¿Habemus paix? El largo camino de reconciliación entre el rey Charlos III y su hijo Harry se ha iniciado en Londres. En la terraza y los salones del Royal Over-Seas League, un club privado que promociona la solidaridad y del que es patrón el soberano, fue el escenario del encuentro el miércoles pasado entre el secretario de comunicaciones del rey, Tobyn Andreae, y Meredith Maines, la jefa de comunicaciones de la Corte de Montesito, que el príncipe Harry a creado para la organización de sus actividades.
Junto a ella estaba Liam Maguire, quien dirige las operaciones de relaciones públicas de los Sussex en Reino Unido y es un militar egresado de Sandhurst, la misma academia militar que Harry.
El encuentro se inició con unos tragos en la terraza y prosiguió en el interior del club. Andreae llegó al lugar con un regalo de la vinería de la que se provee la Familia real en Mayfair.
Un largo proceso
Así se inició un proceso de reconciliación, que llevará tiempo, aclaraciones y perdones. O al menos un canal de comunicación.
El príncipe Harry tenía sus vínculos rotos con la Familia Real, tras la publicación de Spare, su libro de memorias, la entrevista donde hablaron del racismo de la familia real y por los juicios que él ha liderado en los tribunales británicos para recuperar su seguridad.
Pero al perder la última instancia “en una operación” en la que acusó “al establishment”, Harry dijo en una entrevista con la BBC que había llegado la hora de la reconciliación con su familia. “La vida es preciosa” dijo, al reconocer que no sabía cuánto más vivirá su padre, enfermo de cáncer.
«No tiene sentido seguir luchando», dijo el quinto en la línea de sucesión al trono. El Duque añadió: «El perdón es totalmente posible porque quiero recuperar a mi padre y a mi hermano».
Rey Carlos III y el principe Harry. Foto AFP
Así envió mails al palacio invitando al rey a participar en los juegos Invictus, que ha creado y que se celebrarán en Birminghan en el 2027. Pretende que asista la Familia Real para honrar a sus veteranos y heridos de guerra. Lo hizo con tiempo para que pudiera ingresar en la agenda a largo plazo de su padre. Para los Royals es difícil decir que no a los heridos, que combatieron “por el rey, la reina y su país”.
La reunión en un club privado supuso un avance extraordinario en las relaciones entre ambas casas, que en los últimos años habían tenido poca interacción. El rey prácticamente no conoce a sus nietos, Archie y Lilibet.
“No hubo una agenda formal, solo unas copas informales. Había temas de los que ambas partes querían hablar» dijo la fuente royal.
La filtración a los tabloides
El problema es que el encuentro fue filtrado al Mail on Sunday, un tabloid con el que los Sussex se han enfrentado y esa filtración solo puede venir del interior del palacio. Enfureció a los Sussex, a quien los Royals los acusan de indiscreciones. Todos los tabloides británicos recuperaron la noticia del Mail on Sunday, un tabloid a quien Harry le ganó un juicio por violar su privacidad e interceptara sus conversaciones telefónicas desde adolescente.
Una fuente declaró al Mail on Sunday: «Hay un largo camino por recorrer. Pero ahora se ha abierto un canal de comunicación por primera vez en años. No hubo una agenda formal, solo unas copas informales. Había temas de los que ambas partes querían hablar».
Se celebró en el club de la Royal Over-Seas League, muy cerca de Clarence House, la casa del rey en Londres. La jefa de comunicaciones Merethit Maines y Maguire llegaron el miércoles pasado en taxi a las 15.50, seguidos por el secretario de comunicaciones Andreae, quien parecía llevar un regalo de Berry Bros and Rudd, el comerciante de vinos y licores. Los periodistas habían sido alertados y pudieron hacer fotos.
Los tres fueron fotografiados charlando mientras tomaban algo en la terraza del jardín del primer piso del club, con vistas a Green Park, antes de entrar.
Los príncipes Harry y William.
Todos los involucrados reconocían que queda un largo camino por recorrer, con desconfianza por ambas partes.
La fuente describió la cumbre como solo el «primer paso hacia la reconciliación entre Harry y su padre. Pero al menos es un paso en la dirección correcta».
«Todos quieren seguir adelante». Finalmente llegó el momento oportuno para que ambas partes dialogaran. Una posible oportunidad para una reconciliación pública, que se está debatiendo tanto en Londres como en California, son los Juegos Invictus de 2027 en Birmingham.
Su posible asistencia está siendo considerada por altos funcionarios del palacio, conscientes de que los Juegos podrían ser una oportunidad oportuna para reconciliarse.
La guerra de los Sussex
La disputa entre ambas partes surgió cuando los Sussex dejaron sus deberes reales para comenzar una nueva vida en el extranjero. Las intensas negociaciones que tuvieron lugar mientras se negociaban a puerta cerrada, en la cumbre de Sandringham, los términos de su «acuerdo de salida» dejaron rencor entre ambas partes.
Los rencores y maldades fueron mutuas. A los Sussex les quitaron el título de Altezas Reales, a Harry la posibilidad de usar su propio uniforme militar ,cuando es veterano de guerra, y sus patrocinios militares. Lo sacaron de la Familia Real, sin dinero y sin status.
La Familia Real quedó devastada por algo que no esperaban: las dañinas acusaciones de racismo, las revelaciones familiares íntimas, los mensajes de texto y las conversaciones compartidas en las numerosas entrevistas televisivas posteriores de los Sussex y en Spare, las memorias del príncipe Harry. No dejaron a Meghan asistir a la muerte de la reina en Balmoral ni le avisaron a Harry, que se enteró por la BBC.
El príncipe William estaba furioso por la imagen que se había dado a su esposa. Se sentía «mortificado» de que su hermano los hubiera traicionado con fines comerciales. La realidad era que los Royals creían que Harry era una víctima de Meghan, que había urdido y organizado el casamiento que su hermano Wiilliam había querido impedir, y no querían aceptarla como parte de la familia.
Los príncipes de Gales, William y Harry de Gran Bretaña reaccionan cuando el ataúd de la reina Isabel de Gran Bretaña llega al Westminster Hall desde el Palacio de Buckingham para su velatorio, en Londres, Gran Bretaña, el 14 de septiembre de 2022. Foto Reuters
La ruptura se acentuó significativamente tras la entrevista de los Sussex con Oprah Winfrey en 2021, durante la cual alegaron que un miembro de la familia real estaba preocupado por el tono de piel de su hijo Archie antes de su nacimiento. Fue identificado posteriormente: era el rey Charles y Kate, la princesa de Gales, durante una conversación. Archie es pelirrojo, como su padre.
Posteriormente, el duque afirmó en sus controvertidas memorias, que su hermano William lo había agredido físicamente a causa de Meghan. Denunció que el rey anteponía sus propios intereses a los de Harry y estaba celoso de Meghan.
Cuando al rey le diagnosticaron cáncer en enero de 2023, el príncipe Harry se sintió tan afectado que emprendió una carrera transatlántica para ver a su padre. Solo pudo verlo 30 minutos y frente a Camilla, la reina, a quien él considera la razón por el sufrimiento de su madre, la princesa Diana y su divorcio.
Pero la decisión del duque de enfrentarse al gobierno en el Tribunal Superior por su acceso a la protección policial, financiada por el estado, profundizó la división.
La prolongada disputa legal causó gran preocupación en el Palacio de Buckingham. Sobre todo después de que el duque dejara claro que creía que el rey podía intervenir en su nombre para ayudar a negociar un acuerdo adecuado. El rey estaba tan preocupado por verse involucrado en el caso, que dudaba en interactuar con su propio hijo. Camilla presionaba para que no lo viera.
Meredith Maines, la jefa de comunicación de los Sussex que vive en su mansión de Montecito,regresó inmediatamente a California, después de la reunión.
Harry y Meghan, furiosos
El equipo de Sussex está frustrado tras la publicación en un periódico de detalles de una «cumbre de paz». Ellos niega estar detrás de la filtración. Acusan al palacio, que tiene fluida relación con los tabloides. Son los que permiten, publicando sus historias y fotos, su sobrevivencia como monarquía.
Detalles como el lugar, la hora y la naturaleza de las conversaciones se filtraron al Mail on Sunday. Esto provocó que los asesores fueran fotografiados fuera del club e incluso durante la reunión, mientras disfrutaban de unas copas en un balcón.
La filtración ha puesto en peligro la frágil operación de paz, generando más sospechas y desconfianza en ambas partes y, potencialmente, obligándolas a volver al punto de partida.
Fuentes cercanas al Príncipe Harry insistieron en que los Sussex no fueron responsables . Reconocieron que publicar los detalles de la reunión en las portadas de los periódicos no era la mejor manera de iniciar lo que esperaban que fuera un nuevo período de paz. El Palacio de Buckingham declinó hacer comentarios.
PB
Sobre la firma
María Laura Avignolo
Periodista, corresponsal en Europa [email protected]
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