La final que juegan en Wimbledon Carlos Alcaraz y Jannik Sinner tiene ya tintes de nuevo clásico del tenis mundial. Con la reciente final de junio de Roland Garros, y victoria épica del murciano en cinco sets tras remontar dos en contra, el duelo entre el español de 22 años, que ya se llevó el primer parcial por 6-4, y el italiano de casi 24 anuncia muchas batallas legendarias en el futuro. El partido le baja el telón a la edición 2025 del Grand Slam británico en el Centre Court del All England Tennis Club y se puede ver por TV la señal ESPN2.
Alcaraz arrancó intratable con el servicio. En los primeros turnos al saque, conectó solo un ace, pero se anotó varios saques ganadores que forzaron errores de su rival. Sinner cumplió sin sobresaltos cuando le tocó servir en el segundo juego y el español, que parecía mejor plantado en la cancha, llegó al primer descanso 2-1 arriba. Pero fue el italiano quien conectó el primer golpe.
En el quinto game, el murciano cometió un error no forzado de revés en un game apretado y regaló una chance de quiebre. El líder del ranking, más sólido a la hora de subir a la red, aprovechó y se anotó el primer break de la final, que luego confirmó para quedar con ventaja de 4-2.
Nadie quiso perder el choque entre los dos nuevos titanes del tenis. Björn Borg, Andre Agassi y Lleyton Hewitt, todos ex campeones sobre el césped londinense, están presentes en la tribuna. También el Príncipe y la Princesa de Gales, William y Kate, el Rey Felipe de España y muchos actores y famosos.
Antes del inicio del octavo game, a Carlitos se lo vio negando con la cabeza mientras parecía decirle a su equipo que algo no le salía bien. Pero si tenía dudas, no se notaron en ese juego en el que presionó más con su rival al saque, recuperó el quiebre y niveló 4-4.
La cancha le jugó una mala pasada a Jannik cuando sacaba 4-5 para estirar el set. El italiano se resbaló en el fondo y no llegó para devolver un tiro de Alcaraz, que consiguió así un break point. El español no lo pudo concretar porque cometió un error no forzado de revés en la devolución del segundo servicio de su adversario. Pero Sinner le dio una segunda oportunidad, al cometer una doble falta, y esa vez Carlitos no perdonó, se anotó un increíble winner de revés y cerró el parcial por 6-4 tras 44 minutos.
Sinner no acusó el golpe y arrancó mejor el segundo capítulo, ante un Alcaraz menos consistente y más errático que al principio. El italiano quebró muy rápido, en el game inicial, y levantó luego un break point en contra en el segundo -que el español dejó pasar con un error no forzado de revés- para ponerse 2-0.
La previa
Pese a su juventud, ambos tenistas suman otro capítulo de ese nuevo clásico, en que se miden por decimotercera vez, emulando las recientes batallas entre Rafael Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic o las más lejanas de los míticos Bjorn Borg y John McEnroe.
«Espero que hagamos muchas cosas durante los próximos cinco o diez años, para que nuestra rivalidad sea como la de esos jugadores», declaró el español tras alcanzar la final el viernes.
Alcaraz parece tener una ventaja psicológica sobre su rival italiano, ya que se impuso en ocho de sus doce duelos contra Sinner, con cuatro victorias del italiano.
Además, Alcaraz ya sabe lo que es ganar en Wimbledon, al haberse llevado el título las dos últimas ediciones, mientras Sinner juega su primera final en Londres y debe estar recuperándose anímicamente del golpazo que sufrió ante el español en la final del Grand Slam parisino.
Carlos Alcaraz se hizo fuerte con su saque y le ganó con autoridad a Taylor Fritz en semifinales. Foto: Xinhua / Zhao Dingzhe.
«Él (Sinner) aprende de todas las derrotas, como un gran campeón. Estará mejor físicamente, mentalmente, estará listo el domingo para entregarse al 100%, así que no creo tener una ventaja mental tras ese partido», afirmó Alcaraz tras pasar a la final, tratando de rebajar la euforia.
El español, salvo los apuros pasados en la primera ronda ante el italiano Fabio Fognini, en que necesitó cinco sets ante el 138º del mundo, sacó el resto de partidos en tres y cuatro parciales, sin nunca parecer en serios apuros.
Sinner iba como un vendaval, ganando sus tres primeros partidos en sets corridos, hasta que llegó su duelo en octavos de final contra Grigor Dimitrov.
Jannik Sinner no le dio chances a Novak Djokovic y se clasificó a su primera final de Wimbledon. Foto: Xinhua / Zhao Dingzhe.
El veterano búlgaro de 34 años, 21º del ranking mundial, había ganado los dos primeros capítulos ante Sinner, cuando se vio obligado a abandonar por lesión.
Aquel partido bajó a la tierra a Sinner. Era humano. Además, el italiano sufrió molestias en el codo derecho, que le han obligado a jugar con el brazo vendado las dos últimas rondas.
Pero tras ese susto contra Dimitrov, Sinner volvió a enfundarse el disfraz de extraterrestre y liquidó en tres sets sucesivamente al estadounidense Ben Shelton y, sobre todo, al serbio Novak Djokovic, al que arrebató el sueño de ganar un octavo Wimbledon y elevar a 25 su récord de títulos de Grand Slam.
«Creo que le doy una ligera ventaja a Carlos (en la final), porque ha ganado dos títulos en Londres y por su nivel de juego y confianza actuales», afirmó Djokovic tras caer ante Sinner.
En este nuevo clásico del tenis mundial, Alcaraz lleva ventaja, con cinco finales de Grand Slam jugadas y todas ganadas (dos veces Wimbledon, otras tantas Roland Garros y una el US Open).
Carlos Alcaraz y Jannik Sinner, buena onda tras su batalla reciente en Roland Garros. Foto: AP Photo / Thibault Camus.
Al español solo le falta de los cuatro grandes el Abierto de Australia, que curiosamente Sinner ha ganados dos veces.
El italiano conquistó tres Grand Slam hasta ahora, ganando esas dos veces en Melbourne y una en Nueva York para hacerse con el US Open.
Su única final perdida de Grand Slam llegó en el reciente Roland Garros ante Alcaraz.
El español y el italiano se han repartido equitativamente los seis últimos títulos de Grand Slam, y el séptimo irá de nuevo a uno de los dos.
«No se puede comparar con lo que hizo el Big Three (Nadal, Djokovic y Federer) durante más de quince años. Seis torneos de Grand Slam son un año y medio, todavía no está al mismo nivel», afirmó, con modestia Sinner, tras pasar a la final de Wimbledon.
Con información de Agencias