Un hallazgo bajo tierra que se produjo en la mañana de este jueves dejó conmocionada a toda una comunidad de Córdoba capital: Campo de la Ribera, un barrio en el este de la ciudad, en donde se encontraron al menos 20 cadáveres en una fosa común, a metros de donde a mediados de los 70 funcionó un centro clandestino de detención. La Policía de Córdoba fue alertada mientras se realizaba una nota periodística en el lugar, un terreno de propiedad privada, y las pericias preliminares arrojaron que se trataría de restos de víctimas de una epidemia que asoló Córdoba a mediados de la década de 1860.
Campo de la Ribera, en el este de la capital cordobesa, amaneció este jueves con una novedad sobre un tema ya conocido en su historia no tan reciente, cuyos descubrimientos continúan sorprendiendo a la comunidad. Excavaciones en un terreno de propiedad privada, en la Manzana F del Lote 2, con aparentes fines de construcción, decantó en el hallazgo de restos óseos que alertaron a trabajadores y vecinos. Sin embargo, quien primero llegó no fue la Policía de Córdoba, sino un canal de televisión.
Cuando los agentes policiales llegaron alrededor de las 11.20 al lugar, se encontraron con que el cronista Fredy Bustos, de Canal 12, llevaba a cabo un reportaje con vecinos. «Yo trabajo en un programa de televisión al que se comunicaron los vecinos para comentarnos que en un terreno del barrio se estaban realizando trabajos sobre la tierra, excavaciones», comenta Bustos a Clarín.
«Pero trabajos antropológicos oficiales, que desde hacía días retiraban huesos del terreno. Se trata de una porción de terreno que quedó desocupada en un barrio que se urbanizó en zonas aledañas en las que, en 2011, ya se habían encontrado restos óseos. Y el miedo de los vecinos, por el que nos llamaron para que reportemos, es que como quedó vacío, se usurpe o algo por el estilo», agrega el cronista cordobés.
Más de 20 cuerpos se encontraron en los últimos días en Campo de la Ribera. Foto gentileza Fredy Bustos.
A la Manzana F del Lote 2 en Campo de la Ribera, los agentes de la policía se acercaron este jueves por los movimientos propios del reportaje de Bustos, de su equipo y por la camioneta de Canal 12 que estaba en la zona. En ese marco, intervinieron y se comunicaron con el Centro de Investigación del Patrimonio Arqueológico de Córdoba (CIPAC), cuya representante Paola Vega afirmó que se reanudaron trabajos de excavación de índole antropológico en el terreno, y que a este jueves se habían encontrado 20 nuevos cuerpos.
Horas más tarde, las investigaciones preliminares apuntan a que se trata de restos que datarían entre 1886 y 1888.
Campo de la Ribera es un hito en la geografía cordobesa conocido por su relación con el Ejército y con otras instituciones militares que funcionaron en esa zona del este de Córdoba capital. En 1945, se creó en lo que hoy es el barrio la Prisión Militar de Encausados de Córdoba. Treinta años más tarde, en 1975, durante el gobierno de Isabel Martínez de Perón, la prisión militar se trasladó a La Calera, a casi 20 kilómetros al oeste, y el edificio de la ex prisión comenzó a ser un centro clandestino de detención, base operativa del «Comando Libertadores de América» hasta 1978, bajo la dirección de Luciano Benjamín Menéndez, años después condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad.
En 1986 el predio quedó abandonado y en 1989 el por entonces gobernador cordobés Eduardo Angeloz (PJ) comenzó lo que luego sería decididamente un proceso de urbanización de las tierras con la inauguración de una escuela. En 2011 comenzaron las excavaciones, dos tipos de excavaciones. El 17 de agosto de ese año un grupo de obreros que trabajaban en terrenos cercanos a una de las escuelas, que luego de vino en Espacio de Memoria, denunció que estaban excavando para hacer una zanja cuando encontraron restos óseos. Intervino el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que encontró casi 200 cuerpos.
Sin embargo, se supo que no tenían que ver con cuerpos compatibles con personas que pudieran haber muerto durante la década de los 70, sino más bien un siglo antes. Una anotación es que no sólo el centro clandestino de detención de Campo de la Ribera estaba cerca de esos terrenos, sino que también lo estaba el cementerio de San Vicente, en donde también hay restos de víctimas de la última dictadura militar.
Tanto para esa ocasión en el 2011 como para la de los hallazgos revelados este jueves existía una pista respecto de ese cementerio. El cronista Bustos la cuenta a Clarín, en clave histórica: «Es uno de los dos más grandes de la ciudad. El primero es el de San Jerónimo, creado en 1843 en el marco de una epidemia de viruela. Algunos años más tarde apareció una epidemia de cólera y en 1888 se creó el de San Vicente, en respuesta a esa segunda epidemia».
En septiembre de 2011 se llegó a la conclusión de que los cerca de 200 cuerpos (restos óseos) encontrados en Campo de la Ribera se trataban de víctimas de cólera. «Durante el proceso de urbanización de este barrio se ha reportado la aparición de restos óseos durante las excavaciones para construir», aporta Bustos sobre el tema.
Este jueves por la mañana, mientras dialogaba con vecinos de ese barrio cordobés y un patrullero de la Policía de Córdoba se acercó para ver qué pasaba, la noticia se propagó más que rápidamente, a la velocidad de la conmoción: 20 nuevos cuerpos bajo los pies de Campo de la Ribera.