Fuerzas de seguridad y manifestantes se enfrentaron en Villa Allende, a solo 19 kilómetros de la capital de Córdoba, en una nueva escalada de la pelea por un quebracho blanco de 284 años que el municipio quiere trasladar para ensanchar una avenida de acceso a esa localidad.
El municipio cordobés dispuso un fuerte despliegue con efectivos del Grupo de Infantería (G.I.F.), la Policía de Córdoba, la división Canes y el Grupo de Operaciones Especiales Mencho (G.O.E.M.), para acompañar la instalación de una grúa, que llegó especialmente desde Tucumán, para trasladar el árbol histórico. Del otro lado, más de un centenar de ambientalistas y vecinos autoconvocados se apostaron sobre la avenida Padre Luchesse para impedir el avance de la grúa gigante.
Sobre la tarde, el árbol seguía en su lugar, con su última raíz macho de más de 5 metros de largo aferrada a la tierra, aunque los manifestantes difundieron imágenes de un hombre con casco y chaleco de trabajo sobre la copa.
El operativo comenzó alrededor de las 17, cuando las fuerzas de seguridad avanzaron contra los manifestantes para desalojar la colectora, que conecta a la localidad con el Gran Córdoba y el aeropuerto. Se produjeron serios incidentes y al menos dos personas resultaron heridas, según la denuncia de los vecinos. Unas semanas antes, la periodista Silvia Majul fue detenida durante dos días en el contexto de las protestas.
El intendente de Villa Allende, Pablo Cornet, le dijo a Cadena 3: «En este momento, el éxito o fracaso del operativo está en manos de la Policía. Si puede dar respuesta, el trasplante se hace hoy mismo. Si hoy no se puede, lo talamos«.
El secretario de Gobierno Municipal, Federico Crespo, le dijo a La Voz del Interior que «el árbol está técnicamente liberado» y que la policía «actuó de manera prolija” para que la grúa pueda avanzar custodiada por camiones y patrulleros.
Según Crespo, la raíz principal -de entre cuatro y cinco metros- ya está totalmente expuesta y quedaría liberar una raíz secundaria. «Está todo documentado y supervisado por un ingeniero agrónomo que tutela la salud del árbol. El pan húmedo se está conservando para garantizar las mejores condiciones durante el traslado”, afirmó el funcionario.
Una ciudad dividida
El árbol tiene dividida a la localidad de Villa Allende hace meses: quedó ubicado en el medio de una obra vial que quiere hacer el municipio para mejorar el tránsito al Gran Córdoba. El emprendimiento está a cargo de la empresa Caminos de la Sierra y tiene un costo aproximado de 8.000 millones de pesos según el municipio. Solamente 30 millones costaría mover el árbol.
Pero desde hace un mes un grupo de vecinos autoconvocados acampan en la zona para evitar que el municipio traslade a Cacho, el nombre que le pusieron al quebracho blanco. «El quebracho no se toca», «¿Tanto cuesta hacer una curva?», «Cae el quebracho, caes vos Victoria Flores» por la ministra de Ambiente y Economía Circular de Córdoba, son algunos de los carteles colgados sobre el corral que rodea al árbol.
El quebracho blanco de Villa Allende tiene 284 años.
A comienzos de junio, la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Tercera Nominación falló que el árbol debía ser trasplantado, pero ingenieros agrónomos consultados por el municipio concluyeron que si era trasladado apenas 25 metros, su posibilidad de sobrevida se reducía a solo 20%. Pero la Justicia rechazó desviar la traza para esquivar el quebracho, porque la zona está en medio de dos rotondas y eso aumentaría el riesgo de accidentes.
Aunque las tareas de remoción comenzaron hace unas semanas, el miércoles la empresa de grúas a cargo del trabajo, abandonó abruptamente el traslado. «Jorba no participó ni avaló la extracción del árbol. Una de nuestra grúas fue inicialmente contratada para tareas generales de izaje pero una vez tomado conocimiento del verdadero objetivo de su uso, se canceló la prestación del servicio de inmediato y se retiró la maquinaria del lugar», dijo la empresa en un comunicado.
No fue la única, otras ocho empresas también se opusieron a realizar el trasplante. De hecho las autoridades de Villa Allende tuvieron que contratar a Servigruas, una empresa de Tucumán. La nueva empresa también sintió la presión social: le pidió al municipio que no revelara su nombre, domicilio ni fecha de los trabajos, que tardó apenas un día en comenzar.
Pero los vecinos y ambientalistas iinsistían en que el árbol debe permanecer en su lugar, especialmente luego de que los trabajos previos al traslado dañara al árbol, reduciendo sus probabilidades de sobrevida que de por sí eran limitadas.
«Lo que nosotros sostenemos desde un principio es que el árbol debe quedarse ahí, que es un escuerzo factible de realizar y que no es tan complicado. Las operaciones que se han hecho realmente son dramáticas ver una máquina moviendo un espécimen de estas características, que tiene una raíz muy profunda, que hace casi 300 años que está ahí», le dijo a Cadena 3, Juan Smith, abogado de la organización ecologista Funam, que impulsa un recurso de reposición ante la justicia cordobesa.
Se trata de un espécimen de aproximadamente 10 metros de altura, dos metros de diámetro y raíces fuertes: es el último quebracho blanco en pie del bosque nativo que una vez pobló la zona. Con la colaboración del INTA se sacaron esquejes del árbol, aunque no prendieron, y se han hecho unos 36 plantines de las semillas que se le extrajeron.