Plus.
En el transcurso de la investigación la estrategia de la empresa para defenderse de las múltiples acusaciones fue destacar que la crisis financiera que atravesó se debió a cuestiones externas y no a «mala fe».Si bien la empresa reconoció que usó fondos de sus clientes , dijo que se vio obligada a hacerlo para poder sostener operatoria tras el default de Vicentin. Argumentaron que la relación con los fondos de clientes era de tipo «depósito irregular» y que no cometieron delito porque tenían intención de devolverlos.
La CNV rechazó estos argumentos. “Hemos sancionado a Guardati Torti S.A, de manera ejemplar, dado que ha incumplido la Ley del Mercado de Capitales y la normativa de esta Comisión, apropiándose de fondos de los inversores«, dijo Silva, a la vez que destacó: «Esta medida demuestra que los hechos graves se sancionan con todo el peso de la Ley, en lo que concierne a la jurisdicción de la CNV”.