El croata Goran Ivanisevic fue campeón de Wimbledon siendo el 125° del ranking mundial, obtuvo otros 21 títulos y llegó al segundo puesto de la clasificación. Ya retirado, entrenó a figuras como Marin Cilic, Tomas Berdych y Elena Rybakina (durante apenas dos meses) entre otras, y tuvo su mejor momento en el banco junto a Novak Djokovic, de quien fue su coach durante cinco años en un lapso en el que el mejor jugador de todos los tiempos ganó nada menos que nueve de sus 24 Grand Slams; hoy, su presente lo encuentra junto a Stefanos Tsitsipas. Está claro: pergaminos no le faltan y autoridad para hablar tiene. Y de sobra.
Ivanisevic entrenó a Djokovic entre 2014 y 2018. Foto: REUTERS/Issei Kato
Ivanisevic es un hombre de un tremendo caracter, además. Necesario, se puede asegurar, para el mundo en el que se mueve, el del tenis de elite. No es un hombre que se guarde palabras a la hora de opinar. Hace un puñado de días aseguró con respecto a su pupilo griego: “Nunca había visto un tenista tan poco preparado en mi vida. Con mi rodilla, estoy tres veces mejor preparado que él”.
Y ahora volvió a patear el tablero en una entrevista con los sitios chileno clay tenis y estadounidense RG. Pero esta vez para referirse a un tema mucho más general. Y más preocupante. Aseguró sobre el circuito que “acá nadie es normal, esto es un manicomio, una clínica psiquiátrica. Nosotros los preparamos, pero allá abajo es una batalla… Un entrenador tiene que ser psicólogo. Ya no se trata tanto de enseñar drives y reveses porque todo está en la cabeza. En unos años seguro podría sacar un título en psicología y tener pacientes. Los tenistas saben pegarle a la pelota pero la diferencia es mental. Cuando escucho a los jugadores, todos están con antidepresivos…”
En tiempos en los que la salud mental está en boca de todo el deporte -y no sólo del tenis-, un peso pesado habló en voz alta con el objetivo de ser escuchado. Ivanisevic podrá decir “no digan que no les avisé…”. Entonces es necesario aquello de quien quiera oir que oiga.