Dos rondas y tres partidos le quedan al singles masculino de Wimbledon, el tercer Grand Slam de la temporada. La final, que se disputará el domingo, y las dos semis, que se jugarán este viernes en el Centre Court del All England Lawn Tennis Club y que serán dos duelos «desiguales» por diferentes razones. En el primer turno, desde las 9.30, Carlos Alcaraz, segundo del ranking y vigente bicampeón del torneo, chocará con Taylor Fritz, el único de los cuatro semifinalistas que aún no ganó un «grande». Y a continuación, Jannik Sinner, número uno del mundo, se medirá con Novak Djokovic, el legendario «veterano» del cuarteto, que con una década más de vida que cualquiera de los otros tres, quiere volver a hacer historia en el césped londinense.
Alcaraz por la tercera final al hilo ante Fritz
El choque entre Alcaraz y Fritz tiene, si de credenciales y antecedentes se habla, un clarísimo favorito. El español, de 22 años, llega con una racha de 23 victorias consecutivas en el circuito y de 19 en el Major británico, donde no pierde un partido desde los octavos de final de la edición 2022. Manda 2-0 en el historial ante el estadounidense. Y después del susto ante Fabio Fognini en el debut -necesitó cinco sets y más de cuatro horas y media para imponerse en el que fue el último partido de la carrera del italiano-, fue ganando confianza y su juego creció muchísimo.
Carlitos, que viene de derrotar con autoridad a Cameron Norrie, está jugando su octava semifinal en un torneo de esta categoría y quiere meterse por sexta vez en una final, instancia en la que está invicto, ya que ganó las cinco que disputó en su carrera. Además de las dos coronas de Wimbledon, tiene dos en Roland Garros (2024 y 2025) y una en el US Open (2022).
Sin embargo, hay un factor que, según los mismos protagonistas, nivela un poco el enfrentamiento: el césped. Es que será la primera vez que estarán frente a frente en esta superficie, en la que Fritz, de 27 años y quien alcanzó por única vez la ronda decisiva de un «grande» en Nueva York el año pasado, está jugando el mejor tenis de su carrera.
El estadounidense, de 27 años y quinto preclasificado, llegó a Londres tras haberse coronado en Stuttgart y Eastbourne, es el más ganador del año en este tipo de canchas (récord 13-1) y con el triunfo ante Karen Khachanov en cuartos, llegó a los nueve al hilo. Además, su saque, su mejor arma, está intratable: en las primeras cinco rondas conectó 95 aces. Por eso, Alcaraz no se confía.
Fritz viene de ganar Stuttgart y Eastbourne. ¿Podrá en Wimbledon? Foto REUTERS/Isabel Infantes
«Está jugando un tenis espectacular. Su temporada sobre césped está siendo muy buena. Juega muy plano, muy agresivo, tiene un gran saque… y su estilo funciona muy bien acá. Va a ser un partido muy duro», anticipó el murciano.
«Voy a intentar jugar al mismo nivel o incluso mejor que en cuartos. Si consigo repetir el nivel de mi último partido, tendré opciones, seguro. Así que ese es el plan: jugar agresivo y no dejarle llevar la iniciativa», agregó.
“Estoy feliz de que no vayamos a jugar en Roland Garros, en polvo de ladrillo y con las pelotas de ese torneo. Eso sería una pesadilla absoluta. El césped puede igualarlo todo. Es una superficie que equilibra muchas cosas», reconoció el norteamericano.
«Tengo mucha confianza en cómo estoy jugando. Sé que, con el nivel que mostré en los dos primeros sets de cuartos, no hay mucho que cualquier rival al otro lado de la red pueda hacer», aseguró quien está ilusionado con dar el gran batacazo.
Sinner ante Djokovic en un duelo de generaciones
La segunda semis será un duelo generacional entre el último sobreviviente de un Big 3 que reinó en el tenis durante más de dos décadas y el actual dominador del circuito. Un duelo en el que las chances de victorias parecen más repartidas y sobre el que se abrió un interrogante luego de que Djokovic cancelara el entrenamiento de dos horas que tenía planificado.
La caída de Djokovic ante Cobolli, que dejó en vilo a Wimbledon. Foto AP/Kin Cheung
«Me resbalé y lo noté; el músculo me había estado molestando en el cuarto set, se estaba tensando, y entonces la mala suerte me golpeó en el match point. Espero que no sea demasiado grave», contó sobre la caída que sufrió en el duelo de cuartos que le ganó a Flavio Cobolli.
El serbio -que tras el oro olímpico de París 2024 (su único festejo del año pasado), solo ganó Ginebra, sobre polvo de ladrillo- ya hizo historia en Londres. Jugará por 14ª vez las semis en el “grande” inglés, mejorando la marca absoluta que tenía Roger Federer en la Era Abierta. Y por 52ª ocasión esa ronda en un Grand Slam, las mismas que la estadounidense Christ Evert. Y ahora tratará de dar un paso más hacia su octavo título en este torneo (igualaría el récord de consagraciones del suizo) y hacia su 25° Grand Slam. Pero a los 38 años, sabe que enfrentarse a Sinner será un desafío mayúsculo para él.
«Es un hecho: soy mucho mayor que ellos. Pero eso me motiva para ver hasta qué punto puedo seguir dándoles pelea. Perdí en sets corridos con Jannik en las semis de Roland Garros. Ahora tengo otra oportunidad. Voy a a necesitar lo mejor de mí para vencerlo. Estar en las últimas fases de los Grand Slams a esta edad y jugar contra el mejor jugador del mundo en estos momentos (porque Sinner y Alcaraz son las fuerzas dominantes del tenis)… No podría pedir un reto mayor», comentó quien es el único de los cuatro semifinalistas que no estuvo aún a un set de la eliminación.
También en esta segunda semis la cancha podría jugar su papel. Ya lo dijo Nole, si hay una superficie en la que puede sacarle más favoritismo a Sinner es en césped. Lo refleja el historial entre ambos: el italiano lidera por 5-4 (con festejos en los últimos cuatro partidos), pero el serbio ganó los únicos dos duelos sobre césped, ambos en Wimbledon, en los cuartos de 2022 y las semis de 2023. Aunque el italiano mostró un interesante crecimiento en este tipo de canchas y quiere meterse por primera vez en la final del torneo.
Sinner jugó ante Shelton con una manga especial para cuidar el codo. Foto AP/Kirsty Wigglesworth
«Deseo ganar los torneos que no he conquistado y hacerlo bien en superficies donde no he ganado. Al mismo tiempo, intento entender qué tipo de jugador soy en esta superficie. Creo que ahora soy mejor en césped», comentó quien va por su cuarta final al hilo en un Grand Slam, tras sus victorias en Nueva York 2024 y Australia 2025 y su reciente derrota en el duelo decisivo de Roland Garros.
Tocado en el codo derecho tras su duelo de octavos ante Dimitrov -jugó sin problemas, pero con una manga especial ante Ben Shelton en cuartos-, Sinner también espera un partido muy complicado.
«Novak y yo nos conocemos bastante bien, hemos jugado muchos partidos. Entendemos lo que funciona y lo que no. Jamás lo vencí en Wimbledon, así que será un desafío muy, muy complicado. Pero muchas cosas han cambiado en los últimos dos años. Me siento más cómodo antes de los partidos, con más confianza, aunque sé que debo seguir trabajando», anticipó el número uno.